Protestas en China.

Protestas en China.

OPINIÓN MERCADOS

China va a abrir

7 diciembre, 2022 02:27

En los últimos días a algunos nos han sorprendido las imágenes de las protestas multitudinarias en China por los cierres en aplicación de las políticas de covid zero. En mi caso, algo cínico por deformación profesional supongo, la sorpresa se debe sobre todo a que las imágenes lleguen hasta nosotros, pobres mortales a merced de los filtros mediáticos, aquí y allí. El hecho de que las recibamos por múltiples canales, convencionales y no tanto, debe significar que realmente son protestas masivas, simultáneas, imparables.

Por las circunstancias tan desesperadas, en esta ocasión no creo que haga falta extraer conclusiones más allá de su primera derivada: la población en China no puede más, tras casi tres años de cierres. El vaso se ha ido colmando, y la última gota fue el fuego en un edificio donde perecieron 10 personas – las puertas estaban soldadas para que nadie escapara del encierro por covid…y los bomberos no pudieron entrar.

La población protesta simplemente contra la política de covid zero. Seguramente no protesta tanto contra el gobierno central, que justo acaba de publicar sus 20 puntos para gestionar la normalización, como contra los gobiernos locales que a menudo son “más papistas que el papa” para ganar puntos en sus escaladas políticas particulares.

La población ha padecido los cierres por ellos y para proteger a los demás. La economía se ha resentido.

Las protestas, sin olvidar las tragedias humanas que las desencadenaron finalmente, llegan en el momento justo para dar la puntilla a la política de covid zero y tal vez hasta permitir algún rédito político al renovado líder Xi Jinping.

La confluencia de diversos factores, hacen más que lógico pensar que la política de covid zero, un experimento social que podrá estudiarse durante décadas tal vez toca a su fin.

En primer lugar, el paciente lo pide. La población ha padecido los cierres por ellos y para proteger a los demás. La economía se ha resentido. Los trabajadores han sido recluidos en sus empresas sin poder volver a casa durante semanas. Han sufrido escasez de alimentos frescos, aislamiento…y ya no pueden más.

Tal vez su conclusión sea que vivir más así no vale la pena, y que, considerando los riesgos, tras tres años vale la pena vivir mirando hacia adelante. Eso es lo que piden con una mezcla de ilusión y desesperación.

China es muy bueno en la distribución masiva y poner las vacunas a disposición de quien la quiera no es en absoluto un problema.

En segundo lugar, las vacunas ya existen y es sólo cuestión de tiempo que el que la quiera la pueda recibir. Al margen de su eficacia para prevenir infecciones (a tenor de lo admitido recientemente por Pfizer), los más vulnerables la pueden recibir si su médico lo recomienda y así lo desean – ya no es necesario sacrificar la libertad para salvar la vida. China es muy bueno en la distribución masiva y poner las vacunas a disposición de quien la quiera no es en absoluto un problema.

En tercer lugar, la letalidad de las últimas variantes es más baja, y la inmunidad natural también actúa como vacuna ahora. En Occidente, por ejemplo, casi todo el mundo ya ha padecido covid al menos una vez, y a menudo más de una. Y los episodios recientes cada vez son más parecidos a la gripe.

En cuarto lugar, China ha demostrado a su población su exceso de cautela. Otros muchos países han asumido el riesgo de la apertura antes y el resultado (incluido Suecia, que nunca cerró…) es muy halagüeño en todos los casos. El gobierno en China puede confiar en tales ejemplos, y en el peor de los casos podría defender que nadie ha hecho más que ellos para prevenir.

Finalmente, el gobierno central puede culpar a algunas autoridades locales por su “mala ejecución” o su “exceso de celo” en las directrices marcadas

En quinto lugar, el ciclo político en China ya ha quedado resuelto. Hasta la conclusión del XX Congreso del Partido Comunista Chino en octubre, tal vez habría sido arriesgado para Xi Jinping dar el paso de acabar con la política de covid zero –si algo saliera mal, algún opositor intentaría usarlo en su contra y comprometería su reelección. Sin embargo, ahora todo lo contrario es verdad, lo que nos lleva de vuelta al primer punto –la apertura ahora seguramente se vea como un logro político por la población.

Realmente, el intenso foco de Xi Jinping en la “prosperidad común” se alinea de manera perfecta con la apertura, mientras que el cierre hace imposible cualquier tipo de avance, no sólo económico, sino también al nivel humano/social más básico.

Finalmente, el gobierno central puede culpar a algunas autoridades locales por su “mala ejecución” o su “exceso de celo” en las directrices marcadas. Yo creo que toca prepararse para el movimiento opuesto: medidas de reapertura e intensa reactivación – y probablemente “exceso de celo” local una vez más, pero esta vez en sentido opuesto.

Cuando China estornuda, el mundo se resfría. Y cuando se cura, el mundo se “re-acelera”. Por lo tanto, si estamos en lo cierto, podría ser la salida de covid en China lo que inicie el siguiente ciclo económico global – tal es la paradoja, pues fue su entrada en covid lo que acabó con el anterior. Y son buenas noticias para diversas oportunidades de inversión… ¡el mercado parece que aún no lo ve así!

*** Andrés Allende, gestor de A&G  DIP Value Catalyst.

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