El Estilo

Consejos para convertirte en un auténtico seductor

El arte de ligar no es fácil pero es estudiable. Se puede aprender a que las cosas sucedan sin ser un guaperas.

5 abril, 2016 14:51

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La seducción también se aprende. Es lo que nos asegura David del Bass, fundador del proyecto Seducción y Superación, una plataforma exclusiva para el hombre con consejos para seducir a mujeres, y coautor de Seducción Élite, un libro que aconseja a hombres sobre cómo ligar y cómo aprender a quererse a uno mismo. David del Bass también imparte talleres de seducción, recomendados a “cualquier hombre que quiera ser feliz”, explica.

Y es que, para muchos, el arte de ligar no es fácil. David del Bass lo sabe bien, que tuvo que aprenderlo. Su vida, explica, era una vida normal “pero con un gran problema: mi relación con las mujeres era casi inexistente”. Casi de casualidad, del Bass descubrió que “la seducción era un arte que se podía estudiar y era posible aprender a hacer que las cosas sucediesen, sin importar que no fueras un guaperas”. Desde entonces se puso manos a la obra: mejorar su autoestima, resguardarse en su confianza y… compartir lo que él mismo aprendió sobre la seducción. Él mismo nos ha ayudado a elaborar una lista de cinco consejos si lo que quieres es seducir a una mujer y son estos:


1. Debes ser la mejor versión de ti mismo

Que nunca hayas sido el típico chico atrevido de la clase, el que no tenía miedo a hablar con ellas o a pedirles una cita no implica que no puedas ligar. David del Bass, asegura que ligar, o seducir, como a él le gusta decir, “es una habilidad que se puede aprender. Todos los hombres deberían aprender esta asignatura, incluso debería ser obligatoria en el colegio o en la universidad”, asegura, ya que “ligar no es solo seducir mujeres, sino que consiste en construir una vida”. Del Bass afirma que para ligar no solo funcionan las técnicas y las frases aprendidas, “para que todo eso funcione, hay que decirlas con confianza en uno mismo, mejorar la imagen, ofrecer un buen lenguaje corporal… En resumen, para ligar tienes que ser la mejor versión de ti mismo”.


2. La confianza en uno mismo es fundamental.

Y es que, si no te gustas tú, ¿a quién vas a gustar? Es cuestión de actitud y para ello debes confiar plenamente en ti y en tu autoestima. “El primer consejo que damos a cualquier persona que viene a nuestros talleres es que para gustar a una mujer, primero tienen que gustarse a ellos mismos”, explica David del Bass. “Nadie quiere comprar algo que uno mismo no quiere”. En los cursos de Seducción y Superación comienzan con lo que los entrenadores llaman Juego Interno. “Se trata de todas aquellas creencias y sensaciones que sentimos internamente y exteriorizamos hacia el exterior. Si quieres convertirte en un buen seductor, este sería el primer punto a trabajar”.

3. No te obligues a representar el papel activo

Tradicionalmente el hombre ha sido quien ha tomado la iniciativa, quien representa ese papel activo a la hora de seducir y la mujer ha sido la protagonista pasiva. Según cuenta David del Bass, “esta tendencia ha ido cambiando con el tiempo y son cada vez más mujeres las que toman la iniciativa cuando se sienten atraídas por un hombre”. Asimismo, del Bass asegura que existe un patrón y que “los hombre nos sentimos atraídos más por un físico, mientras que las mujeres se sienten más atraídas por una personalidad poderosa”.


4. Tu mejor arma es el conocimiento

El fundador del proyecto Seducción y Superación asegura que la mejor arma para un seductor es el conocimiento. “El conocimiento de saber qué quieren las mujeres y qué atrae a las mujeres. Es muy complicado seducir a una mujer si no las conoces, es como moverte por arenas movedizas”, explica, aunque recuerda que “estudiar la seducción no quiere decir que vayas a saber seducir, lo que tienes que hacer es comprender lo más importante e interiorizarlo”.

5. Sé tú mismo

Para ligar o seducir a una mujer no hace falta que te inventes un nuevo papel o que te transformes por completo. Tú eres como eres, aunque eso no significa que uno no pueda cambiar opiniones con el tiempo o enmendar errores. Al final, la verdadera personalidad acaba saliendo de un modo u otro, y mejor que nos descubran al principio que pasado el tiempo.