Sánchez agranda la brecha económica con Podemos: el techo de gasto "será más bajo" en los Presupuestos
El morado Nacho Álvarez envía sus primeros documentos con cuentas para la negociación a María Jesús Montero. "No tiene sentido", dice Hacienda.
17 julio, 2021 02:27Noticias relacionadas
La guerra de los Presupuestos entre PSOE y Unidas Podemos ya ha empezado. La crisis de Gobierno del sábado pasado no ha tocado a ninguno de los interlocutores: María Jesús Montero por el lado socialista y Nacho Álvarez entre los morados. Este periódico ha podido saber que el número dos de Ione Belarra en Derechos Sociales ya ha enviado sus primeros documentos a la ministra de Hacienda. Y ella ya ha avisado de que se bajen las pretensiones, porque el techo de gasto "será mucho más bajo" este año.
Sánchez ha reforzado a Montero con más peso político con la revolución ministerial -perdió la portavocía, pero añadió Función Pública a sus tareas-. Uno de los objetivos es ir agrandando la brecha con Unidas Podemos. Porque esta segunda parte de la legislatura se centra en la recuperación económica, la creación de empleo..." y la preparación de las elecciones de 2023", explican fuentes del Gobierno.
En este mes de julio dio la orden para que el resto de departamentos enviaran sus borradores de Presupuestos para 2022 y empezó a cocinar las cuentas públicas a grandes rasgos. Porque lo primero que hará será aprobar el techo de gasto, previsiblemente en el próximo Consejo de Ministros.
La titular de Hacienda lleva siendo uno de los pilares del presidente desde que hace tres años llegara a Moncloa. Y ya fue una dura negociadora el curso pasado para Álvarez. Recordará el lector que el acuerdo interno en el Gobierno se retrasó hasta el 28 de octubre de madrugada, implicando al mismo Iván Redondo y su contraparte morada, Juanma del Olmo. Y que Montero logró tener los Presupuestos aprobados en fecha sólo porque pudo forzar que el Senado no introdujera enmiendas.
Podemos vs. UE
Una vez que firmó la orden para empezar a elaborar las cuentas, y tal como publicó este periódico, Unidas Podemos comenzó a filtrar su deseo de "mantener las inversiones sociales" y en que el curso que viene no bajara el techo de gasto récord de 2021, con un alza del 54% respecto a 2020 y un déficit añadido de 94.000 millones.
"No es posible, una cosa es el primer año pospandemia, y otra lo que viene después", explican fuentes de Hacienda. "Si empiezas a retirar estímulos, si ya no hay tantos ERTE ni fondos extraordinarios para las Comunidades Autónomas... no tiene sentido".
Otra cosa que no explican las fuentes socialistas en el Gobierno es que algunos de los socios europeos ya han advertido de que no se terminan de creer que España vaya a cumplir a tiempo.
Los fondos de recuperación están condicionados a reformas estructurales, y la de las pensiones, por ahora, se ha quedado a medias: sólo se ha firmado lo bueno, es decir, la revalorización con el IPC... que es precisamente lo malo para cómo nos miran Alemania, Suecia, Países Bajos o Austria. Y la reforma laboral promete ser un dolor de muelas para la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, rodeada entre Nadia Calviño y la UE... y con su liderazgo aún sin asentar en Unidas Podemos.
Así, la vicepresidenta primera y ministra de Economía ya ha sugerido que el año que viene, España tiene que empezar a mostrar sus compromisos de consolidación fiscal. Un mensaje para calmar las aguas en el Consejo Europeo, pero que las agitan en el seno de la coalición.
La reforma fiscal
Porque los morados, en ese punto, ponen sobre la mesa la aplazada reforma fiscal. "Ahí va a estar la pelea de verdad", advierte un portavoz del entorno de Belarra. La ministra de Derechos Sociales presentó este miércoles las líneas maestras de la futura Ley de Diversidad Familiar, que promete una prestación estatal por crianza de carácter universal "que permita a las familias de nuestro país criar a sus hijos e hijas con dignidad".
Además de la ampliación, en trabajos coordinados -claro- con el Ministerio de Igualdad, del permiso de paternidad de cuatro a seis meses... "y todo eso hay que pagarlo", advierten las fuentes. Nacho Álvarez ya ha echado las cuentas y, según puede confirmar este diario, las envió este jueves al despacho de María Jesús Montero.
La ministra, igual que se negó a negociar el techo de gasto con él, ahora se muestra cerrada en banda a adelantar la reforma fiscal. "Las cosas por orden", explican desde Hacienda. "La comisión de expertos que reunimos en el Ministerio tiene un mandato, que es presentar sus conclusiones en febrero, y lo vamos a respetar", explicó Montero en su última rueda de prensa como portavoz.
Al presidente, a Calviño y a ella les costó convencer a los socios europeos de que les dejaran este margen. Porque en Bruselas querían ver ya los detalles del Componente 28 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, el del rimbombante nombre de "Adaptación del sistema impositivo a la realidad del siglo XXI".
Siendo la clave de todas las cuentas (es decir, el que debe equilibrar ingresos recurrentes con gastos), es uno de los más vagos a la espera del "examen de las diferentes figuras de nuestro sistema fiscal, con la finalidad de asesorar al Ministerio de Hacienda en la adopción de las decisiones adecuadas en la reforma del sistema tributario".
Pero en Moncloa estaban convencidos de que, antes de introducir distorsiones, hay que esperar a consolidar el rebote económico, empresarial y financiero. Y por eso también Calviño se muestra firme con el Salario Mínimo Interprofesional "aunque las cifras de empleo sigan mejorando". La vicepresidenta primera llegó a poner en duda incluso que la subida pendiente vaya a llegar en enero de 2022... cuando Yolanda Díaz la quiere para este mismo agosto. "Veamos y analicemos", repite Calviño.
Sánchez ha retocado sólo su parte del Gobierno, y lo ha hecho más apegado a su partido. No ha tocado a los morados y eso ha sido percibido por algunos de sus ministros como un anzuelo para que piquen en ese presunto respeto a sus ritmos... y asegurarse la aprobación de los próximos Presupuestos. Pero no será tan fácil: "Estamos todavía en emergencia social y si no hay más ingresos, cuando hay que endeudarse es ahora".