Santiago Abascal, presidente de Vox.

Santiago Abascal, presidente de Vox.

Política ELECCIONES GENERALES 2019

Vox ha cambiado su propuesta fiscal y ahora sí propone que los mileuristas paguen IRPF

El programa fiscal del partido de Abascal¡, distinto a sus planes de octubre, explica por qué quiere cobrar impuestos a millones de españoles hoy exentos.

14 abril, 2019 03:58

Algunas propuestas de Vox en materia fiscal han cambiado drásticamente desde el mes de octubre y su programa actual perjudica especialmente a los mileuristas solteros. Concretamente, consideran injusto que tres millones de españoles no paguen IRPF ni tengan obligación de presentar la declaración, y quieren cambiar el sistema para que eso deje de ser así. 

Ante el debate suscitado en las últimas horas, conviene explicar la situación: Este sábado publicábamos una información en la que hablábamos de este apartado del programa fiscal de Vox, y muchos lectores nos hicieron llegar sus reparos a través de las redes sociales o en sus comentarios en la misma pieza. A su juicio, estábamos mintiendo o manipulando, porque Vox había anunciado un mínimo exento de 12.000 euros. De ser así, hablaríamos del mismo mínimo exento que venía existiendo hasta 2017, cuando PP y Ciudadanos elevaron el umbral hasta los 14.000 euros. 

Dichos lectores no se equivocan. Efectivamente, en el paquete de 100 medidas urgentes para España que presentó Vox en octubre decían, exactamente, eso: 12.000 euros de mínimo exento y dos tramos, uno del 20% y otro del 30%. Literalmente: “Aumento significativo del mínimo personal y familiar exento a 12.000 euros. Tipo único fijo del 20% hasta los 60.000€ anuales, tributando al 30% cualquier exceso sobre el mencionado límite”.

El problema es que su programa fiscal ha cambiado.

En el documento con el programa fiscal definitivo de Vox, con 52 páginas llenas de tablas y fórmulas, el partido ha afinado su propuesta en varios puntos. El primero ha sido crear el concepto de Necesidades Básicas del Contribuyente (NBC), que es equivalente al mínimo exento actual y que varía en función de la edad de los declarantes y su situación familiar. En el caso de los mileuristas solteros de menos de 65 años, es de 7.000 euros. El segundo es cambiar del 20% al 22% el tipo lineal, hasta 60.000 euros.

El artículo que publicábamos este sábado se limitaba a señalar un punto difícil de discutir: los mileuristas solteros que hasta ahora no han pagado IRPF tendrán que hacerlo si las propuestas de Vox salen adelante. 

El partido que lidera Santiago Abascal propone hoy un tipo del 22% para las rentas de hasta 60.000 euros. A partir de ahí, se pagan 13.200 euros por esos primeros 60.000 euros y un tipo marginal del 30% en adelante. Vox propone reducir el mínimo exento a 7.000 euros para los mileuristas sin cargas familiares. Todo lo que suba de ahí está sometido al 22% antes mencionado.

Exposición de motivos

Pero no sólo lo dicen, es que explican sus motivos con claridad meridiana en el programa: “A pesar de que se presentan anualmente 19,5 millones de declaraciones, el 38% de esas declaraciones (7.500.000 de declaraciones) no pagan un solo céntimo de euro y sólo el 49% (9.577.396 de declaraciones), con una renta media de 30.478 euros anuales, pagan una cuota superior a los 1.200 anuales (es decir, 100 euros mensuales). ¿Qué significa esto? Que la presión fiscal y el esfuerzo fiscal de los contribuyentes netos de IRPF es exageradamente elevada: los 77.000 millones de euros anuales que recauda el impuesto son realmente desembolsados por una proporción muy reducida de contribuyentes: sólo el 50% de las declaraciones que se presentan anualmente, con una renta anual media de 30.478 euros, son contribuyentes netos. La situación es más sorprendente si tenemos en cuenta que además existen más de 3.000.000 de perceptores de rentas, con rentas medias de 12.422 euros anuales, que ni siquiera tienen obligación de presentar declaración y, en el mejor de los casos, contribuyen con una mínima retención”. 

A partir de ahí, la propuesta tributaria de Vox habla de hacer el impuesto más justo e introduce un sistema que implica que las rentas bajas pagan IRPF cuando hasta ahora, como ellos mismos señalan, no lo han venido haciendo.

No vamos a entrar a juzgar este apartado del programa fiscal de Vox. Algunos contribuyentes, como el autor de estas líneas, pagarían muchos menos impuestos si se aprobase. Otros, con rentas más bajas, pagarían más. Pero los programas electorales son un compromiso de los partidos con sus votantes y es lícito que cada cual presente las propuestas que considere mejores para atraer al público cuyo voto pretende atraer. También lo es que los medios analicemos ese compromiso.

En la tarde del sábado, Vox se puso en contacto con este periódico discutiendo nuestra interpretación de su programa. A lo largo de la tarde, nos enviaron a la redacción una tabla en la que supuestamente se demostraba que una renta de 12.000 euros ahorraría más con su sistema fiscal que con el actual. Eso es difícil, porque el sistema actual hace que esas rentas, cuando son fruto del trabajo, estén absolutamente exentas de IRPF.

Retamos a cualquier lector a que haga la prueba con la calculadora de la Agencia Tributaria. Un cálculo para un declarante sin hijos que cobre 12.000 euros o 14.000 euros al año nos ofrece la misma cifra: cero. 

Resultado de un cálculo para unos ingresos de 12.000€

Resultado de un cálculo para unos ingresos de 12.000€

Tanto la tabla que nos envió Vox como otra muy similar que colgó después en Twitter Rubén Manso, número 2 de Vox al Congreso por Málaga, reconocen que su partido hará pagar IRPF a las rentas bajas que ahora no la pagan. Pero, en ambos casos, también afirman que se obtienen ahorros con respecto al sistema vigente. Eso no es posible porque el sistema vigente exime de pagar impuestos a las rentas más bajas

El programa fiscal de Vox, que ha sido muy elogiado por algún economista liberal, y que al término de la edición de este artículo ha desaparecido de su página web -la versión oficial del partido es que su página ha sido hackeada-, contiene una serie de propuestas muy claras. Y estamos seguros de que sus artífices consideran que son buenas para el país. En EL ESPAÑOL nos hemos limitado a señalar las consecuencias de una de ellas. 

Vox no sólamente se ha negado a explicarnos los motivos de las incoherencias que hemos detectado en sus supuestas correcciones, pese a habérselo solicitado reiteradamente y con la mejor de las intenciones. Estábamos perfectamente dispuestos a aceptar un error si lo hubiésemos cometido. Pero mientras esperábamos su respuesta han decidido acusarnos, en redes sociales, de no saber de economía, de fiscalidad o de periodismo. O incluso de mentir.

Nada de lo que han dicho ha cambiado aún nuestra interpretación de sus propuestas, pero seguimos dispuestos a escucharles. En breve, EL ESPAÑOL celebra un debate sobre economía al que Vox se ha negado a asistir. Les reiteramos, una vez más, nuestra invitación para escuchar los matices que quieran hacer a su propuesta y confrontar ésta con las del resto de partidos que concurren a las elecciones del 28-A.

En todo caso, a todo esto hay que ponerle paños calientes. No sabemos si Vox va a estar en situación de cumplir con su programa de gobierno o si, de estarlo, finalmente lo llevaría a cabo. Los programas electorales son, a menudo, como las promesas de los adolescentes enamorados. No ponemos en duda que se dicen las cosas en serio y de corazón, pero a menudo no se cumplen.