Estrategia, hermandad y técnica: “El fútbol americano no es solo pegarse golpes”

Estrategia, hermandad y técnica: “El fútbol americano no es solo pegarse golpes”

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Mujeres y fútbol americano: "Esto no es sólo pegarse golpes"

EL ESPAÑOL acude a un entrenamiento del Black Demons Las Rozas para analizar la situación de este deporte en España y su práctica entre las mujeres, días antes de la Super Bowl.

4 febrero, 2017 02:16

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Allá por las Navidades de 2010, Beatriz Herzog escuchaba una y otra vez la misma pregunta: “¿Pero cómo se juega a eso?”. Rendida ante la insistencia de una amiga que le hablaba de un deporte diferente, cargado de adrenalina, acababa de apuntarse al equipo de Las Rozas Black Demons para jugar al fútbol americano. La novedad no dejaba de ser una anécdota que requería una explicación. Todavía hoy, Beatriz recuerda las palabras de su padre cuando, con cierto temor a los golpes, la fue a ver por primera vez a un partido: “Ah, pues no es para tanto”.

José Manuel de Diego descubrió el fútbol americano durante su etapa de estudiante en Estados Unidos. Allí jugó un par de temporadas y a su regreso a España retomó los entrenamientos del deporte que le ha acompañado durante toda su vida: la vela. De hecho, se quedó a un paso de clasificarse para los Juegos Olímpicos de Barcelona ’92. Pero hace unos diez años, José Manuel se topó con una estampa cada vez más habitual en Las Rozas: un chaval que porta un casco de fútbol americano y se dirige al campo de El Cantizal. La sorpresa fue tremenda por aquel entonces. José Manuel se acercó a hablar con el jugador de Black Demons y ese mismo día llamó al club. “Lo primero que les pregunté fue si cogían a gente mayor”, recuerda ahora entre bromas. “¿La respuesta que me dieron?: «Aquí puede jugar cualquiera»”.

El equipo femenino de Black Demons (de negro) durante un drive de ataque.

El equipo femenino de Black Demons (de negro) durante un drive de ataque. Lola Morales Black Demons

En la actualidad, José Manuel es el presidente de LG Oled Black Demons Las Rozas y Beatriz la capitana y quarterback del equipo femenino. Ambos son dos piezas más dentro del engranaje del fútbol americano en España, un deporte que crece a cuentagotas en medio de un profundo desconocimiento. La situación registra mejoras de forma paulatina, pero ser minoritario dentro de los minoritarios reduce considerablemente la ayuda institucional y la atención mediática.

El football femenino, la gran asignatura pendiente

El ostracismo es todavía más pronunciado en la categoría femenina. No es una cuestión de rechazo o escasez de valentía, sino de insuficiencia de medios para la promoción de este deporte fuera del radio de alcance de los clubes. Dany Vera, otra de las capitanas de Black Demons, reconoce que mencionar su hobby deportivo fuera de un entorno cercano genera desconcierto: “En el trabajo me dicen: «¿Fútbol americano? ¿Pero eso existe? ¿Y femenino?». No es tanto la sorpresa de que juegue yo, sino el hecho de que exista”. Aquí, Beatriz Herzog, puntualiza: “En cualquier caso, la respuesta va más ligada a «jolín, qué guay, qué envidia» que a «estás loca»”.

Según los últimos datos disponibles del Consejo Superior de Deportes, en 2015, de 5127 licencias de fútbol americano que había en España, 653 correspondían a mujeres. Un dato que puede resultar bajo, pero que desde el club roceño —el único con sección femenina en toda la Comunidad de Madrid— consideran “bastante positivo”. Porque esa es la gran asignatura pendiente: el football femenino.

“Es un deporte atractivo y en la medida en que las chicas vienen a verlo, se sienten atraídas por la novedad que supone”, explica Beatriz, quien también ha participado en varios torneos con el combinado nacional. El problema reside en que haya cerca del domicilio personal un campo y un club con la infraestructura necesaria para jugar al fútbol americano. “Cuando alguna joven se acerca a curiosear y le decimos que esto no está restringido a hombres, quieren probar”, dice José Manuel de Diego.

El equipo femenino de Black Demons se creó en 2009 como algo experimental. Pronto se construyó un grupo firme y compenetrado cuya progresión alcanzó tope en 2015, cuando se proclamaron campeonas de la máxima categoría, la Liga Nacional. Después de que la Federación Española aumentase de 7 a 9 el número de jugadoras sobre el verde —en hombres son 11—, e inmersas en un proceso de renovación de la plantilla, Black Demons jugará esta temporada la liga territorial valenciana. “Hay que empezar el proyecto desde el principio. No podemos exponer a una jugadora novata a rigores de equipos que mantienen una trayectoria con gente muy formada”, confiesa el presidente.

Fuerza, habilidad, agallas, resistencia… ¿Qué es necesario para empezar en esto? “Lo que le digo a mis compañeras cuando vamos a jugar un partido es que no tengan miedo ninguno”, dice Beatriz. “Te vas a encontrar con una chica que tiene exactamente el mismo cuerpo que tú y el resto es cuestión de técnica, de saber moverte. El fútbol americano es el deporte de equipo por excelencia, la necesidad de saber cómo se tiene que ejecutar en grupo”.

Crecer con recursos limitados

Con motivo de la disputa de la SuperBowl LI, que enfrenta en la madrugada del domingo al lunes a los New England Patriots y a los Atlanta Falcons, el club madrileño ha organizado en su localidad una serie de actividades para promocionar el fútbol americano. “Nos toca hacer un papel de predicadores de este deporte para darlo a conocer y que no haya confusión con otros como el rugby”, comenta José Manuel.

Desde su fundación en el año 2000, Black Demons ha ido creciendo exponencialmente, defendiendo y enseñando a los chavales de la cantera una serie de valores —unión, trabajo en equipo, disciplina, deportividad— implícitos en el lema del club: My Team. My Family (Mi equipo. Mi familia). El crecimiento deportivo —ya cuentan con equipos en seis categorías diferentes— siempre ha ido acompañado de un compromiso social que se materializa en acciones a favor de la igualdad, la lucha contra el cáncer o el ELA.

Lance de un encuentro donde el running back de Black Demons intenta avanzar.

Lance de un encuentro donde el running back de Black Demons intenta avanzar. Lola Morales Black Demons

Y todo ello lo han logrado con unos recursos bastante limitados. La principal fuente de financiación de la entidad proviene de las cuotas de los socios —los propios jugadores—; y si la fortuna sonríe, obtienen alguna subvención pública, aunque al ser tan minoritarios suelen quedar de suplentes. Recientemente han firmado un acuerdo de patrocinio con una conocida marca de electrónica que les ayudará a mejorar el material, financiar los viajes e invertir en el futuro. Y es que en Black Demons “nadie tiene un sueldo”. Son “altruistas” enamorados del fútbol americano.

Ajedrez en movimiento y con contacto

Sin haber experimentado la sensación de equiparse con un casco y una coraza, sin impregnarse de su esencia desde dentro, el fútbol americano resulta “aburrido” a mucha gente. Sin embargo, para Sebas López, el entrenador del equipo senior masculino de Black Demons, tiene un encanto especial: “Es un deporte que se vive como una familia, un sentimiento de hermandad, de mucho compañerismo. No hay individualismo que valga. Si una protección de pase falla, al que pegan es a tu quarterback”. Con todo ello, el head coach avisa a los más escépticos: “Como espectador hay que cambiar el chip. No es un partido de fútbol donde tienes que estar todo el rato siguiendo la pelota. Son acciones muy cortas, pero muy intensas”.

Debido al marcado componente estratégico, José Manuel de Diego define el fútbol americano como un juego de pensar, de adelantarse a los movimientos del rival y atacar con tus piezas de una forma sincronizada: “Esto no es solo un deporte de pegarse golpes. Es una partida de ajedrez jugada en movimiento y con contacto. (…) Cuando consigues pasar de la espectacularidad de las jugadas a entender el por qué, se disfruta mucho más”.

Amateurismo, nula atención mediática, carencia de apoyo institucional y, en definitiva, un profundo desconocimiento que, por otra parte, no frena el aumento de licencias, del número de clubes y del atractivo que empieza a generar este deporte en España. En el balance general, cada temporada suma un par de yardas de progreso. Eso sí, se necesita todavía mucha más promoción y divulgación porque, como concluyen desde Black Demons, “la gente está empezando a jugar al fútbol americano”.