La exitosa y polémica docuserie del príncipe Harry (38 años) y Meghan Markle (41) tenía una pequeña trampa que ha quedado al descubierto. La pareja mostraba su día a día en su hogar de Santa Bárbara, pero no todo lo que aparece en la producción de Netflix es real. Algunas de las imágenes no habían sido tomadas en el interior de su imponente mansión de Montecito, sino en una muy cercana a la suya y con una apariencia bastante similar.

En concreto se trata de las entrevistas realizadas a amigos cercanos de la pareja para hablar de cómo habían vivido los duques de Sussex el acoso de la prensa británica. También fue la elegida por la pareja para algunos de los momentos en los que ellos aparecen hablando sentados en un sofá y otras escenas cotidianas. Se desconoce el motivo de la elección de esta segunda localización teniendo en cuenta que empezaron a grabar la serie en 2020 y contiene muchas escenas en el interior de su verdadero hogar.

Sea como fuere, el segundo escenario fue elegido a la perfección, puesto que no se notaba que eran dos casas diferentes. Esta mansión, ubicada cerca de la original en Montecito se encuentra actualmente a la venta por 31 millones de euros y está incluida en la lista Top Ten Real Estate Deals por su espectacularidad.

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Fachada de la mansión del documental. Leverage

Su verdadero propietario es el empresario y activista ecológico Mark Schulhof. Es de estilo mediterráneo y algo más pequeña que la de los Sussex. Tiene 1.200 metros cuadrados aproximadamente, según se especifica en la citada web. Cuenta con vistas al mar y a la montaña, seis dormitorios, uno de ellos en suite, siete cuartos de baño, gimnasio, sala de cine y piscina, entre otros lujos. Además, está construida de manera sostenible, algo importante para Meghan y Harry, muy concienciados con el medioambiente.

La estancia estrella de la mansión es su enorme salón, con grandes ventanales, muebles blancos, una lámpara de araña y un piano de cola. Está situado en la segunda planta, abierto a una gran terraza exterior con balaustrada de forja. Parece ser el lugar donde los Sussex hablan a cámara sentados en un sofá en algunos de los episodios.

El salón de la casa, con sofás blancos. Leverage

La cocina, abierta a un amplio comedor con sofás de cuero y chimenea, es otro de sus puntos fuertes. Los muebles combinan el mármol con la madera en color negro, dispone de una isla central y vistosas lámparas. Es muy parecida a la que sale en el documental, aunque cuenta con elementos decorativos diferentes. 

La cocina, con isla central en negro y mármol. Leverage

Esto demuestra que tanto la casa verdadera de los Sussex como la que usaron para algunas tomas tienen muchos elementos en común. Sucede lo mismo con el exterior, pues la mansión suplente también dispone de vistosos jardines, un huerto, un gallinero y casita de invitados. La mansión fue construida en 2006 y es una de las más lujosas de la zona.

La mansión por dentro.

Pese a tener menos metros cuadrados que la del príncipe y su esposa, el precio por el que está a la venta es bastante superior. La pareja adquirió su hogar de Montecito en 2020 por 14,65 millones de euros. Tiene 1.734 metros cuadrados, nueve dormitorios y 16 baños y Meghan asegura que se enamoraron de ella a primera vista.