Salud

La batalla perdida contra los accidentes laborales en España: las muertes suben un 58% en sólo 10 años

Los expertos en salud laboral denuncian que los trabajadores no cuentan con la formación necesaria en el ámbito de la prevención.

10 mayo, 2024 02:47

Las tragedias en el ámbito laboral se han sucedido en los últimos días. En Madrid, un trabajador de 58 años falleció este miércoles tras caer desde una altura de 12 metros. En Castilla-La Mancha se vivió el mismo suceso a finales del pasado mes; en este caso, la víctima sufrió un accidente con una radial de gran tamaño. El incidente más reciente se ha producido este jueves en el Casco Viejo de Bilbao, donde el derrumbe de la cubierta de un edificio ha dejado a cinco obreros heridos.

La sucesión de estos episodios refleja una triste realidad que acecha a España: cada vez hay más accidentes laborales. En 2022, se produjeron 653.510 que ocasionaron la baja del trabajador, según los datos del Ministerio de Trabajo. La cifra supone un aumento de 162.737 accidentes en sólo una década.

Para el mismo período, el número de fallecidos en accidentes de trabajo también ha aumentado un 58%; pasando de 452 en 2012 a 716 en 2022. Cabe aclarar, en este sentido, que hasta 2016 se incluyeron como mortales los accidentes donde el trabajador fallecía el mismo día. A partir de entonces se registran los fallecimientos a consecuencia del accidente en el plazo de un año.

"Entiendo que se haya producido este aumento porque hay menos inversión en la formación de los trabajadores que empiezan en un trabajo. Ese es el cáncer de los accidentes laborales en España", afirma Araceli Santos, vicepresidenta de la Asociación de Especialistas en Enfermería del Trabajo (AET), a EL ESPAÑOL.

La coordinadora de salud laboral de CCOO, Carmen Mancheño, considera que no se puede realizar un análisis riguroso, teniendo en cuenta que la metodología ha sufrido una modificación. Aun así, hablamos de casi dos fallecidos diarios en su jornada de trabajo. Los datos provisionales de 2023 muestran una tendencia al alza que se mantiene, con 721 fallecimientos.

Cuáles son las causas

Ambas coinciden en que uno de los principales motivos de este incremento es la externalización de la prevención laboral. Al recurrir a un servicio ajeno, en el que "prima el negocio y no la calidad", el propio trabajador es el que más se ve afectado.

"Muchas veces las empresas contratan SPA [servicios de prevención ajenos] para que realicen al vigilancia de la salud de los trabajadores, limitandose estas a realizarles un examen de salud, sin más". Santos cree que se debería invertir más, ya que "en España contamos con los técnicos de prevención, que se encargan de velar por la salud del trabajador".

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Las expertas también señalan a la pérdida de valor de la prevención. Gracias a los avances conseguidos con la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, aprobada en 1995, se cayó en una cierta desconfianza que no deja de ser un espejismo, pues, como indica Macheño, los accidentes 'tradicionales' (caídas en altura, atrapamientos, electrocuciones, entre otros) "se siguen arrastrando desde hace años". Según los datos de Trabajo, en el sector de la construcción los accidentes laborales crecieron casi un 50% en sólo 10 años.

Denuncia que no es por una falta de recursos, sino por un incumplimiento de la norma por parte de algunos empresarios. Además, cuando se deben reducir los gastos, "donde antes se elimina es en la prevención". Macheño no concibe que esto suceda, que "se sigan produciendo caídas desde de los andamios", puesto que las herramientas de prevención de riesgos "son baratas". 

"Los accidentes in itinere [los accidentes laborales ocurridos en el trayecto de casa al trabajo o viceversa] y las caídas en altura son muy comunes", añade Santos. En 2022, de hecho, las caídas de personas representaron el 17,1% de los accidentes de trabajo con baja; sólo por detrás de los movimientos del cuerpo como consecuencia de o con esfuerzo físico (24,4%) y de los movimientos del cuerpo sin esfuerzo físico añadido (18,5%).

Aprovechar mejor los recursos

En lo que se refiere al perfil, la vicepresidenta de la AET incide en que se trata de un trabajador que no tiene gran experiencia o que se mueve entre distintos sectores: "En la construcción, por ejemplo, que se trabaja en altura y con maquinaria pesada, lo deseable sería que los trabajadores tuvieran más formación e información, primero en la actividad que van a realizar y en segundo lugar formación en prevención de riesgos".

En 2022, la incidencia de accidentes de trabajo fue algo más del doble en los hombres (393.723) respecto a las mujeres (177.551). Esta relación empeora conforme aumenta la gravedad de los accidentes de trabajo, llegando a ser la mortalidad por accidente de trabajo casi 13 veces mayor en los varones (666) que en el género femenino (45).

Desde CCOO también advierten que el riesgo de accidente tiene un riesgo de clase. Según su último análisis, el primer fenómeno que se aprecia es que "el factor clase es absolutamente determinante en el aumento de la probabilidad de sufrir un accidente de trabajo". El índice más alto en los grandes grupos de ocupación, el de los peones de la agricultura, pesca, construcción, industrias manufactureras y transportes, multiplica por 41 el del más bajo, que corresponde a otros técnicos y profesionales científicos e intelectuales".

Con respecto a la distribución territorial de los accidentes laborales, se dibuja un mapa en el que se observa que la incidencia se aleja de las comunidades más pobladas. Siendo las Islas Baleares, con 4.893,2 por 100.trabajadores, la región más afectada, por detrás de La Rioja (4.248) y Cantabria (4.226).

Uno de los posibles motivos de este trágico primer puesto es el importante papel que juega el sector servicios en el archipiélago balear. Esta actividad es la que más accidentes laborales engloba, con 352.838; muy por detrás de industria (104.749), construcción (84.159) y el sector agrario (29.528).

En cuanto al número de fallecidos en accidentes de trabajo, la realidad es bien distinta. La Región de Murcia cuenta con la mayor incidencia de fallecimientos, con 8,07 por 100.000 trabajadores. En términos absolutos, las comunidades más pobladas sí que son en esta ocasión las más afectadas: Andalucía (121), Cataluña (91) y Madrid (77). 

En este sentido, Santos no cree que guarde relación con el tipo de actividad que se realiza en cada una de ellas, sino con las medidas que se tomen: "Si hay una en la que se permite que cualquiera que llegue a una obra se pueda poner a trabajar, pues el riesgo será mayor".

Esta especialista en Salud Laboral reconoce que en España el trabajador debería estar protegido: "Es cierto que lo está. Pero habría que aprovechar mejor los recursos humanos que tenemos. Esto aportaría valor a la empresa y seguro que mejorarían los datos de siniestralidad laboral", concluye.