Runners participando en la maratón de Nueva York.

Runners participando en la maratón de Nueva York. Gtres

Salud

El riesgo desconocido de correr maratones después de los 40: bueno para ellas, malo para ellos

Un análisis en 300 deportistas de resistencia desvela que la edad vascular de los varones es mucho mayor que la cronológica. 

9 junio, 2022 03:45

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Defender a estas alturas la práctica regular de ejercicio como algo benéfico para la salud- y también para adelgazar- es absurdo, al ser algo evidente y científicamente demostrado. Pero esto no quiera decir que todos los deportes sean recomendables y mucho menos que lo sean para todo el mundo y uno de los que más se suele poner en la picota es el running, en concreto en su versión más extrema: las maratones

A pesar de las advertencias sobre la práctica de estas carreras de 42,195 km. -ligada sobre todo a la falta de preparación de algunos de los corredores-, lo que hasta ahora no se había descrito es que impactaran de distinta forma sobre la salud de hombres y mujeres

Es precisamente lo que ha hecho un estudio presentado en la reunión anual de la Sociedad Británica Cardiovascular (BCS), que se celebra estos días en Manchester y que ha medido el impacto sobre la salud de eventos deportivos de resistencia -maratones, pero también triatlones ironman o carreras ciclistas muy exigentes-. Ell resultado, que ha recogido The Telegraph, no gustará seguramente a los varones.

Pero antes de que todos los hombres cuelguen las zapatillas, una advertencia: como ocurre en muchas comunicaciones de congresos, el trabajo no ha sido revisado por autores ajenos -lo que se conoce como revisión por pares-, por lo que sus resultados deben recibirse con cautela. Eso sí, son los que son. 

Correr maratones podría envejecer a los deportistas varones una media de 10 años, mientras que con las mujeres ocurriría exactamente lo contrario: la actividad deportiva exigente les rejuvenecería en alrededor de seis años sobre su edad biológica. 

Sin embargo, hablamos de un congreso de cardiología y un estudio de la especialidad. El envejecimiento que describen los autores -de los hospitales St. Bartholomew, St. George y del University College London- es vascular, bastante más preocupante que la salida de canas o la aparición de arrugas en la piel

Para llegar a sus conclusiones, los autores del trabajo analizaron a 300 atletas no profesionales, pero que sí tenían algo en común: haber participado en al menos 10 carreras de resistencia y haber hecho ejercicio regularmente durante al menos 10 años. Además, todos -mitad hombres y mitad mujeres- tenían más de 40 años. 

Lo que más había eran corredores, pero también se estudió a ciclistas, nadadores y personas que practicaban remo

Se sometió a todos los voluntarios a una resonancia magnética con el objetivo de analizar la rigidez de la aorta, la arteria más larga del organismo y la encargada de transportar la sangre rica en oxígeno desde el corazón hasta el resto del cuerpo y el cerebro. 

Los investigadores observaron que las aortas de los hombres estaban más rígidas, una rigidez que correspondía a la habitual en varones 9,6 años mayores que su edad cronológica. La rigidez de esa misma arteria en las mujeres era similar que la correspondiente a su edad, lo que implicaba que no había cambios en su edad vascular

Pero los médicos analizaron también otra arteria, la llamada aorta descendente y ahí las diferencias entre hombres y mujeres resultaron ser todavía mayores. La edad vascular en los atletas masculinos resultó ser 15 años mayor que la cronológica, pero en las mujeres se observó una edad vascular seis años menor. 

Aunque el hallazgo es llamativo, los expertos no tienen claro cómo interpretarlo. La razón es que aunque se ha visto que una edad vascular superior a la cronológica se asocia a problemas cardiovasculares, esta asociación se ha establecido hasta ahora en no atletas

"Cómo estos hallazgos se correlacionan con un riesgo potencial para la salud de los atletas es algo que no entendemos todavía del todo, por lo que habrá que seguir estudiando el asunto", explicó al periódico británico Rebeca Hughes, la autora principal del estudio.