Una científica trabaja en un laboratorio.

Una científica trabaja en un laboratorio. EFE

Ciencia Conflictos

La comunidad científica española se rebela contra la guerra y pide cancelar proyectos con Rusia

Crue Universidades Españolas, COSCE y Facme consideran la invasión rusa como un ataque a la libertad y la democracia.

2 marzo, 2022 12:35

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La invasión rusa a Ucrania está teniendo numerosas consecuencias a nivel internacional. Embargos y sanciones políticas y económicas son las más sonadas, pero desde todos los sectores se está interviniendo para condenar el ataque. En España, uno de los últimos en pronunciarse ha sido la comunidad científica, que ha emitido un comunicado para expresar su solidaridad con el pueblo ucraniano y su malestar con la situación

El escrito, firmado por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE) y la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme), sentencia: "Estas instituciones consideran la agresión rusa como un ataque a los valores de la libertad y la democracia, fundamentos de la libertad en la investigación y de las oportunidades de cooperación académica internacional". 

Como medida sancionadora, las entidades recomiendan a la comunidad científica que, en el caso de existir algún convenio de cooperación científica con instituciones estatales de Rusia "se congele con efecto inmediato hasta nuevo aviso".

En el comunicado, señalan que son conscientes de que su decisión tendrá consecuencias en numerosos proyectos, pero explican que su intención es "mostrar solidaridad con los científicos rusos que expresan su consternación ante la invasión de Ucrania".

La decisión de estas instituciones llega días después de conocer el movimiento que han iniciado científicos rusos para protestar contra la guerra. Lo han hecho a través de una carta firmada por más de 600 científicos y periodistas del país, en la que señalan su repulsa e incomprensión ante lo que está sucediendo. "Nuestros padres, abuelos y bisabuelos lucharon juntos contra el nazismo. Desatar una guerra en aras de las ambiciones geopolíticas de los líderes de la Federación Rusa, impulsada por dudosas fantasías historiosóficas, es una cínica traición a su memoria", sentencian. 

La misiva, publicada en TrV-Nauka, asume el error de las decisiones de sus políticos: "La responsabilidad de desencadenar una nueva guerra en Europa recae enteramente en Rusia. No hay justificación racional para esta guerra". 

El impulsor de la iniciativa es Mikhail Gelfand, un bioinformático del Intituto Skolkovo de Ciencia y Tecnología de Moscú que decidió paralizar sus clases en la universidad para compartir con sus alumnos su malestar con la decisión.

Eso fue la mecha para desencadenar el movimiento y ha logrado captar firmantes tan importantes como el premio Nobel Konstantín Novosiólov, conocido por sus trabajos sobre el grafeno.

Las consecuencias del aislamiento

Los científicos alertan del peligro que conllevarán las sanciones para las investigaciones científicas, algo que se corrobora con el caso de España. "Después de todo, realizar investigaciones científicas es impensable sin la plena cooperación de colegas de otros países. El aislamiento de Rusia del mundo significa una mayor degradación cultural y tecnológica de nuestro país en ausencia total de perspectivas positivas", sentencian.

A la decisión de los científicos españoles hay que sumar las iniciativas de otras instituciones, como la del Congreso Internacional de Matemáticos (ICM), que iba a tener lugar el próximo julio en San Petersburgo. Tras una petición de la Unión Matemática Internacional (IMU), decidieron cancelar la reunión. "El ICM es un lugar de encuentro único en el que matemáticos de todo el mundo dejan de lado diferencias políticas y culturales y hablan de matemáticas. Sin embargo, los recientes acontecimientos en Rusia y Ucrania han cambiado radicalmente la situación. Las acciones de Rusia, condenadas en todo el mundo, han hecho imposible un evento presencial en Rusia", enuncia su comunicado.

Mientras que Putin recibe la condena internacional, Ucrania obtiene su apoyo. Tanto la CRUE como la COSCE y Facme ofrecen su ayuda a la comunidad científica ucraniana y han manifestado su intención de promoción de proyectos de investigación bilaterales y programas de acogida a investigadores ucranianos que se vean forzados a abandonar su país. "La ciencia tiene un papel relevante en la construcción de la paz", sentencian.