El aguacate se ha convertido en uno de los "superalimentos" más populares en España y en gran parte del mundo, lo que no resulta extraño si tenemos en cuenta el sabor y la versatilidad que ofrece, pues se puede usar tanto en recetas dulces como batidos, helados, brownies y distintas recetas saladas como ensaladas, guacamole, tostadas y mucho más.
Pese a que es habitual encontrarlo en las cocinas de los hogares españoles, elegir un buen aguacate que se encuentre en su punto puede ser más difícil de lo que pueda parecer, y en ocasiones están tan verdes que no se pueden consumir. Sin embargo, existe un truco que sirve para que el aguacate madure en solo 24 horas, para lo que hay que guardarlo de una manera concreta, sin usar ni un papel de aluminio ni un tazón de arroz.
Para conseguirlo solo se necesita una manzana o un plátano, pues debes guardar los aguacates junto a una de estas frutas en una bolsa de papel o un recipiente cerrado. Con este pequeño tip conseguirás que, en apenas un día, estén listos para comer.
El motivo por el que este truco es eficaz tiene que ver con el hecho de que las manzanas y los plátanos liberan una gran cantidad de etileno, un gas natural que fomenta la maduración del resto de alimentos que lo absorben. De esta forma, los aguacates, al estar encerrados con una cantidad de etileno, madurarán con una gran rapidez.
Es preferible hacerlo en una bolsa de papel y evitar el plástico, puesto que este atrapa una mayor cantidad de humedad, lo que puede hacer que tanto el aguacate como el plátano o la manzana se estropeen y, por tanto, haya que tirarlos a la basura.
Otro punto a tener en cuenta es que no hay que introducirlo en la nevera, ya que el frío reduce la liberación de etileno, lo que ralentizará la maduración del aguacate, tardando así varios días para que pueda llegar a estar maduro y se pueda disfrutar.
Si se quiere que el aguacate esté listo para comer con mayor rapidez, solo habrá que aumentar el número de manzanas o plátanos en la bolsa para aumentar el gas presente, consiguiendo así acelerar notablemente el proceso.
Otras formas de madurar los aguacates
Para saber si un aguacate está maduro, además de mostrar una piel de color oscuro y con un poco de brillo, hay que presionar con suavidad y comprobar que estén blandos. Si no lo están, se puede poner en práctica el truco mencionado, pero también recurrir a otros métodos que permiten acelerar el proceso de maduración de este alimento.
Uno de ellos es el de envolver los aguacates en papel de periódico y dejarlos en un sitio aireado donde no les dé la luz, pues se trata de una fruta muy frágil. En pocos días, conseguirás que su pulpa se ablande.
Otra posibilidad es envolverlos en papel de aluminio o papel de embalar, casos en los que habrá que vigilar de que no presente ninguna rotura para que no entre el aire, y esperar un par de días para que ayude a acelerar la maduración. Si se envuelven junto a un tomate maduro, el proceso será más reducido.
También se puede introducir en el horno, un método con el que se consigue madurar los aguacates casi de forma instantánea. Es un proceso tan sencillo como hacer unos pequeños cortes en la piel que no sean demasiado profundos, para luego envolverlos en papel de aluminio e introducirlos en el horno durante 10 minutos a una temperatura de unos 150-160 °C.
Luego, apaga el horno y deja reposar 5 minutos en el interior del horno, tras los cuales tendrás que sacarlo y, una vez que se haya perdido todo el calor, introducirlo en la nevera.
Además del horno, se puede usar el microondas para acelerar su proceso de maduración, aunque en este caso es importante recalcar que cambia tanto el sabor como la textura. Esto hace que sea ideal para poder preparar smoothies, guacamole, tartas, mousses, batidos…
En este caso habrá que pinchar el aguacate en varias ocasiones con un tenedor, para ponerlo en un plato, taparlo e introducirlo en el microondas durante 30-60 segundos, en función de su dureza, para esperar a que se enfríe.
Otra manera de usar este electrodoméstico para acelerar la maduración pasa por cortar la fruta por la mitad (a lo largo), quitar el hueso, y envolver cada medio aguacate en film plástico apto para microondas, para luego meterlo en su interior a alta potencia durante un par de minutos. Una vez que se deja reposar durante unos segundos, se colocan en un bol con agua fría para que así puedan recuperar parte de su textura.
Una última forma de conseguir que se acelere su maduración, es cubriéndolos con harina. Para ello hay que llenar un recipiente con harina y entierra en su interior el aguacate. Al hacerlo, se consigue que se produzcan emisiones de etileno más abundantes, y con ello, se conseguirá que estén maduros y listos para comer con mayor rapidez.
De esta forma, existen múltiples técnicas que se pueden poner en práctica para que los aguacates se puedan consumir, debiendo tener en cuenta que, una vez abierto, el aguacate es un fruto que se oxida y pone marrón muy rápidamente, por lo que conviene consumirlo en un corto espacio de tiempo o usar algún truco para evitar la oxidación.