La cebolla es deliciosa. Da sabor a los platos y hace que sepan mejor. Pero... ¡te hace llorar! ¿Por qué una cebolla nos hace llorar tanto como el Titanic? Es muy sencillo. Las cebollas están formadas por células que contienen compuestos de azufre y una sustancia, más concretamente una enzima, llamada alinasa. Cuando el cuchillo corta las células de la cebolla, la alinasa se libera y provoca la formación de un compuesto lacrimógeno, y es volátil.
Cuando este compuesto sulfuroso entra en contacto con el líquido que protege nuestros ojos del polvo y de los intrusos, al bañar nuestras córneas, se disuelve y da lugar a la formación de ácido sulfúrico, especialmente irritante.
La respuesta es inmediata: el cerebro es alertado de la presencia de este cuerpo extraño, especialmente doloroso por su acidez. El sistema de producción de lágrimas se activa. Se producen lágrimas en abundancia para enjuagar los ojos.
Existen muchos métodos y trucos, cada uno más original que el otro, para evitar el llanto. El más conocido es pelar la cebolla bajo un chorrito de agua o mojar la hoja del cuchillo, lo que impide que el factor lacrimógeno se propague al ser absorbido por el agua.
Del mismo modo, corta las cebollas bajo el agua caliente del grifo. Otra opción es cortarlas al lado de una nube de vapor. Hazlo sobre un hervidor o cacerola de agua hirviendo. El principio es que el vapor ascendente lleva consigo las enzimas que provocan las lágrimas.
También, sumerja las cebollas en el agua, que desnaturaliza la enzima. Tenga en cuenta, sin embargo, que las cebollas perderán parte de su sabor y será más difícil trabajar con ellas, ya que estarán más resbaladizas. Si te gustan las cebollas dulces, este método es para ti.
Un método aún más seguro que funcionará siempre, es masticar un chicle mientras cortas las cebollas, ya que es un método aprobado por mucha gente. Mastica muy despacio, incluso dejando salir el chicle, para que tu boca esté muy húmeda. Tu boca, y en particular tu lengua, "fijarán" los agentes lacrimales. Los nervios olfativos, situados cerca de los conductos lagrimales, estarán cortocircuitados.
Por último, también puedes utilizar gafas de buceo o de natación, ¡una opción sexy garantizada! Por último, prueba a apretar una cerilla entre los dientes (sin encenderla, por supuesto) y deja el extremo rojo fuera. El azufre absorberá el factor lacrimógeno.