No todo el mundo se siente cómodo jugando con un mando de consola, con tantos botones y sticks; por eso los fabricantes de consolas buscan métodos alternativos para controlar los videojuegos que sean más fáciles de entender y usar. Nintendo lo consiguió con el mando de detección de movimiento en Wii hace más de diez años y Sony lo ha logrado en varias ocasiones: con la cámara que detectaba movimiento PlayStation Eye en PlayStation 2 y con los micrófonos del juego de karaoke “SingStar” y los pulsadores similares a los de un concurso televisivo de “Buzz!” en PlayStation 3.

Ahora que PlayStation 4 bebe de las mieles del éxito, Sony ha decidido volver a apostar por atraer a los no jugadores ofreciéndoles una forma de controlar juegos a la que todo el mundo está acostumbrado, los móviles, y está lanzando bajo el concepto-filosofía de PlayLink títulos que utilizan los smartphones y tablets en lugar del DualShock, el mando tradicional de la consola. A los que salieron para estas pasadas navidades (“Saber es Poder”, “Intenciones Ocultas”, “SingStar Celebration” y “¡Has sido tú!”) se suma ahora “Frantics”, un juego desarrollado por NapNok Games en el que se puede ganar impidiendo que los demás ganen una serie de minijuegos.

Frantics

Alocados animales de plastilina que se zancadillean

Cada jugador está representado por un alocado animal que parece fabricado en plastilina y las partidas están dirigidas por un zorro que, haciendo honor a la fama que se asigna a este animal tradicionalmente, siembra entre los jugadores la desconfianza y les anima a fastidiarse entre sí.

Uno de estos minijuegos, “Corredor Solitario”, concentra la esencia del juego. Consiste en una carrera por una pista dividida en distintas calles y hay que mover el personaje de una a otra o saltar para evitar los obstáculos que aparecen, pero también podemos empujar al corredor de al lado en el momento justo para que choque contra un poste. En una vuelta de tuerca más, el juego obliga a cooperar en algunos puntos en los que hay que pulsar sobre dos botones de forma simultánea para abrir unas puertas y evitar que todos los corredores queden estampados en ellas.

En otro de los juegos, “Carámbanos” hay que expulsar de una plataforma helada a los demás jugadores empujándolos; si un personaje se sube sobre otro tendrá más fuerza para eliminar a los rivales, y los dos conseguirían la victoria, pero también puede uno de ellos decidir en el último momento romper la unidad y lanzar al vacío a su aliado.

Para añadir más pimienta al juego, uno de los jugadores puede recibir en un momento dado una llamada del zorro en la que le asigna una misión de la que los demás no saben nada; si la cumple, conseguirá una corona extra que le será útil en el último minijuego de la partida. El zorro también puede decidir premiar a un jugador que ha destacado por molestar más a sus rivales, todo ello en pro de sembrar un poco de inquina.

De los juegos más exitosos a la psicología experimental

Para que el juego fuese sencillo de manejar con el móvil Napnok Games se fijó en los juegos de móviles más exitosos y estudió las posibilidades del móvil para controlar un juego. “En realidad, puedes diseñar tu propio mando en la pantalla, no tienes que limitarte a los botones que tiene el mando”, explica a EL ESPAÑOL Dajana Dimovska, codirectora del estudio. Pero para esa parte retorcida de ayudar por interés y hacer jugarretas el estudio recurrió a la psicología experimental, más concretamente al dilema del prisionero en el que los jugadores deben decidir si cooperan para beneficiarse o cada uno arriesga por su cuenta.

El director creativo del estudio, Laud Korsgaard, pone un ejemplo: “Dos animales están sosteniendo sobre sus cabezas a otro y hay entre ellos un premio en el suelo. Si los dos sueltan al animal que sujetan, mueren aplastados, si los dos mantienen su posición reciben ambos la recompensa y si sólo uno de ellos se inclina se queda con todo el premio”.

El productor asociado Ánchel Labena recuerda cómo para definir cómo serían los minijuegos Korsgaard estudió numerosos juegos de mesa “y los partieron en pedazos, hicieron cartas con sus propios prototipos y se plantearon cómo lograr que esos juegos funcionasen y la gente hablase entre sí. Después se implementaba el control con el móvil y se pasaba a pulir las mecánicas y el diseño” ya que para NapNok Games lo más importante del juego no es lo que se ve en la pantalla del televisor, sino la interacción entre los jugadores que tiene lugar frente a la pantalla

Varias lecturas, según la edad de los jugadores

El estudio quería que “Frantics” fuese no sólo adecuado para toda la familia, sino también divertido a todas las edades, y para ello ha establecido diversas lecturas, a semejanza de las películas de Pixar. Así, las desternillantes animaciones de los animales se dirigen a los más pequeños y los adultos captarán los guiños que manda el zorro en sus comentarios durante el juego.

El humor está presente en todo el juego, desde los animales que parecen hechos de plastilina y que tienen un aspecto inofensivo si no nos fijamos en las grandes bolsas de los ojos que sugieren que han estado de juerga toda la noche, al aire de dandi antiguo del zorro o cuando en un minijuego sobre sillas en el que hay que lanzar a los animales de forma similar a la petanca es posible dar unos cómicos saltitos en la dirección que mira el personaje.

La combinación de humor, un aspecto poco realista apto para todos los públicos y un concepto de juego poco habitual hacen de “Frantic” un juego que se adapta muy bien a este nueva idea de PlayLink que utiliza el Wifi para conectar los teléfonos móviles con la consola. Sony ha abierto una puerta por la que la empresa confíe que entre un público que hasta ahora no jugaba eliminando la barrera del mando al tiempo que abarata el hecho de jugar (cada DualShock cuesta unos 55 euros) para quien ya posea una PS4 ya que todo el mundo tiene smartphone o tablet.

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