Fontana Pretoria, en Palermo.
Un recorrido por las ciudades barrocas y volcánicas más visitadas de Sicilia: Palermo, Catania y Siracusa
En Sicilia se entremezclan arte, cultura y naturaleza. Ofrece un encanto único y un gran patrimonio artístico y cultural.
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Sicilia, la mayor isla del Mediterráneo, es un lugar donde se entrelazan arte, cultura y naturaleza. Con su paisaje montañoso, su mar cristalino y sus ciudades repletas de historia, ofrece un encanto único y un patrimonio artístico y cultural de valor incalculable.
Palermo, la capital siciliana y la ciudad más grande de la isla, suele ser el punto de partida ideal para recorrer Sicilia.
Uno de sus espacios más emblemáticos es la Piazza Marina, situada en el barrio de la Kalsa, que alberga el parque de Villa Garibaldi, diseñado en 1863 y donde crece el árbol más antiguo y grande de Italia.
Otra plaza imprescindible es la Plaza Pretoria, conocida popularmente como "la fuente de la vergüenza" por la desnudez de sus estatuas.
La Catedral de Palermo, consagrada a Nuestra Señora de la Asunción, reúne una sorprendente mezcla de estilos: desde los orígenes bizantinos hasta el barroco de la cúpula, pasando por los ábsides árabe-normandos o el pórtico gótico catalán.
Palermo, capital siciliana.
El Palacio Real o de los Normandos, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es otro lugar imprescindible. Construido en el siglo IX y ampliado en el XII, alberga la espectacular Capilla Palatina, célebre por sus techos de madera tallada y mosaicos dorados, como el famoso Pantocrátor. Igualmente deslumbrante es la Catedral de Monreale, célebre por sus impresionantes mosaicos bizantinos.
Entre las visitas más singulares está la Catacumba de los Capuchinos, donde se exhiben los cuerpos momificados de unas 8.000 personas. También merece la pena descubrir los mercados populares como la Vucciria o , y adentrarse en la tradición de las marionetas en el Museo Internacional de las Marionetas Antonio Pasqualino.
A los pies del imponente Etna, uno de los volcanes más activos de Europa, se encuentra Catania, una ciudad marcada por su historia y su carácter volcánico. Oscura y algo decadente, pero vibrante gracias a su comunidad universitaria, Catania sorprende con rincones como la Piazza del Duomo, la Fontana dell’Elefante y su Catedral.
El Etna, convertido en parque nacional, ofrece rutas de ascenso que permiten disfrutar de paisajes impresionantes y panorámicas únicas de toda la isla.
Muy cerca, en Taormina, se encuentra el célebre Teatro Griego, uno de los monumentos más emblemáticos de Sicilia, con vistas incomparables al mar y al Etna. En la ciudad destacan también la Piazza del Duomo, la Piazza IX Aprile y la Iglesia de San Giuseppe, además de la subida hasta Castelmola, un encantador pueblo en la cima de una colina.
Calle de la isla de Ortigia, en Siracusa.
La zona de Siracusa y sus alrededores constituye una de las partes más completas de la isla. En la isla de Ortigia destacan la Piazza del Duomo, la Fuente de Aretusa y la monumental fachada de su catedral.
El Parque Arqueológico de Neápolis conserva tesoros como el Teatro Griego y un espectacular anfiteatro romano, testimonio de la grandeza de la ciudad en la Antigüedad.
El barroco siciliano tiene su máxima expresión en ciudades como Noto, con su catedral de San Nicolò, el Palazzo Villadorata y la Piazza Municipio, que muestran la reconstrucción tras el devastador terremoto del siglo XVII.
Otra joya barroca es Caltagirone, famosa por sus cerámicas y por la monumental escalinata de Santa María del Monte, decorada con azulejos pintados a mano.
Otro tesoro de Sicilia es la Villa Romana del Casale, declarada Patrimonio Mundial, que conserva algunos de los mosaicos romanos más bellos del mundo. El carácter medieval de la isla se aprecia en Cefalú, con su pintoresco casco histórico y una de las playas más célebres de Sicilia.
En el interior destaca Petralia Soprana, uno de los pueblos mejor conservados, situado en lo alto de una colina. Su casco medieval y la iglesia de Santa María de Loreto se complementan con la naturaleza del Parque Regional de Nebrodi, donde un lago invita a la calma y al contacto con el entorno natural.
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