Un recorrido por los países que viven del cultivo del té.

Un recorrido por los países que viven del cultivo del té. Cedida

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Desde tiempos ancestrales, los mercaderes han recorrido el mundo para conseguir la preciada bebida del té

En Kenia, la mayoría de la gente vive y trabaja por el té. Además, esta bebida tiene un significado simbólico para la fe católica.

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F. J. R.
Publicada

Una ruta donde descubriremos los países más importantes en cultivo del té y nos permite descubrir maravillas naturales e importantes patrimonios de las antiguas civilizaciones. Sin duda, se trata de un recorrido diferente que aúna cultura, belleza natural e historia.

Kenia es el tercer productor mundial de té, Kerincho es una región que se encuentra a unos 2.000 metros de altitud, en el oeste de Kenia. Situado entre Nakuru y el lago Victoria, esta zona se caracteriza por un clima tropical cálido y húmedo, con precipitaciones abundantes.

Este clima es muy adecuado para cultivar té, ya que necesita agua y al mismo tiempo temperaturas calurosas. Con una población de alrededor de 200.000 habitantes, la mayoría de la gente vive y trabaja por el té.

El paisaje de un verde intenso está cubierto por numerosas plantaciones dedicadas a producir la materia prima para una de las infusiones más populares del mundo. Kericho está ubicada en las tierras altas que están al oeste del Valle del Rift, así que tendremos que rodear los Parques Nacionales del Lago Naivasha y Lago Nakuru.

Señora recogiendo el cultivo de té.

Señora recogiendo el cultivo de té. Cedida

Existen varias teorías acerca del origen del nombre de Kericho. Una de ellas apunta a que la zona fue bautizada así en honor de un conocido herborista llamado Kerich mientras que la otra dice que la región fue llamada así porque fue en este lugar donde los británicos construyeron un hospital a inicios del siglo XX. La palabra Kerichek significa “medicina” en el idioma de los kipsigis.

La Catedral Sagrado Corazón de Kericho, un lugar único de culto en las Tierras Altas de Kenia. Es una sinergia de iluminación con arquitectura. Caracterizada por el techo asombrosamente inclinado y el volumen interior ascendente, la iluminación natural juega un papel fundamental por su significado simbólico para la fe católica.

China y el origen del té

Yunnan posee la mayor extensión del planeta en jardines de viejos árboles de té. Aún hoy se realizan peregrinaciones hacia el árbol de té más viejo de la montaña, allí se reza a los guardianes de los ancestros del Espíritu del Té a ritmo de tambores. Pero Yunnan también esconde uno de los monasterios más famosos de lo que fue el Tíbet, Songzanlin.

La Casa del Té Chino.

La Casa del Té Chino. Cedida

Una ciudad monástica de aire medieval, con tres templos principales y una casa en la que residen los monjes. Edificios, banderas rojas, amarillas, verdes, aroma de incienso y velas de manteca de yak.
Y como “banda sonora” las campanillas y los “mantras” repetidos constantemente por los lamas de la túnica roja y azafrán.

Songzanlin es el monasterio budista tibetano más grande de Yunnan. Se encuentra cerca del condado de Shangri La, el mítico enclave de la “sociedad perfecta”.

En cuanto a Sichuan, cuenta la leyenda que, casi tres mil años antes de Cristo, el emperador chino Shen Nung se encontraba bajo un árbol de té. Siguiendo las instrucciones que daba a su pueblo, hervía agua para consumirla.

En ese momento, varias hojas del árbol cayeron sobre el agua en ebullición. El emperador quedó sorprendido por el aroma que desprendía aquella infusión y la probó. Cierta o no, la leyenda inicia la larga historia del té en China.

Nacía una infusión que, milenios después, se extendería por el mundo. Su sabor, y sus propiedades medicinales, la han convertido en una de las bebidas más consumidas en el planeta. Las condiciones climáticas de esta próspera provincia china propician, además del té, una agricultura intensiva y grandes recursos minerales. Es una tierra “de abundancia”.

India también pasó a ser un importante destino comercial en la ruta del té. Desde el Tíbet, las caravanas de té recorrían la ruta hasta el Paso de Nathu La, un agreste camino de montaña en el Himalaya que se utilizaba para dirigirse hacia Calcuta. Té, y sal, a cambio de trigo y arroz.

Calcuta es hoy, una ciudad especialmente activa y aparentemente caótica. Es el principal centro comercial y educativo de la India Oriental. La ciudad más atractiva de la India mantiene sus toques coloniales, herencia de su pasado británico. Muy cerca de Calcuta se encuentra un famoso templo hindú dedicado al culto de la diosa Kali, protectora de la población.

El té como símbolo de culto.

El té como símbolo de culto. Cedida

Daksineswar consta de un templo principal dedicado a la diosa, otro a Radha Krishna y doce pequeños templos en honor a Shiva. Además, dispone de un elemento fundamental para alcanzar su posición como centro de peregrinación, el río.

El té en Europa

El té llego a Europa. A partir del siglo XVII las Compañías de las Indias Orientales, holandesa y británica, se encargarían de extender el té por sus colonias. Pero fue, finalmente, la Compañía Británica la que se hizo con el monopolio gracias a ciertos trucos y una poderosa flota.

El nacimiento del británico té de las cinco tiene su origen en el siglo XIX. La Duquesa de Bedford, amiga íntima de la reina Victoria, pidió a su sirvienta que le llevara unos sándwiches y algo “de picar”, con el té de media tarde. La costumbre creó la excusa perfecta para tomarlo con familiares y amigos, el momento más social del día.

No es extraño que la reina Victoria adoptara el “Afternoon Tea”, como el momento de descanso, en su palacio de Buckingham Palace. El magnífico edificio que ella misma convirtió en residencia oficial de la monarquía británica en Londres.

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