La Riviera Francesa.
La Costa Azul es conocida como la Riviera Francesa: repleta de playas doradas y magníficas ciudades cosmopolitas
La Costa Azul está repleta de antiguos pueblos pesqueros. A día de hoy se han convertido en un atractivo turístico para disfrutar de sus playas de arena fina durante las vacaciones.
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Costa Azul es sin duda un destino ideal para los amantes del mar, el sol, la vida playera y la vida nocturna de clubes y fiestas. Pero también es un lugar capaz de ofrecer itinerarios inéditos: podrás pasear entre las excepcionales galerías de arte de los grandes maestros impresionistas, que encontraron inspiración en los vivos colores de la naturaleza provenzal, pueblos característicos llenos de encanto y centros históricos que oscilan entre la elegancia de las lujosas villas de los años 20 y los núcleos medievales, inmersos en una naturaleza exuberante.
Y es que esta zona costera del sureste francés, a orillas del mar Mediterráneo, es famosa en el mundo entero por localidades como Cannes, Niza, Mónaco o Saint-Tropez, extraordinarias playas de arena fina o guijarros y encantadores pueblos como Saint-Paul de Vence o Eze. Pero, sobre todo, famosa por el lujo y la elegancia. Así que, ya sabes, si deseas disfrutar al máximo de tus merecidas vacaciones, la Costa Azul es un lugar ideal.
Saint-Tropez es un popular pueblo en el departamento francés de Var, en la región que abarca la Provenza, los Alpes y la Costa Azul. Aunque tiene un pasado como pueblo pesquero, en la actualidad se trata de un lujoso centro turístico en los meses más calurosos, donde la élite nacional e internacional se da cita. Prueba de ello es el muelle lleno de yates, veleros y barcos de lujo, además de mansiones de las estrellas de cine que se dejan ver en plena costa.
Saint-Tropez, en la Riviera.
Esta ciudad portuaria fue originalmente un discreto pueblo de pescadores que alcanzó la popularidad cuando algunas familias se trasladaron a la ciudad, y se llenó poco a poco de grandes poetas, escritores y artistas famosos que llegaron a Saint-Tropez en busca de inspiración. Su buen clima y sus playas atraen a gran parte del turismo que busca estos elementos en sus vacaciones, pero también destaca por tener importantes lugares de interés.
El monumento preeminente de la ciudad es la Ciudadela, por su envergadura y su situación. Esta ciudad fue fruto de constantes ataques de piratas, corsarios y turcos, de ahí su necesidad defensiva. Es desde la Ciudadela donde se ofrecen unas increíbles panorámicas de la bahía de la ciudad y toda la costa. Además, si el día está claro, se puede llegar a ver la Moyenne Corniche y el camino de Niza a Mónaco. Desde los cañones se pueden ver bien los tejados y la torre del reloj.
La Riviera Francesa.
La ciudad ha conservado un gran número de antiguas capillas e iglesias, cada una con características únicas y peculiares. Se cree que Saint-Tropez está construida en el lugar de enterramiento del Santo Apóstol Trophime, de ahí que sea éste el patrón de la ciudad. Entre los templos religiosos destaca la Iglesia de Saint-Tropez por su campanario de 1624 pintado en color ocre de Siena. Su campanario es uno de los más bellos del departamento y es un emblema de la ciudad.
La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVIII, destaca por su fachada con una estatua de Saint-Tropez centurión, además de su estilo barroco italiano. Otro sitio digno de visita es la capilla de Sainte-Anne, del siglo XVII. La Vielle Ville, Ciudad Vieja, fue construida por los habitantes que se instalaban después de la construcción de la Ciudadela. Está formada con casas altas y fachadas pintadas de colores ocres, amarillos y naranjas que reflejan las aguas del puerto.
Playa de la Costa Azul.
Antiguamente, muchas de estas construcciones se utilizaban para guardar los barcos de pesca y actualmente están convertidos en comercios y tiendas, así como locales de restauración. Es muy recomendable esta zona para disfrutar de un café con vistas al puerto y los atardeceres mediterráneos que se pueden contemplar desde esta ciudad.
Saint-Tropez cuenta con el centro de investigaciones y ensayo de torpedos para la Armada después de que, en 1907, Schneider decidiera situarla en la ciudad. Fue en 1914 cuando la Marina encargó pedidos a la fábrica, nacionalizándose en 1936. El Museo de l’Annonciade, situado en una antigua capilla del siglo XVI, presenta una sorprendente colección de pinturas de grandes nombres del arte moderno, como Signac, Matisse, Picabia, Braque o Dufy.
Otro centro museístico destacable de la ciudad es La Casa de las Mariposas, un pequeño museo en el que se muestran más de 20.000 mariposas de todo el mundo recogidas en una típica residencia de la ciudad, que perteneció a su fundador, Dany Lartigue. Una exposición original, llena de color y con especímenes singulares, como el Apolo Negro del Mercantour.
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