Obtener el título no es fácil. La Organización Internacional de Villas del Libro exige una pequeña localidad rural, en la que se concentren anticuarios de libros y librerías de segunda mano. Las Villas del Libro surgen en pueblos que cuidan su patrimonio y su antigua belleza. Una gran apuesta por no olvidar la cultura tradicional, y consolidar un turismo rural, cultural y sostenible. Un interesante reclamo para bibliófilos. Cuatro continentes conocen las Villas del Libro. Una de las más antiguas, y visitadas de Europa es Hay-on-Wye, en el Reino Unido. En España, la Villa de Urueña en Valladolid y Bellprat en Barcelona, forman parte del selecto club literario.

La Vila del Llibre

Situada en la provincia de Barcelona, Bellprat, apenas supera los cien habitantes. Tan solo veinte viven en el núcleo urbano. Su Semana Anual de la Feria del Libro es todo un acontecimiento. Las calles se llenan de libros y las editoriales independientes presentan sus novedades. Los vecinos transforman sus casas en atractivas librerías y el pueblo se llena de visitantes. La mayoría asisten a coloquios, intercambian libros o disfrutan de las exposiciones y los espectáculos musicales y teatrales. Pero muy pocos se resisten a disfrutar del entorno.

En la zona sur del municipio de Bellprat se inicia una hermosa ruta. Un recorrido por el valle desde el que se observa el castillo de Queralt. Ruinas imponentes que se alzan sobre bosques y campos cultivados que dan color al paisaje. El perfil majestuoso de la fortaleza se alzó hace más de once siglos y perteneció a una de las familias más influyentes de la comarca, los Queralt. A los pies del castillo se encuentra la ermita románica de Sant Jaume de Queralt.

La Villa del Libro castellana

Urueña obtuvo el nombramiento un año antes que la villa barcelonesa. La pequeña localidad vallisoletana poseía el título de Conjunto Histórico Artístico desde 1975, y en 2007 fue designada Villa del Libro en consonancia con las europeas. Pero la labor había comenzado 16 años antes, cuando el cantante y etnógrafo Joaquín Díaz inauguraba el Museo Etnográfico. Los amigos de este trovador del siglo pasado, también se enamoraron de Urueña. El cantautor, Amancio Prada, era un habitual en los dominios de Joaquín Díaz y eran frecuentes las visitas de estudiosos del folclore musical, como el gaitero gallego, Carlos Núñez, o el acordeonista vasco, Kepa Junkera.

El conocimiento y los estudios de los instrumentos antiguos y la cultura popular aportaron aires de futuro al pequeño pueblo. Personajes conocidos, y ayudas oficiales, atrajeron también a los románticos del papel impreso. Actualmente, existe una librería por cada veinte habitantes. Diez establecimientos dedicados a los libros, y cinco museos con protagonistas como la música, los instrumentos y el pasado tradicional. Una gran oferta cultural que se suma a su atractivo histórico.

Urueña está protegida por una gran muralla del siglo XIII, bien conservada en el 80% de su perímetro. La puerta de La Villa, un magnífico mirador sobre los espléndidos campos de Castilla, y la puerta del Azogue, mantienen abierto el acceso al pueblo medieval. Su castillo, construido dos siglos antes que la muralla, resulta imponente. Un contundente sistema defensivo para una villa que ejercía como puente fronterizo entre León y Castilla. La magia del paisaje castellano, las construcciones centenarias y las puestas de sol, rebosan calma y encanto. Desde luego, el único atractivo de Urueña no es tener más librerías que bares. Algo, por cierto, bastante insólito.

Gales y su Villa del Libro

Hay-on-Wye es un pueblo muy famoso en el Reino Unido. Es Villa del Libro desde hace casi 60 años. En aquellos tiempos el señor Booth instaló su tienda de libros de segunda mano en la estación de bomberos del municipio. El éxito animó a otros libreros.

La imparable capacidad publicitaria de Booth le llevó a autoproclamarse monarca de Hay-on-Wye y nombrar primer ministro a su caballo. Tiempo después, se constituyó la Cámara de los Lores de Hay. Además, el Hay Festival impulsa la promoción internacional del municipio librero y cada año importantes figuras del mundo literario asisten a su Festival Anual de Literatura. Y, con más de medio millón de visitantes anuales, parece que el marketing funciona.

De camino a Hay-on-Wye, en un valle glaciar, surgen las ruinas del Priorato Llanthony. Monumentales restos de un convento agustino fundado en siglo XII por un noble normando. La inmensa edificación, de arquitectura normanda y gótica, fue uno de los grandes edificios medievales de Gales. Los parajes que rodean Hay son perfectos para realizar rutas de senderismo o excursiones a caballo.

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