Una danza, “Haka”, dio popularidad al equipo de rugby de Nueva Zelanda, los All Black. Un baile que los maoríes ejecutaban para atemorizar a los adversarios, antes de la batalla. Pero también, un ritual de orgullo y respeto que forma parte de ese espíritu nativo que pervive en todo el país. Auckland, levantada sobre más de 40 volcanes escondidos en colinas, jardines o lagos, es la ciudad más poblada. Una mezcla de modernidad y esencia tradicional.

La ciudad de los veleros

Una delgada franja de tierra se adentra en el Océano Pacífico y ofrece todas las opciones para la práctica de deportes náuticos. Dualidad marina y urbana. Hermosos puertos, bahías y veleros muestran el paisaje más reconocible de la capital económica de Nueva Zelanda.

La obsesión de Auckland por las embarcaciones tiene su reflejo en el Museo Marítimo Nacional de Nueva Zelanda, uno de los mejores museos marítimos del mundo. Mil años de historia repartidos en 14 galerías unidas al mar: exploraciones, descubrimientos, diseños náuticos y patrimonio cultural del pueblo maorí. Una increíble muestra del vínculo ancestral con el océano.

Viaduct Harbor es el centro de Auckland, el lugar perfecto para abordar un crucero o cenar con hermosas vistas, al borde del agua. Pero, el arte y la cultura se distribuyen por “Aotea Square”. La plaza es el corazón de un barrio que ofrece todas las posibilidades para el entretenimiento con salas de teatro, galerías de arte o espectáculos en clubs y bares.

Auckland War Memorial Museum

El Museo de Auckland es el más importante del país, contiene la historia natural y etnológica de Nueva Zelanda. Colecciones integradas por objetos del pasado, de la historia del país y la llegada de los colonos europeos, pero también de la vida natural de las islas. El museo expone un buen número de piezas arqueológicas y etnográficas de la cultura maorí, entre las que destacan tres edificios completos y una canoa de guerra (waka taua) de 1830.

Sky Tower resulta visible desde cualquier punto de la ciudad. Sus 328 metros de altura la convierten en la torre más alta de todo el Hemisferio Sur. Además de las magníficas vistas, su oferta de actividades va desde el casino, que se asienta en su base, o un restaurante de 360 grados hasta el SkyWalk o el SkyJump; o lo que es lo mismo, un paseo a más de 190 metros de altura sobre una pequeña plataforma o un salto al vacío desde el mismo piso 52, 16 segundos de caída libre a más de 70 kilómetros por hora. Para aquellos que disfruten de un seguro de vida fiable, el Puente Harbour también ofrece la práctica de deportes de riesgo similares.

La avenida Queen Street, de casi tres kilómetros de largo, es la arteria principal de la ciudad. La zona ideal para salir de tiendas, disfrutar de una gran variedad de restaurantes o visitar algunos de los edificios más emblemáticos como el Ferry Building, un fondo tradicional en las fotografías de los turistas. En realidad son dos edificios. El Edificio Antiguo está construido en piedra arenisca y es de estilo barroco eduardiano, típico del imperio británico en los inicios del siglo XX.

Su imponente arquitectura muestra la importancia del transporte por agua en Auckland y fue utilizado como terminal y oficinas de las compañías de transbordadores, que actualmente se encuentran en el Nuevo Edificio. Situado detrás del Edificio Antiguo, parece simular un grupo de barcos anclados. El conjunto Ferry Building se alza como muestra emblemática de una las ciudades portuarias más grandes del mundo.

Cosmopolita y animada, Auckland alardea de artes, ocio y una atractiva vida nocturna. Pero, al mismo tiempo, dispone de cientos de kilómetros de paseos peatonales, exhibe idílicas playas y bosques autóctonos, montañas, parques nacionales y reservas marinas.

Su clima templado, especialmente entre noviembre y abril, permite disfrutar de todas las actividades y destinos como las playas vírgenes de Waiheke Island. La isla, conocida como refugio de artistas, dispone de tiendas, galerías de arte, magníficos restaurantes y estupendos viñedos. Es una de las joyas del golfo de Hauraki, por el que deambulan lujosos cruceros y cientos de embarcaciones. A pesar del intenso tráfico marítimo, no faltan delfines ni ballenas.

Frente a la costa de la gran ciudad emerge otra de las islas más frecuentadas de Auckland, Rangitoto. Destino de senderistas y excursionistas, se asienta sobre un volcán que surgió del mar hace 600 años, el más joven del gran campo volcánico de Auckland. Sus cuevas de lava negra, los restos de naufragios o el curioso cráter, son algunos de sus atractivos. Desde la cima resulta hipnótico contemplar las aguas azules, las islas de color esmeralda del golfo o las escarpadas siluetas de varias cadenas montañosos, Waitakere y Hunua. Paisajes increíbles dignos del mejor “selfie”.

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