La República de Madagascar es un estado insular de África suroriental, separada del continente por el canal de Mozambique. Además de la isla principal, la República está compuesta por otras islas de menor tamaño. Madagascar posee especies animales y plantas únicas en el mundo fruto del aislamiento producido tras la separación, hace millones de años, del resto del continente africano y posteriormente la India. Hay animales que solo se pueden avistar en libertad en esta isla.

Aunque no cuenta con unas infraestructuras muy buenas para el transporte, Madagascar es una maravilla para visitar. La deforestación es un problema en el país, pero cuenta con parques nacionales y reservas extraordinarias, la gente es amable y los grandes contrastes del interior de la isla con la costa es algo digno de experimentar.

Se pueden visitar sus dos principales ciudades, Antananarivo y Diego Suárez, la isla de Sainte Marie, el canal de Pangalanés, pequeños pueblos como Morondava, pero sobre todo, destacan los parques nacionales y reservas donde se puede disfrutar de la fauna en plena libertad y vegetación de lo más sorprendente.

Antananarivo es la capital de Madagascar y su parte alta es lo más destacado e imprescindible de la visita, junto al conocido Palacio de la Reina, Rova, y el mercado de Analakely. Desde el gran Palacio de la Reina se ofrecen unas vistas espectaculares de gran parte de la ciudad. En la capital también destacan: el Palacio de Justicia, de estilo griego; el Museo Palacio de Andafiavaratra, un edificio de estilo barroco que guarda objetos que pudieron ser rescatados del incendio de Rova y, también se puede conocer la historia del país a través de sus gobernantes y sus historias; iglesias como la de Amboninampamarinana; el lago Anasoy, un lago artificial con forma de corazón que alberga una pequeña isla donde se ha edificado un Monumento a los caídos en la guerra; un paseo por el casco antiguo de la ciudad será digno de disfrutar para ver la singular arquitectura de sus casas, al igual que por el mercado de Analakely.

Morondava está situada al oeste de la isla y destaca por utilizarse como base para visitar la Avenida de los Baobabs y también por su enorme playa, que destaca por su fuerte oleaje. Desde Manakara se puede iniciar la visita al Canal de Pangalanes, donde se puede alquilar una piragua y navegar por el canal y las lagunas.

La ciudad portuaria al norte de Madagascar de Diego Suárez destaca por su enorme bahía, la segunda del mundo después de la de Río de Janeiro. Por otro lado, las islas que más destacan son la Isla de Nosy Be y Sainte Marie. La primera es una isla volcánica donde hay lagos formados sobre los cráteres del pasado, cuenta con paradisíacas playas y pequeños pueblos rurales. La segunda destaca por sus magníficas playas, corales y rutas de senderismo. Es un buen destino si se busca playa y practicar deportes como snorkel.

Una visita a Madagascar se centra sobre todo en la naturaleza, por eso es imprescindible visitar sus Parques Nacionales: en el país existen 19 Parques Nacionales, 24 Reservas Especiales y 5 Reservas Naturales Integrales. La Reserva de Anja es el mejor lugar para ver los lémures de cola anillada y se pueden ver numerosas cuevas y tumbas; el Parque Nacional Andasibe-Mantadia destaca por los malgaches y porque en él se puede ver el lémur más grande, el Indri indri; el Parque Nacional de Ranamafana se declaró así gracias a la especie única del lémur Golden Bamboo, además su bosque es ideal para perderse unas buenas horas; el parque que destaca por sus impresionantes vistas es el Parque Nacional de Isalo, también llamado el pequeño Gran Cañón de Madagascar. 

El Parque Nacional de Andringitra destaca por las montañas rocosas que provocan un gran espectáculo visual, también es ideal para aquellos amantes del trekking y escalada; y finalmente el Parque Nacional de Namoroka es un gran bosque de rocas, con muchos acantilados y numerosas cavernas que se incluyen en una vegetación de bosque seco denso, sabana y la vegetación típica de los terrenos de macizo calcáreo. Sin olvidar a la Avenida de los Baobabs, que junto a los lémures, son una de las señas de identidad de Madagascar.