Cartografía de riesgo de inundación en el entorno del Carraixet. EE
Los barrancos que "inundarán Valencia por el norte" si reciben una tromba como la de la dana: "No aprobarán el 'test de estrés'"
El Carraixet tiene una capacidad de 1.250 metros cúbicos por segundo, lejos de los 3.500 que transportaron el Turia o el Poyo. En Dolça apenas absorbe 40.
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Un 'test de estrés' para todos los barrancos valencianos. Sin excepción. Y teniendo en cuenta la salvajada que llovió la fatídica tarde del 29 de octubre del 2024. Es una de las medidas del Plan de Recuperación de la Generalitat. Pero hay expertos que ya tienen claro el resultado: "No lo aprobarán".
El augurio es de Manuel Reyes, secretario del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Comunitat Valenciana. Se refiere a un barranco concreto: el del Carraixet. Él es experto en el mismo. Fue el autor del proyecto para encauzarlo a principios de los 2000.
En este caso, al contrario que en el barranco del Poyo, buena parte de la obra sí se ejecutó. Desde Moncada hasta la playa de Alboraia está encauzado el barranco. ¿Por qué iba entonces a suspender el 'test de estrés'? "Porque lo que cayó el 29 de octubre lo cambia todo".
"El Carraixet tiene una capacidad de 1.250 metros cúbicos por segundo. Se hizo para proteger a las poblaciones con un periodo de retorno de 500 años. Pero la lluvia que cayó en la dana es de una escala superior. Sus volúmenes se pueden considerar de 2.000 años de periodo de retorno. El barranco del Poyo llevó 3.500 o 4.000 metros cúbicos por segundo. Con esos caudales se va a desbordar", expone.
¿Se habría inundado Valencia por el desbordamiento del Carraixet si hubiera llovido más hacia el norte? "Es difícil asegurar que habría llegado a la ciudad sin hacer un estudio detallado. Desde luego, el Carraixet se habría desbordado. Pero no es el único barranco. Hay otros más pequeños peligrosos para la ciudad", advierte.
¿Cuáles? "El barranco d'En Dolça, por ejemplo, que atraviesa Paterna y desembocaba en el antiguo cauce del Turia atravesando Campanar. Esa zona de Valencia ha sufrido varias veces inundaciones. Es previsible que si sufre una gran avenida, inundará Valencia desde esa zona", subraya.
Este último cauce discurre encapsulado entre poblaciones como Paterna o Burjassot. Apenas puede asumir 40 metros cúbicos por segundo. Pero ha inundado Valencia varias veces. Su trazado histórico desembocaba en el viejo cauce del Turia, en concreto, en la antigua zona húmeda de Marxalenes, que hoy es un barrio, tras bifurcarse en otro barranco: el de l'Almara.
Trazado histórico de los barrancos de En Dolça y l'Almara. EE
Por lo que respecta al barranco del Carraixet, la cartografía de riesgo de inundación elaborada para el mismo en 2008 a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL -tal y como aparece en la imagen que encabeza este artículo- muestra de forma gráfica cómo su potencial desbordamiento en l'Horta Nord afectaría a los municipios de la comarca y a la propia ciudad de Valencia.
De norte a sur, Albalat dels Sorells, Foios, Vinalesa, Benifaraig, Meliana, Roca-Cúper, Carpesa, Bonrepós i Mirambell, Borbotó, Almàssera, Tavernes Blanques o Alboraia están marcadas como zonas de vulnerabilidad. En especial, la playa de la Patacona, donde desemboca el barranco.
Los técnicos también suman a este listado de zonas vulnerables del Carraixet a la ciudad de Valencia. Y en particular, el barrio de Benimaclet. Este distrito, junto a los de Rascanya y Algirós, son los más expuestos a las aguas del barranco ante una potencial gran avenida.
"Abandonado" aguas arriba
Todo ello, según insiste Manuel Reyes, en la zona donde el encauzamiento del barranco sí ha sido ejecutado. "La obra está hecha desde la desembocadura hasta el cruce de ferrocarril con Moncada". ¿Y qué ocurre aguas arriba de Moncada? "Está abandonado de la mano de Dios", asevera.
"Es una zona virgen, por la que incluso se puede transitar. No me suena que haya ningún proyecto para encauzarlo. Además, en Bétera hay un tramo del Carraixet que se usa de aparcamiento", explica.
Reyes subraya que "incluso hubo muertos en una ocasión". "Se recurre a esa zona para realizar actividades lúdicas, algo nada recomendable en nuestro entorno, donde las precipitaciones violentas lo inundan todo en poco tiempo", añade.
Ayuntamientos como el de Alfara del Patriarca, municipio pegado a Moncada, reconocen su preocupación por el barranco tras lo ocurrido el pasado mes de octubre.
"Le pedimos una reunión a Miguel Polo, presidente de la de la Confederación Hidrográfica del Júcar, para conocer cuáles son las actuaciones previstas que no se han desarrollado aún. Nosotros en Alfara tenemos un riesgo de inundación alto", subraya a EL ESPAÑOL el alcalde, Jaume Martínez.
Tal es el temor por el barranco, que llega sin ningún tipo de encauzamiento a la localidad, que el municipio ha decidido exceder sus competencias y contratar un servicio meteorológico.
"Vamos a contratar desde el Ayuntamiento un servicio meteorológico específico para el pueblo, para intentar identificar al máximo nuestras necesidades a nivel meteorológico. Es una de las medidas que vamos a implantar en la revisión de los planes de emergencias y de inundaciones que tenemos que hacer también. Los tenemos, pero ahora hay que revisarlos", expone.
