Gan Pampols presenta el Plan de Recuperación. Rober Solsona / EP

Gan Pampols presenta el Plan de Recuperación. Rober Solsona / EP

Reconstruir Valencia

El Plan de Recuperación tras la dana prevé 339 medidas: de ascensores que huyen del agua a planes de evacuación vertical

El documento contempla actuaciones para predecir "de forma eficaz" posibles inundaciones y obras que impidan desbordamientos.

Más información: Mazón presenta el Plan para la Recuperación, una "revolución de las infraestructuras y la prevención" ante riadas

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El vicepresidente segundo para la Recuperación, Francisco José Gan Pampols, presentó este lunes la segunda fase del Plan para la Recuperación, cuyo objetivo principal es proteger a la población y hacer resiliente a la Comunitat Valenciana ante futuras inundaciones.

El proyecto incluye 339 actuaciones a ejecutar entre distintas administraciones. La mayoría, 266, corresponderán a la administración autonómica, la Generalitat, mientras 21 serán competencia de la Administración General del Estado, 11 de distintos ayuntamientos, 8 al sector privado y otras 33 a otras instituciones como la Diputación de Valencia.

El presupuesto total para acometerlas es de 29.000 millones de euros, de los cuales el Gobierno central debería aportar alrededor de 12.600, si bien el detalle de todas las intervenciones que quedan a cargo del ejecutivo central no fueron especificadas durante la presentación, ni tampoco facilitadas a la prensa más tarde.

Ahora bien, sí presentaron un avance de las actuaciones a ejecutar para devolver la normalidad a los municipios afectados por la dana. Entre ellas, destacan por ejemplo la adaptación de ascensores para evitar que se conviertan en trampas para sus vecinos.

La idea es que estos incluyan un sistema automático de elevación para huir de inundaciones. Es decir, que ante la presencia de agua se eleven a las primeras plantas o superiores y así eviten quedar bloqueados y ser un callejón sin salida para los usuarios.

En este punto, conviene recordar que un matrimonio de Catarroja falleció en la riada del pasado 29 de octubre al quedar atrapado en el ascensor del edificio en el que se encontraba su vivienda.

"La iniciativa consiste en implantar sistemas de protección activa en ascensores para evitar su anegamiento en caso de emergencia por inundación, evitando que queden en la planta baja o sótano", expone el Plan.

"El objetivo es proteger los sistemas eléctricos ante episodios de lluvias extremas, reducir el tiempo de inactividad tras una emergencia y garantizar que la accesibilidad se restablezca con rapidez", añade.

Mazón y Gan Pampols. Rober Solsona / EP

Mazón y Gan Pampols. Rober Solsona / EP

No en vano, conviene señalar que ocho meses después de la dana todavía hay miles de ascensores que siguen sin repararse ante la falta de material y personal cualificado para hacerlo.

Esta actuación podrá ponerse en marcha a partir de la instalación de sensores de detección de agua en el foso de los ascensores, "que activarán una alarma sonora". Medida que deberán coordinar las empresas de mantenimiento y los administradores de fincas.

La Generalitat también propone, además, equipar a estas máquinas con "baterías auxiliares" que permitan su uso en caso de emergencia y sistemas de evacuación de agua en los mismos.

En estos casos, las baterías, según resume el documento al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, "garantizarían su operatividad". Es decir, que sigan funcionando y se pueda, por ejemplo, desalojar a personas de movilidad reducida si las hubiera en el edificio y si fuera necesario "evitando así situaciones de aislamiento".

La vicepresidencia propone medidas específicas como la integración del requisito de baterías en los pliegos técnicos de las viviendas públicas de nueva construcción, así como poner en marcha una línea de ayudas para las comunidades de vecinos que acometan reformas para mejorar la accesibilidad y seguridad ante emergencias.

Drenaje de garajes

Otro de los elementos que se volvieron críticos del entorno residencial fueron los garajes, a los que numerosas personas bajaron en la trágica jornada de la dana para tratar de salvar sus vehículos. Con la fuerza y rapidez del agua, en poco tiempo se convirtieron en auténticas ratoneras para sus propietarios.

Por ello, el programa contempla medidas dirigidas a mejorar la disposición de estos espacios. Por ejemplo, con la incorporación de "barreras de contención y sistemas de drenaje en garajes" y zonas de riesgo de inundación similares, como parkings que no estén en altura o superficie.

"Esta iniciativa se orienta tanto a nuevas construcciones como a garajes existentes", señala el documento. Especialmente, "en garajes situados en zonas clasificadas con riesgo medio o alto de inundación según el PATRICOVA".

Asimismo, para proteger infraestructuras educativas, se incorporan diferentes iniciativas como reconstruir escuelas afectadas con estándares de resiliencia, evaluar su riesgo de inundabilidad de forma individual o establecer rutas de evacuación vertical y determinar qué espacios seguros tienen los centros.

Respecto a las sanitarias, también propone la habilitación de una plataforma de voluntarios que incluya desde médicos a enfermeros que se activen de forma automática en situaciones de catástrofe. Así como un sistema digital que permita el seguimiento de pacientes crónicos, de alto riesgo, mayores o embarazadas.

La previsión es que en esta herramienta se puedan incorporar con el tiempo distintos perfiles (desde técnicos hasta psicosociales en función de las necesidades que existan). En él, los interesados deberían inscribirse indicando profesión, disponibilidad horaria, experiencia previa en emergencias o datos de contacto.

Movilidad reducida y evacuación vertical

El programa diseñado por Gan Pampols también propone la puesta en marcha de un registro voluntario de personas con movilidad reducida que esté vinculado al empadronamiento. De manera que ante futuras emergencias, se pueda priorizar su atención y tenerlos localizados.

Para ello, será necesario modificar el Real Decreto 141/2024. Y el objetivo principal es poder realojar, evacuar o intervenir en situaciones de riesgo de manera coordinada entre los ayuntamientos, servicios sociales y protección civil para atender a este sector de la población.

Asimismo, se contempla la implantación de planes de evacuación vertical, por ejemplo, en colegios. En definitiva, caminos preestablecidos dentro de un edificio para garantizar una salida segura al exterior.

Se trataría de utilizar, especialmente, escaleras que permitan acceder a diferentes niveles en caso de emergencia. Algo que, a día de hoy, no es obligatorio como sin embargo sí lo es contar con salidas de emergencia o extintores.

De manera que se "equipararen los incendios a las inundaciones", según expuso el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, en la presentación de este Plan de Recuperación.

"Créditos blandos" y formación

Junto al objetivo principal de proteger a las personas, también se reserva un apartado para hacer lo propio con las empresas de la Comunitat Valenciana. Y se prevén así, iniciativas dirigidas a restaurar la actividad en negocios o fortalecerlos frente a futuras catástrofes.

En este sentido, propone ofrecer "créditos blandos", con un bajo o nulo interés y de larga duración para incrementar la solvencia financiera de las empresas afectadas. También formar a personas que busquen empleo para acelerar la reconstrucción de las zonas de la dana, por ejemplo, en la reparación de ascensores.

El Plan propone reavivar la economía de los municipios arrasados por la riada con la realización de eventos turísticos -como ferias y conciertos- incentivando que la población los visite. Por ejemplo, a través de bonos turísticos.

Cauces y vertederos

Entre las 339 medidas, también se encuentran algunas dirigidas a proteger cauces y realizar actuaciones hidrológicas dirigidas a "reducir los efectos destructivos de las inundaciones".

Así, el documento menciona la retirada de árboles dañados y que son ahora mismo un "obstáculo vegetal en barrancos". Pero también mantener los cauces o "elaborar un plan integral de erradicación de cañas y una estrategia integral hidrológico-forestal para las cabeceras de las cuencas prioritarias".

Por otra parte, y también vinculado al eje medioambiental, el 'Pla Endavant' también marca como prioridad identificar los posibles vertederos para utilizarlos en caso de emergencias y así también evitar el traslado a otros puntos intermedios.

Recientemente, cabe recordar, el jefe del Consell anunció la creación de tres vertederos en cada una de las provincias de la Comunitat para que sean la referencia en futuras catástrofes.

Con la dana, la Generalitat Valenciana, de hecho, se ha enfrentado a uno de sus mayores retos: la gestión de 800.000 toneladas de residuos y 50.000 metros cúbicos de lodo.

Entre las iniciativas que diseña el Plan también se encuentran la reactivación de sociedades musicales, o la reconstrucción de parkings y accesos al Circuito Ricardo Tormo para poder albergar el Gran Premio de Moto GP en noviembre de 2025.

Predicción fiable y evitar desbordamientos

Ahora bien, entre las medidas más relevantes que incorpora el proyecto destacan aquellas que buscan evitar que lo sucedido el pasado 29 de octubre vuelva a suceder. Tanto las que permitan predecir de manera eficaz las posibles inundaciones, como aquellas obras que impidan los desbordamientos.

"Instalar un sistema eficaz y preciso de predicción de inundaciones y alertas hidrológicas; Estudiar la posibilidad de incorporar tanques de tormentas o parques inundables en zonas inundables para aumentar la resistencia de los sistemas de saneamiento y depuración de aguas", expone el proyecto.

También "analizar la criticidad de las infraestructuras de transporte y clasificarlas en vías prioritarias o principales" o "ajustar los modelos hidrológicos e hidráulicos a la nueva realidad y al nuevo histórico de precipitaciones, teniendo en cuenta las inundaciones de octubre de 2024".

Presentación del Plan. Rober Solsona / EP

Presentación del Plan. Rober Solsona / EP

"Realizar el test de estrés para cada cuenca o subcuenca para identificar zonas de riesgo elevado y reducir el perfil de riesgo, actualizando las actuaciones del PHN y PGRI e identificando y definiendo actuaciones complementarias", incluye el Plan.

Asimismo, propone definir y desplegar el plan frente a inundaciones en la cuenca del Barranco del Poyo y del Magro. En ambos casos, se incorporarán "actuaciones actualizadas del PGRI y medidas complementarias a estudios preliminares que aseguren la reducción del riesgo derivadas del test de estrés".

Por último, en esta segunda fase del Plan de Recuperación se insta a actualizar el mapa de zonas inundables para poder "identificar las edificaciones y suelos afectados que no pueden ser
reconstruidos o urbanizados".

Asimismo, "aplicar procedimientos de urgencia en los expedientes de licencias urbanísticas y ambientales municipales en las zonas afectadas" para definir qué se debe reconstruir y dónde.