
El Forn Baixauli, listo para su reapertura.
El histórico horno de la zona cero que reabre tras la dana en Valencia: tiene 300 años y son 8 generaciones de panaderos
El establecimiento, que utiliza las técnicas tradicionales de panadería, vuelve a operar este sábado.
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Con casi 300 años de historia, este horno de Picanya fue duramente azotado por la dana, al igual que el resto de los comercios, viviendas e infraestructuras de tantos pueblos afectados en Valencia.
El Forn Baixauli es uno de los hornos más antiguos de la Comunitat Valenciana, y aunque fue duramente golpeado por la riada, con sus 300 años de historia y sus ocho generaciones de panaderos, no tenía más remedio que salir adelante.
Y lo ha conseguido. El emblemático horno reabre sus puertas este sábado, y volverá así a ofrecer su tradicional pan y dulces artesanos a los vecinos de Picanya.
Durante siglos, este lugar ha servido como punto de referencia en la vida del municipio, y justo cinco meses después de la dana han conseguido, con mucho esfuerzo y dedicación, recuperar el brillo del establecimiento.
Se caracteriza por mantener vivas las técnicas tradicionales de panadería, algo que ha pasado de generación en generación ya hasta ocho veces. Ahora, recuperan el compromiso con sus clientes de calidad y tradición en sus productos.
Según consta en la antigua escritura del Forn Baixauli, su apertura se produjo en el año 1745. En aquel momento, el "Forn dels Quatre Cantons", como era conocido, estaba ubicado donde actualmente se encuentra la biblioteca de la localidad.
No sería hasta muchos años más tarde cuando Forn Baixauli se trasladaría hasta la calle Major 22, ubicación en la que se encuentra en la actualidad.
Forn Baixauli ha pasado por diversas etapas y reformas a lo largo de su historia, enfrentando desafíos como la competencia de supermercados y cambios en los hábitos de consumo.
A pesar de las dificultades, la pasión por el oficio y el compromiso familiar han mantenido vivo el negocio.

Una imagen antigua del Forn Baixauli.
Como explica Batiste Rubio, uno de los propietarios, “más que un espacio físico o un negocio, el horno representa un entorno lleno de significados: lugar de trabajo, vivienda, punto de encuentro familiar y social".
"A lo largo de casi 300 años, en él se han vivido incontables historias que reflejan la vida de la familia Baixauli, pero también de trabajadores, clientes y amigos”, destaca Rubio.
Recientemente, la última etapa del horno comenzó el pasado verano, cuando Vicent Baixauli y Batiste Rubio, hijo y sobrino del anterior propietario, cogieron las riendas del negocio familiar.
Solo dos meses después, la dana arrasó este negocio familiar, poniendo en duda su continuidad. "Cuando vimos el estado en el que había quedado el horno nos planteamos no volver a abrir", desvela Rubio.
"Fueron momentos muy duros, ver destrozado un lugar que ha sido parte de nuestra familia durante generaciones fue devastador", añade, "pero la solidaridad de la gente nos sorprendió y nos emocionó".

Imagen histórica del Forn Baixauli.
Y destaca: "Vecinos, clientes de toda la vida e incluso personas anónimas de toda España se volcaron con nosotros; esa muestra de cariño fue lo que realmente nos impulsó a levantarnos y empezar de nuevo".
"Por ellos y por la historia que representa este horno, hemos decidido reabrir nuestras puertas y seguir adelante.", subraya uno de los actuales responsables del horno.
La solidaridad del gremio
La reapertura de Forn Baixauli no solo representa la continuidad de una tradición panadera de casi tres siglos, sino también un símbolo de la solidaridad de toda la sociedad.
De hecho, destacan que "el 80% del mobiliario y equipamiento del horno proviene de donaciones", algo que sirve como reflejo del apoyo incondicional que ha recibido la familia Baixauli en estos meses.
Además, el Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia está siendo fundamental en el proceso de recuperación de los hornos afectados.
Desde esta institución no solo se ha brindado asesoramiento técnico y logístico desde el inicio de la catástrofe, sino que también se ha puesto en marcha una campaña de donaciones para ayudar a los hornos y pastelerías afectadas.
Como destaca el presidente del Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia, Juanjo Rausell, "Forn Baixauli, Panadería Pastelería Galán, Forn Velarte son algunos de los establecimientos tradicionales que ya han podido superar los desafíos y retomar su labor artesanal".
"Somos conscientes de que no todos los hornos han tenido la misma suerte y que algunos, lamentablemente, no volverán a abrir sus puertas", lamenta el presidente.
"A pesar de todo, confiamos en que el sector recupere la normalidad, apoyándose en la solidaridad y el esfuerzo conjunto. La tradición panadera de nuestra tierra es fuerte y estamos convencidos de que saldremos adelante", concluye Rausell.