
Varias personas recorren el mercadillo instalado en las calles de Paiporta. Efe / Ana Escobar
Dentro de la lista de deseos de los empresarios para este año, seguro que quienes dirigen una pyme habrán pedido una buena financiación para 2025. Porque la liquidez sigue siendo el gran reto para las pequeñas y medianas empresas, que son la gran mayoría de nuestro tejido productivo, y más ahora.
Supone un desafío enfrentado a viejas y nuevas amenazas este año: en un mundo marcado por la volatilidad económica, la inflación persistente y las crecientes incertidumbres económicas y geopolíticas, la posibilidad de una recesión va tomando forma en Estados Unidos y Europa. Ante esto, las empresas deben adoptar estrategias proactivas para garantizar su estabilidad financiera.
Y no queda otra: las fórmulas de siempre no valen ya para cubrir al cien por cien las necesidades de crédito de las empresas que aseguren la liquidez necesaria para llevar a cabo sus planes de negocio. Hay que combinarlas con financiadores internacionales, alternativos y con nuevos formatos que aportan soluciones específicas para cada necesidad, para cada empresa, para cada situación concreta que tenga la compañía.
Confiar exclusivamente en los financiadores con los que la pyme trabaja puede limitar la capacidad de respuesta de las empresas españolas ante los cambios del mercado. Más aún cuando se imponen criterios más estrictos en condiciones, plazos y garantías.
La pyme española sigue recurriendo poco a la financiación alternativa o a otra banca tradicional. Pero para ganar competividad debe abrirse a más financiadores, a otros productos que evolucionan constantemente, que son novedosos y ofrecen flexibilidad a la vez que reducen la dependencia de una sola fuente.
Hay soluciones prácticamente para cualquier tipo de situación y compañía, tanto para el circulante como para el largo plazo, que dan oxígeno a cualquier empresa, sea del tamaño que sea. Mientras en otros países como Inglaterra o Estados Unidos la banca alternativa copa hasta el 75% del crédito, en España este porcentaje sigue por debajo del 35% y, menos aún, si nos ceñimos a empresas pequeñas y medianas.
Por eso las pymes son las que más necesitan asesoramiento especializado para dar el salto a nuevos financiadores, nacionales e internacionales, que pueden apoyar sus planes. Porque hay nuevos actores en un ecosistema muy grande y en crecimiento, cada vez con financiadores más especializados y no solo por sectores.
También los hay interesados en apoyar sectores olvidados por los financiadores de siempre y nuevos proyectos, pero acceder a ellos requiere conocimiento del mercado y también una correcta presentación y un análisis adecuado de situación.
La anticipación es clave para afrontar un escenario económico incierto como el que presenta 2025. Porque el mercado de la financiación es extremadamente sensible a las convulsiones de la economía: los expertos alertan de las consecuencias que podrían tener las medidas arancelarias que ha puesto Trump encima de la mesa. Una recesión en Estados Unidos tendría un efecto de arrastre internacional que endurecería inmediatamente el acceso al crédito.
También preocupa la economía china y lo que ocurra en los próximos meses en Alemania y Francia, que será decisivo para la estabilidad económica de la Unión Europea.
En España, la fusión de BBVA y Sabadell es otro factor que puede tener impacto sobre el crédito, siguiendo con la progresiva concentración de entidades que ha ido reduciendo la oferta. Ya saben los empresarios que, en los ajustes del pool bancario, la fusión de uno más uno jamás suma dos.
Por todo esto, volviendo a la lista de deseos para este año, mi recomendación para los empresarios es que se abran a nuevas fórmulas y nuevos financiadores para afrontar el 2025 con garantías de tener la suficiente liquidez y con la necesaria anticipación.
Buscar el apoyo de especialistas en financiación puede ser el mejor regalo para que se cumplan los buenos propósitos del año nuevo en cualquier empresa. Porque en España hay grandísimos empresarios y no podemos permitirnos que sus iniciativas de negocio se trunquen por falta de financiación. Más que un deseo es una necesidad.
José Roca Barrachina es socio fundador de Kaizen Consulting.