Paso de uno de los siete camiones por las calles de Buñol mientras se libra la Tomatina 2024. Raquel Granell

Paso de uno de los siete camiones por las calles de Buñol mientras se libra la Tomatina 2024. Raquel Granell

Cultura

La internacional fiesta de un pueblo valenciano que se celebra el último miércoles de agosto: "Es original y divertida"

Miles de asistentes acuden cada año desde todas partes del mundo para lanzar tomates.

Más información: El pueblo de Valencia que celebra una centenaria tradición cada mes de agosto: "Es una semana llena de actos"

Valencia
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Tomates, ropa vieja y ganas de pasarlo bien. Con estos tres factores una persona es apta para asistir a la internacional fiesta que se celebra cada último miércoles de agosto en el pueblo valenciano de Buñol: la Tomatina.

Este evento "original y divertido" consiste en lanzar tomates maduros entre los miles de asistentes que cada año acuden a esta localidad valenciana.

Gracias a ella, Buñol se ha posicionado en un lugar privilegiado en el panorama internacional, y cada año recibe asistentes de todas partes del mundo.

Cada año, el tercer miércoles de agosto tiene lugar la Tomatina. El acto propiamente dicho dura una hora, desde las 12.00 y hasta las 13.00 horas, aunque durante todo el día hay actividades.

Durante ese tiempo se lanzan 120.000 kilos de tomates entre los asistentes, que visten con ropa vieja y protección en los ojos para evitar 'tomatazos' indeseados.

La 78 edición y bajo el lema 'Tomaterapia' se presenta como un símbolo de recuperación y superación colectiva tras el paso de la dana por este pueblo y parte de la provincia el pasado 29 de octubre.

Con un despliegue de 120.000 kilos de tomate y un aforo de 22.000 participantes, aunque se espera que acudan a la localidad unas 45.000 personas, esta fiesta transformará las calles de Buñol en un lienzo de color rojo.

El concejal de Tomatina, Sergio Galarza, ha asegurado que "es un honor y un orgullo que el mundo entero mire a nuestro pueblo, por eso trabajamos durante muchos meses para que todo salga bien".

La organización ha garantizado la seguridad de todos los asistentes con un amplio dispositivo y puntos violeta a lo largo del recorrido para un desarrollo sin incidentes de este evento de referencia mundial.

"La Tomatina consiste en una especie de terapia, para reír, para soltar tensión desde el buen rollo. Hay que vivirla. Y para que todos puedan vivirla bien y sin problemas hay que hacer un esfuerzo en la seguridad de todos", concluye Galarza.

La Tomatina fue declarada fiesta de Interés Turístico Internacional desde 2002 por la Secretaría General de Turismo. La historia se remonta al último miércoles de agosto del año 1945, cuando unos jóvenes pasaban el rato en la plaza del pueblo para presenciar un desfile de gigantes y cabezudos.

Los chicos decidieron hacerse un hueco en la cabalgata, pero su ímpetu provocó que cayera un participante. Este, preso de la ira, empezó a golpear todo lo que encontraba a su paso.

Casualmente allí había un puesto de verduras que fue utilizado por la multitud enfurecida para arrojarse tomates, hasta que las fuerzas del orden público pusieron fin a tan particular batalla.

Al año siguiente, los jóvenes repitieron el altercado de forma voluntaria, y hasta llevaron los tomates de su casa. Lejos de aceptar como habitual este suceso, la policía prohibió que se repitiera e intentó evitar este suceso como tradición.

Por esta razón, la Tomatina fue prohibida a principios de los años 50, aunque esta decisión no disuadió a sus participantes y alguno de ellos fue detenido. El pueblo habló y la fiesta volvió a autorizarse, y cada año fue sumando más participantes.

Finalmente, se permitió la festividad y se institucionalizó como fiesta local. Con el paso del tiempo, esta celebración comenzó a popularizarse en el resto de España. Desde entonces, ha crecido en número de participantes y el entusiasmo por la misma. Y es el máximo reclamo turístico de Buñol.

Buñol

Ubicado a 40 minutos de la ciudad de Valencia, Buñol es un histórico municipio del interior de la provincia que cuenta con 9.779 habitantes.

En este municipio se encuentran diversos lugares emblemáticos. Uno de ellos es el castillo, ubicado sobre un cerro en el centro del casco antiguo. Actualmente está declarado Bien de Interés Cultural, y parte de los edificios palaciegos son ahora dependencias del Museo de Buñol.

Otro monumento que está declarado Bien de Interés Cultural es la Torre de telegrafía óptica de Buñol. A pesar de este reconocimiento, se encuentra en ruinas.

La Iglesia de San Pedro Apóstol y la Ermita de San Luis Beltrán, ambas declaradas Bien de Relevancia Local, también son dos señas de identidad de Buñol que se construyeron en el siglo XVIII.

Este pueblo forma parte de la Hoya de Buñol, una zona caracterizada por su entorno montañoso y hogareño con municipios únicos como Buñol, Alborache, Yátova y Macastre.

Así, esta zona cuenta con imponentes rutas de senderismo para disfrutar de la naturaleza, como la ruta del agua. Este camino discurre por el paseo fluvial y podrás conocer algunos parajes tan llamativos como la Cueva de Turche, el Charco Mañán o la Cueva de las Palomas.