
Tomás, el pintor valenciano del mayor homenaje al Quijote y Sancho Panza: "Más que un hobby, es una necesidad"
Tomás, el pintor valenciano del mayor homenaje al Quijote y Sancho Panza: "Más que un hobby, es una necesidad"
El autor de esta colección de más de 100 obras ha centrado su trabajo artístico en reinterpretar al caballero de la triste figura y su inseparable escudero.
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Pediatra de profesión y pintor de vocación, Tomás Feliciano ha dedicado gran parte de su vida a reinterpretar a don Quijote y Sancho Panza -al caballero de la triste figura y su inseparable escudero-, a través del lienzo.
Este valenciano, vecino de Paterna, ha realizado más de 100 cuadros dedicados exclusivamente a los personajes más emblemáticos de la obra de Miguel de Cervantes. Afirma a EL ESPAÑOL que "más que un hobby", ha sido "una necesidad".
Se considera a sí mismo, un pintor de lo abstracto: "Siempre he visto en el Quijote una abstracción, más que una concreción". En esta colección, Feliciano ha buscado reflejar la amistad, el compañerismo, el sufrimiento, la utopía, la igualdad y la justicia entre Quijote y Sancho Panza.
Tomás lleva más de 30 años de trayectoria artística y, concretamente, 20 años dedicándose, paralelamente con otros trabajos, a reinterpretar este personaje tan icónico de la literatura universal desde un punto de vista anímico.
El proyecto comenzó casi por casualidad, con un primer cuadro, y ha ido creciendo durante tres décadas hasta convertirse en una colección de óleos, acrílicos y técnicas mixtas que construye un imaginario vibrante, lleno de color, simbolismo y humanidad.
"Ha sido una especie de juego con mis hijas. Contábamos juntos cada obra que terminaba de pintar, pero sin pensar que llegaría tan lejos: 'Llevo 20, ahora 22, ya 24'", recuerda.

la mayor colección de obras inspiradas en El Quijote, pintadas por Tomás Feliciano. EE
Con sus 67 años, confiesa que ha buscado momentos de intimidad y ratos libres para completar los 107 cuadros que ahora expone en el bajo de su casa. "Me ha ahorrado muchas sesiones de psicólogo", asevera.
Cuenta, como anécdota, que la misma tarde de la dana, cuando sonó la alarma, estaba inaugurando la exposición en el Gran Teatro Antonio Ferrandis en Paterna: "Tuvimos que interrumpir la apertura de la exposición, por si había peligro", lamenta.
"Me debéis lo que pinto"
Tomás resume su vida artística en una frase que pronunciaba Antonio Machado y que él reformula: "Y al cabo, nada os debo; me debéis cuanto he escrito. Y al cabo, nada os debo; me debéis lo que pinto".
En palabras de Milagro Ferrer, pintora y doctora en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia, "la obra de Tomás Feliciano no ilustra el Quijote, lo reinterpreta con voz propia, viva y llena de fuerza".
Este dato resulta aún más llamativo si se compara con el del artista que hasta ahora se considera el más prolífico en representar al Quijote: Honoré Daumier (1808-1879), con unas 30 obras. La cifra de Tomás Feliciano supera ampliamente este número, y alcanza las 107.
En un país con una larga tradición cervantina, pocas personas han llevado su admiración por la obra de Cervantes tan lejos como lo ha hecho este aficionado valenciano.