Carlos Mazón sale de su coche oficial a las puertas del Palau. Rober Solsona / EP
La jueza investiga cada paso de Mazón el día de la dana sin que pueda imputarlo: indaga sobre sus llamadas y cita a los escoltas
La magistrada pide las imágenes sobre la llegada del presidente de la Generalitat al Cecopi y pregunta sobre sus conversaciones.
Fuentes de la Generalitat destacan que la instructora yerra con las llamadas: Pérez Llorca llamó a Mazón al no localizar a Pradas y no al revés.
Más información: La jueza de la dana cita como testigos al chófer y a los escoltas de Mazón que trabajaron con el presidente el 29 de octubre
La jueza de la dana ya investiga de manera directa la actuación de Carlos Mazón el día de la tragedia sin que pueda imputarlo. Así se desprende de las últimas diligencias. Algunas justificadas en las llamadas con la exconsellera Salomé Pradas, pero otras con el argumento de las posibles órdenes que pudiera dar el presidente de la Generalitat.
Entre las primeras se encuentran todas las citaciones como testigos de su núcleo duro, su chófer y sus escoltas. Entre las segundas, la petición de las imágenes de su llegada al Cecopi para comprobar la hora.
A ello se añaden las preguntas en los interrogatorios, como el de este viernes al candidato a presidente de la Generalitat, Juanfran Pérez Llorca. Algunas fueron dirigidas a saber de manera concreta lo que habló con Mazón.
Fuentes del Gobierno autonómico creen que la jueza yerra en la interpretación de las llamadas. Ella considera que Pradas telefoneó a Pérez Llorca para localizar a Mazón y, señalan, en realidad es el proceso inverso: Pérez Llorca es el que llamó a Mazón porque no localizaba a Pradas. Además, consideran que confunde llamadas canceladas con perdidas.
El cerco al actual presidente de la Generalitat en funciones resulta evidente y las especulaciones sobre cuándo podría elevar la magistrada la exposición razonada al Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), el único con capacidad para imputarlo al estar aforado, se disparan.
Lo cierto es que quedan varias declaraciones durante los próximos meses todavía relevantes, como las de los dos técnicos clave (Jorge Suárez y José Miguel Basset) o los alcaldes de las localidades afectadas.
Hasta hace unas semanas, la magistrada había actuado con prudencia en todo lo referente a Mazón. En varios autos le había ofrecido declarar de manera voluntaria, pero hasta ahí.
Fue una resolución de la Audiencia de Valencia del pasado octubre la que lo cambió todo. En ella ordenaba recabar datos sobre el presidente de la Generalitat en funciones por si cabía abrirle una causa penal.
En ese pronunciamiento incluía un párrafo, que es al que se acoge la magistrada para ordenar todas sus diligencias desde entonces: "por su condición de máxima autoridad de la Generalitat Valenciana y presidente del Consell, tiene atribuidas funciones directivas y de coordinación y puede impartir instrucciones a los miembros del Consell".
La instructora justifica en ello el análisis de las llamadas entre Mazón y Pradas. Mientras la jueza hace hincapié en las canceladas de Mazón, el entorno del presidente de la Generalitat en funciones asegura que no colgó ninguna de las tres llamadas de Pradas.
Pero la instructora le sigue dando importancia a esas comunicaciones. Y el motivo es su sospecha de que en el envío de la alerta pudo intervenir Mazón.
"A medida que avanzaban las horas, la necesidad de actuación se habría convertido en más imperiosa para la
señora Salomé Pradas, dado el largo tiempo en la toma de decisión de la alerta. Y el mismo criterio ha de aplicarse respecto de la voluntad de contactar con el presidente, lo que efectivamente no pudo realizarse hasta en tres ocasiones", afirma en su auto de este viernes.
De esa voluntad de contactar, prosigue, "dan buena fe las llamadas a las 16:29, 19:10 y las 19:36 horas", las
cuales aparecen como "canceladas".
"A las 19:43 horas se efectúa una llamada del presidente a la Consellera, y otra a las 20:10 horas, un minuto antes de materializarse el envío del sistema Es-Alert", apunta.
"Hay que tener en cuenta que el envío del mensaje Es-Alert tardó en realizarse solo 2 minutos y 35 segundos, conforme a la grabación de la llamada entre Jorge Suárez y un técnico, por lo que el hecho de que el señor Carlos Mazón pudiera informarse sobre el envío inminente del Es-Alert es perfectamente plausible", añade.
Por ello, opina que el estudio de dichos extremos, las circunstancias que se estaban produciendo en esos momentos cruciales y la posibilidad de que el chófer o escoltas de Mazón pudieran oír al presidente comunicarse telefónicamente con la consellera o los comentarios que pudiera hacer a raíz de dichas conversaciones, "es perfectamente posible".
Eso, comenta, hace "plenamente necesaria" la citación del chófer y los escoltas de Mazón entre las 15:00 y las 21:00.
Al auto conocido este viernes se suma otro del jueves en el que acordó requerir a la Conselleria de Emergencias las imágenes en las que el presidente de la Generalitat en funciones aparece entrando en el Centro de Coordinación de Emergencias el 29 de octubre de 2024.
La intención es comprobar la hora, lo que supone una investigación directa de su actuación el día de la dana.
El lío de las llamadas
También el interrogatorio de este viernes a Pérez Llorca fue en el mismo sentido de las llamadas. Así, la jueza le preguntó por qué habló con Mazón a las 18:57, tal como figura en el listado que aportó el presidente de la Generalitat a Les Corts.
Su probable sustituto recordó que él tenía una función orgánica, no de acción de Gobierno. Él, relató, estaba en Alicante y por la tarde fue al médico. Al salir, vio en una televisión de una cafetería unas imágenes de inundaciones en Utiel y llamó a Mazón "para preguntar" y para comentarle que iba a hacer llamadas a alcaldes.
El presidente de la Generalitat le respondió que esa mañana había "problemas en La Ribera", por lo que le pidió que llamara también a los alcaldes de esa zona. Algo que hizo.
La magistrada le insistió en varias ocasiones en qué le respondió Mazón a su petición de información sobre Utiel, a lo que Pérez Llorca reiteró que le dio el 'ok' y que le solicitó que hablara con los alcaldes de La Ribera igualmente.
La jueza le preguntó, del mismo modo, si Mazón le dijo dónde estaba a esas 18:57. Su posible sustituto al frente de la Generalitat le contestó que no.
La magistrada le cuestionó también por si Pradas le llamó a él al no poder contactar con Mazón. Pérez Llorca consideró que ese cruce de llamadas sería coincidencia y que la ex consellera nunca le dijo que no pudiera hablar con el presidente de la Generalitat.
En este sentido, fuentes del Gobierno valenciano remarcan que lo que ocurrió en realidad fue que Pérez Llorca llamó a Mazón porque no localizaba a Pradas. Así, reiteran que la jueza ha confundido la llamada que no respondió Pradas con que ésta llamara a Pérez Llorca y él no le respondiera.
Esto se debe asimismo, señalan, a que la magistrada confunde llamadas perdidas con canceladas. En el auto de este viernes afirmaba que "se diferencia claramente entre llamada perdida (no se respondió), lo que efectivamente haría referencia a que no se contestó por el receptor, frente a la denominada llamada cancelada, en la que Pradas no pudo realizar la conexión, le fue imposible".
Desde la Generalitat destacan que llamadas perdidas solo son las que Pradas no respondió, no las llamadas que no pudo hacer Pradas porque no le cogieron. Mientras, la llamada cancelada, inciden, es que la exconsellera llamó a alguien y no le cogió el teléfono, fuera por el motivo que fuera.