Cristina, la valenciana incomunicada en Amposta (Tarragona) por la dana Alice. EE

Cristina, la valenciana incomunicada en Amposta (Tarragona) por la dana Alice. EE

Valencia

Cristina, la valenciana atrapada por el agua de la dana Alice en Tarragona: "Ha sonado el ES-Alert 5 veces en dos días"

Las carreteras de acceso al municipio están inundadas y los trabajadores intentan restablecer el tráfico cuanto antes.

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Calles inundadas, carreteras cortadas y lluvia, mucha lluvia. Parece la sinopsis de una película de miedo, pero en realidad es la situación que están viviendo cientos de vecinos de Tarragona por los estragos de la dana Alice.

Una de ellas es Cristina Orduna, una valenciana que desde hace 12 años reside en el municipio de Amposta. Recuerda cómo durante las últimas temporadas ha sufrido "varias danas", aunque esta asegura que "ha sido horrible".

"Nos ha sonado ya el ES-Alert cinco veces", subraya. Un sonido que eriza el cuerpo cada vez que se escucha, y que recuerda inevitablemente a la primera vez que sonó, el 29 de octubre.

Tiene grabados en la mente los momentos en los que sonó esa alerta durante el domingo: "La primera sonó por la tarde, a las 18.15 horas". No fue hasta las 20.00 horas cuando sonó la segunda, y hora y media más tarde, a las 22.30, la tercera.

Cuando parecía que no iban a sonar más, a mediodía de este lunes llegaba la cuarta. Y una quinta, en torno a las 21.00 horas del lunes. Sabe que no será la última: "En teoría tiene que sonar otra cuando acabe la alerta", apunta.

Pero desde el domingo por la tarde, la situación en Amposta y los pueblos cercanos no es fácil. En su municipio, explica Cristina que "la parte baja es lo que más ha sufrido", ya que se concentra toda el agua de lluvia allí.

Aun así, Amposta no es el pueblo más afectado por la dana. "La lluvia ha caído más fuerte en La Ràpita y Santa Bárbara, se han inundado calles y hay coches flotando", detalla.

"Mis amigas no paraban de mandarme vídeos de inundaciones y yo sin poder salir de casa", recuerda.

En su pueblo incluso se han tenido que realizar rescates. "El polígono Oriola está al lado del Barranc dels Núvols, y se desbordó", relata Cristina. Así, detalla cómo las calles quedaron impracticables, aunque los bomberos "tuvieron que rescatar a gente atrapada en coches".

También a viajeros que circulaban por la carretera AP-7, que se cortó muy cerca de Amposta por las inundaciones. "Mucha gente volvía a casa del fin de semana y no pudieron llegar", añade. Eso sí, este lunes se habilitó un carril para poder circular, aunque todavía se trabaja para recuperar el resto.

Pero tampoco se quedaron sin asistencia. Desde el Ayuntamiento de Amposta se habilitó el polideportivo del pueblo para acoger a quienes necesitasen un techo para pasar la noche. "Han atendido a cerca de mil personas", subraya Cristina.

Aunque alrededor de su edificio no ha habido ninguna situación crítica, ella está algo desesperada, pero sabe que en estas situaciones vale la pena ser prudente: "Llevo encerrada en casa dos días enteros", explica.

De hecho, ella trabaja en un pueblo cercano, Deltebre. Explica que aunque la mayoría de las carreteras de acceso y salida de Amposta, hacia esa población sí que se puede circular. "En cualquier caso nos han pedido que evitemos desplazamientos innecesarios", detalla.

Por eso, Cristina ha optado por no abrir su negocio, una óptica. "Permaneceremos cerrados hasta nuevo aviso, perdonen las molestias", anunciaba en redes sociales.

Eso sí, tras las fuertes lluvias ha decidido acercarse hasta su local para comprobar que todo estuviera bien: "Ha entrado agua varias veces pero desde que en el pueblo han hecho obras para evitar inundaciones, no he tenido ninguna más".