Simulacro de salvamento en la playa de El Cabanyal, organizado por Cruz Roja y el Ayuntamiento de Valencia. Efe / Manuel Bruque
Manuel Viso, doctor, alerta sobre los golpes de calor: "No hay que sumergirse nunca directamente en agua fría"
El doctor expone en el nuevo magacín de verano 'A la Fresca', de À Punt, los consejos para evitarlo, pistas para identificarlo y recomendaciones para actuar.
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Un hombre de 52 años y una mujer de 53 fallecieron hace apenas una semana por golpes de calor en las provincias de Castellón y Alicante.
Tras este terrible suceso, y de cara a los meses más calurosos del año, el doctor Miguel Viso alerta que, ante los golpes de calor, "no hay que sumergirse nunca directamente en agua fría". Lo advierte en el nuevo magacín de verano A la Fresca, de À Punt.
El doctor expone en el programa los consejos para evitarlo, pistas para identificarlo y recomendaciones para actuar ante uno de ellos.
Por ejemplo, recomienda refrescar a la persona apartándola de la zona de calor, con toallitas húmedas o un ventilador y darle agua solo si la persona afectada es consciente, pero nunca sumergirla en agua fría.
El efecto que se generaría es, precisamente, el contrario al deseado: produciría contracturas y escalofríos por el cambio térmico. Esto volvería a elevar la temperatura corporal de la persona.
Miguel Viso manifiesta que los grupos de riesgo que peor toleran el calor son los bebés, las personas mayores y las que padecen enfermedades crónicas, a quienes hay que atender con especial cuidado.
"Es cierto que si nos exponemos a temperaturas inadecuadas y durante periodos prolongados de tiempo a este calor es fácil que cualquier persona se pueda deshidratar, que se altere el ritmo cardíaco, se acelere la respiración o que incluso aparezcan lesiones cutáneas, como que la piel esté irritada", señala Viso.
"Los golpes de calor pueden llegar a ser irreversibles y llevar a la muerte de las personas", comunica el experto.
Preguntado por cómo se identificaría exactamente un golpe de calor y cómo se diferencia de lo que es una muerte relacionada con las altas temperaturas, explica que el primero ocurre "cuando nos sometemos a altas temperaturas".
"Llega un momento que el hipotálamo, una estructura muy pequeña que tenemos en el cerebro, no consigue regular nuestra temperatura corporal", precisa el doctor.
"Mientras nuestro cuerpo no llegue a 40 grados, el cerebro manda un estímulo a nuestra circulación, se produce una vasodilatación y llega mucha sangre a nuestra piel, por lo tanto sudamos y eliminamos el calor. Si nuestro cuerpo supera los 40 grados, se pierde esa capacidad de regulación", agrega.
Simulacro de salvamento realizado en la playa de El Cabanyal, organizado por Cruz Roja y el Ayuntamiento de Valencia. Efe / Manuel Bruque
En este momento, el organismo deja de sudar. Entre los síntomas que puede sufrir una persona, están el mareo, las náuseas y los vómitos. "La piel está roja, caliente y muy seca", destaca.
A partir de ahí se desarrolla un cuadro "mucho más grave". Si no se soluciona esta situación puede llegar a haber confusión, alteraciones de límite de conciencia, a veces convulsiones y, finalmente, una parada cardiorrespiratoria y la muerte.
Pero, ¿cómo actuar si se sospecha que alguien sufre un golpe de calor? Principalmente, hay que enfriar el cuerpo poco a poco y apartarlo del calor.
"Si vemos que la persona ya empieza a tener un cuadro neurológico y se está agravando la situación clínica, ya hay que llamar a emergencias para que acuda un sanitario y atienda la situación", indica este médico.