
Carlos Mazón, María José Catalá y Susana Camarero, en Les Corts. Rober Solsona / Europa Press
Todos los interrogantes de un congreso regional del PPCV: de plazos a candidaturas y el futuro de Mazón
María José Catalá descarta presentarse a un cónclave autonómico mientras aparece la posibilidad de una designación directa de candidato a la Generalitat por parte de Génova.
Más información: Camps amaga con un anuncio de candidatura a presidir el PPCV en el acto de mayo junto a excargos del partido
La celebración de un congreso regional es, probablemente, de las últimas cosas en las que está pensando el PPCV en este momento. Con la dana condicionando cada día de la gestión del Gobierno autonómico, discurso público y estrategia política, no existe apenas margen para plantearse abrir melones internos de estas características.
Eso no quiere decir, sin embargo, que los comentarios no circulen en las filas populares y que sean múltiples los interrogantes que aparecen. O que personas como Francisco Camps ya amaguen con presentar su candidatura.
El cónclave del PPCV estaba previsto para este verano, cuando se cumplen cuatro años de aquel que proclamó líder a Carlos Mazón. Pero Génova no lo ha convocado y se da por descartado dentro de la formación.
Por el momento, habrá que esperar a lo que decida el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, sobre el congreso nacional del partido. Y después, en teoría, vendría el resto. En teoría porque algunas fuentes ya dejan directamente en el aire la celebración de un cónclave autonómico antes de 2027.
Hasta ahora, la fecha más probable que circulaba dentro del partido era la de 2026, según fuentes populares. Tenía sentido por varias razones. Una, que dentro del PPCV no existe demasiada prisa porque las encuestas no les dibujan un escenario catastrófico pese a la situación de crisis tras la dana.
Los sondeos que manejan dan alrededor de 31 escaños a los populares, que obtuvieron 40 en las pasadas elecciones, y un resultado similar para el PSPV. Los bloques se mantendrían como hasta ahora con el crecimiento de Vox.
Así que en el PPCV creen que el hecho de que los socialistas no estén disparados pese a todo lo ocurrido con la dana les otorga algo de margen.
Otra razón es que consideran que se pueden ir recuperando conforme pase el tiempo y se perciba toda la gestión de la reconstrucción para tener algo más de fortaleza. Cualquier asunto orgánico distorsionaría todos esos esfuerzos.
¿Posponer o 2026?
El tercer motivo, y seguramente el de más peso, es que nadie considera apropiado abrir a corto plazo el debate del liderazgo del PPCV. Ni siquiera aunque el PSOE ya haya ungido a Diana Morant y a Pilar Bernabé como su ticket electoral en la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia.
El temor a tensionar el partido en un momento complicado y con la incógnita sobre el futuro de Carlos Mazón lleva de manera generalizada a la reflexión de que posponer el cónclave sea la mejor opción.
Y de ahí es precisamente de donde surge también el rumor de que ni siquiera se celebre o de que sea a última hora. En ese escenario, sería Génova la que simplemente elegiría -de manera unilateral o negociada- al candidato a la Generalitat.
Y, o bien no habría cónclave, o bien éste tendría lugar después de esa designación de la dirección nacional.
Algo que resultaría en todo caso arriesgado porque después del autonómico deberían convocarse los congresos provinciales y, por último, los locales.
En este momento, desde luego, todo son interrogantes y pocas certezas. También lo que ocurriría si hubiera congreso regional.
La gran incógnita sería, lógicamente, la del futuro de Carlos Mazón. Son muchos los que creen -a diferencia de hace varias semanas- que aguantará lo que queda de legislatura salvo un sobresalto mayor como pueda ser una imputación judicial (que en este momento resulta complicada).
Pasado este bache, lo que sí se percibe difícil dentro del partido es revertir la decisión por parte de Génova de que no repita como candidato, por lo que son conscientes de la dificultad de que se vuelva a presentar.
Feijóo lo fía a las encuestas internas que ya están realizando de manera puntual y a si los sondeos mejoran o no con otro cabeza de cartel -es probable que haya alguno que pregunte por candidatos-.
En una reciente entrevista en Ok Diario dejó claro que la prioridad es colocar a la mejor opción para reeditar el gobierno: "Por supuesto, trabajaremos en esa candidatura y si creemos, por el contrario, que es necesario reforzarla, pues trabajaremos en el otro plan de reforzamiento a la candidatura.
Esto supone que los comentarios dentro del PPCV se disparen sobre los relevos. ¿Irían a un congreso de varias candidaturas y guerra abierta? No ha sido, salvo recordadas excepciones, el estilo del partido.
Aunque las fuentes consultadas coinciden en que no se lo pueden permitir, ya nadie descarta nada. En todo caso, un cónclave de una única candidatura aparecería como lo más probable, según se analiza en filas populares. Algo que conllevaría un 'dedazo' de la dirección nacional.
Catalá lo rechaza
Si se busca a alternativas a Mazón para la Generalitat, no aparecen demasiados nombres. El primero sería el de María José Catalá, a quien nadie (y ni siquiera ella misma) se ve presentándose en un congreso regional.
La propia alcaldesa de Valencia lo descartó "absolutamente" en una entrevista publicada este lunes por EL ESPAÑOL. "¿Pero qué hago yo en un congreso regional?", respondió a esta cuestión.
De hecho, anunció que al que se presentará será al congreso local de Valencia para presidir el partido en la ciudad.
Esto quiere decir que, si Génova quiere a Catalá de candidata a la Generalitat, todo apunta a que tendría que designarla directamente sin pasar por un cónclave.
Pero la alcaldesa de Valencia asegura que ni siquiera contempla este escenario, que no va a pasar y que es algo negociado en su esfera personal. "Yo soy feliz aquí (en el Ayuntamiento) y mi familia piensa como yo", dijo en la entrevista con este periódico.
Además del de Catalá, en un hipotético relevo se mencionan otros nombres en los corrillos populares. Uno es el de la vicepresidenta y portavoz del Gobierno valenciano, Susana Camarero, quien cuenta con simpatías en Alicante; otro es el del presidente de la Diputación de Valencia, Vicente Mompó, quien reúne apoyos en esta provincia y en Castellón.

Vicente Mompó y Susana Camarero. GVA
Ambos perfiles -aunque no son los únicos hacia quienes van las miradas- han adquirido protagonismo en los últimos tiempos. Camarero es la voz del Ejecutivo autonómico y la encargada de marcar cada semana la posición política de la Generalitat en las ruedas de prensa posteriores a los plenos.
Un cargo poco amable, y más en el contexto actual de la dana, e indudablemente difícil de ejercer, pero que le otorga una posición de mayor conocimiento público.
Mompó, por su parte, se ha erigido en una suerte de verso suelto dentro del PP. Todo con la aquiescencia de la propia dirección autonómica del partido. El presidente de la Diputación de Valencia, que gobierna con Ens Uneix, tiene una mayor capacidad de dirigirse a un electorado más centrado al no mantener un pacto con Vox. Y eso le interesa a su partido.
Se ha visto con la defensa del valenciano en la consulta lingüística de la Generalitat, en otras declaraciones públicas y en un intento de marcar perfil propio.
A la espera de la duración del acuerdo con Ens Uneix (partido que lidera el que fuera dirigente socialista Jorge Rodríguez) -que se da por hecho que se romperá-, si logra continuar al menos gobernando en solitario mantendrá visibilidad desde una institución importante.
En cualquier caso, en un congreso regional tendrían un peso fundamental las tres direcciones provinciales, cuyos líderes siguen leales a Mazón.
El bonus track iría para el expresidente de la Generalitat Francisco Camps, que ya ha amagado con presentar candidatura pese a que el cónclave ni siquiera está convocado. Habrá que esperar al acto del 10 de mayo para comprobarlo.
Aunque sus seguidores no tienen gran peso orgánico, quién sabe los movimientos que se pueden desencadenar en todo este proceso.