La reciente medida anunciada por el presidente Donald Trump, sobre la imposición de una tarifa de 100,000 dólares para nuevas solicitudes de la visa H-1B, ha encendido un fuerte debate en Estados Unidos, principalmente en un gran número de industrias y empresas. Y es que lo hasta hace unos días era considerado como uno de los programas con mayores beneficios para profesionales extranjeros trabajar en el país, se ha convertido en una especie de membresía de alto costo que “golpearía” a sectores clave como el tecnológico, así como a gigantes como Amazon.
Sectores y empresas bajo presión por la visa H-1B de Trump
De acuerdo con Reuters, las industrias más expuestas a la nueva política del mandatario republicano son las tecnológicas y las de servicios de consultoría en TI, debido a su histórica dependencia de trabajadores extranjeros.
En estas áreas, la visa H-1B ha sido una herramienta esencial para cubrir puestos en ingeniería, inteligencia artificial, análisis de datos y desarrollo de software. La nueva tarifa podría alterar ese equilibrio, elevando los costos de contratación y reduciendo el acceso a perfiles que son difíciles de conseguir en el mercado estadounidense.
Respecto a las empresas afectadas, y según The Guardian, Amazon, Google, Meta, Apple y Microsoft concentran buena parte de las solicitudes de visas H-1B en Estados Unidos. Para estas compañías, el incremento en la tarifa representa una carga financiera adicional que podría traducirse en procesos de contratación más selectivos o incluso en la replicación de equipos de trabajo hacia otros países donde los costos sean menores.
El caso es aún más crítico para las consultoras y firmas de outsourcing de origen indio, como Infosys, Wipro, Tata Consultancy Services o Cognizant. De acuerdo con Financial Times, muchas de estas compañías sostienen contratos de gran escala en Estados Unidos gracias al flujo constante de personal con visas H-1B.
Una política con sello presidencial
Como parte de su nueva estrategia de fortalecimiento nacional, el pasado 19 de septiembre de 2025, Trump firmó la proclamación que oficializó la tarifa para nuevas visas: “Necesitamos trabajadores. Necesitamos grandes trabajadores, y esto prácticamente asegura que eso es lo que va a suceder”, señaló el mandatario.
La Casa Blanca ha defendido la medida como un mecanismo para privilegiar a trabajadores extranjeros “de élite”, reduciendo los casos en que la H-1B se utiliza para cubrir posiciones menos calificadas.
De acuerdo con The Guardian, el gobierno argumenta que esta política busca proteger empleos de ciudadanos estadounidenses y reforzar la competitividad nacional frente a lo que consideran un abuso del programa.
Más allá de la narrativa oficial, analistas advierten que el impacto puede ser contrario al esperado. Según Reuters, al restringir el acceso al talento extranjero, se corre el riesgo de debilitar a sectores que han sido motor de innovación y que dependen del flujo constante de especialistas formados fuera de Estados Unidos.
La aclaración necesaria
Posterior al anuncio de Trump, las alarmas en las industrias, empresas y, principalmente, en los titulares de la visa H-1B, se encendieron de inmediato debido a la confusión respecto al pago para todos aquellos que ya cuentan con dicho documento.
Sin embargo, la Casa Blanca precisó que la tarifa de 100,000 dólares aplica únicamente para nuevas solicitudes de visa H-1B, y no para renovaciones ni titulares actuales.
La medida abre un escenario de incertidumbre en el que las empresas deberán decidir si absorben el nuevo costo, reducen su dependencia de talento extranjero o incluso trasladan operaciones fuera de Estados Unidos. Para los trabajadores internacionales, la noticia significa un nuevo obstáculo en su camino hacia oportunidades laborales en el país.
