La nueva directriz del gobernador de Texas, Greg Abbott, ha generado un intenso debate en torno a la seguridad vial y al impacto que tendrá sobre miles de conductores migrantes. La medida establece que todos los camioneros con licencia comercial deben dominar el idioma inglés para poder leer señales de tránsito, comunicarse con las autoridades y seguir instrucciones en carretera.
El decreto de Abbott y en qué consiste
El gobernador Greg Abbott instruyó al Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS), a través de una orden emitida el pasado 4 de septiembre, a aplicar una política de tolerancia cero en materia de dominio del idioma inglés entre los conductores de vehículos comerciales.
Esta orden elimina las excepciones que existían para quienes operaban únicamente dentro del estado y ahora exige que todos los camioneros puedan comunicarse claramente en inglés.
Según la directriz, los operadores de licencias comerciales deben demostrar que comprenden las señales de tránsito, son capaces de responder a las instrucciones de las autoridades y pueden completar documentación en inglés. Abbott señaló que la falta de estas habilidades pone en riesgo a todos los automovilistas, por lo que el DPS deberá verificar las competencias lingüísticas tanto al expedir licencias como en las inspecciones de carretera.
La decisión alinea las regulaciones estatales con las federales, que ya contemplaban este requisito en la normativa de la FMCSA. Sin embargo, hasta ahora, Texas mantenía un vacío legal que permitía a ciertos conductores operar sin acreditar dominio del idioma, lo cual ha quedado cerrado con la nueva instrucción.
Impacto en la comunidad migrante
El anuncio afecta de manera directa a miles de migrantes que trabajan en el sector del transporte, especialmente a los procedentes de México. De acuerdo con un reporte de Reuters, en Ciudad Juárez varios camioneros ya han comenzado a tomar clases de inglés con el objetivo de mantener sus empleos y cumplir con el nuevo estándar impuesto en Texas.
Según el mismo medio, para estos trabajadores, el desafío no solo es económico, sino también cultural y educativo. Muchos de ellos cuentan con años de experiencia al volante, pero ahora deben adaptarse a una exigencia que podría determinar la continuidad de su trabajo en el país. El sector transportista advierte que esta transición será complicada y que existe el riesgo de perder mano de obra calificada si no se ofrecen apoyos de capacitación accesibles.
El incidente que originó la medida
El endurecimiento de la política responde a un caso reciente en donde un conductor de tráiler ocasionó un accidente mortal en Turnpike, a la altura de Fort Pierce, en el condado de St. Lucie, Florida. De acuerdo con autoridades locales, Harjinger Singh, quien además enfrenta procedimientos vinculados con su estatus migratorio, llevó a cabo una maniobra ilegal al girar en “U” en un punto de acceso restringido para uso oficial debido a una falta de conocimientos en el idioma inglés.
El incidente fortaleció el argumento de que la barrera del idioma no es un detalle menor, sino un factor que puede marcar la diferencia entre la seguridad y la tragedia en el tránsito. Por ello, la nueva directriz se presenta como una respuesta inmediata a la necesidad de garantizar que todos los operadores comerciales estén en condiciones de comprender y seguir las normas.
