Tatiana Cuschnir
Publicada

Donald Trump decidió mover los retratos de tres expresidentes de Estados Unidos a un sitio mucho menos visible en la Casa Blanca, en una decisión que generó polémica y dio mucho de qué hablar.

Los retratos de Obama y Bush están fuera del alcance del público

Según CNN, el retrato oficial de Barack Obama, que antes ocupaba un lugar destacado en la entrada de la Casa Blanca, fue trasladado al tope de la Gran Escalera, un área restringida a la familia presidencial, agentes del Servicio Secreto y personal autorizado. De este modo, queda fuera de la vista de los miles de visitantes que recorren diariamente la mansión.

La misma medida se aplicó a los retratos de George W. Bush y George H. W. Bush, quienes también tuvieron roces con Trump en el pasado.

No es la primera vez que el retrato de Obama cambia de lugar. En abril, fue movido del Gran Vestíbulo y reemplazado por una pintura que retrata a Trump sobreviviendo a un intento de asesinato en Butler, Pensilvania.

Tensiones históricas entre Trump y los expresidentes de Estados Unidos

La decisión se produce en un contexto de tensiones crecientes. Trump acusó públicamente a Obama y a miembros de su administración de “traición” en relación con la elección de 2016, algo que el equipo del 44.º presidente calificó de “absurdo” y “una débil distracción”.

Las diferencias con la familia Bush también fueron evidentes en los últimos años: George H. W. Bush llegó a describir a Trump como un “fanfarrón” y George W. Bush fue criticado por Trump como un presidente “fallido y poco inspirador”.