Un panel de jueces federales decidió limitar una de las órdenes más estrictas de Donald Trump contra los migrantes. El fallo cuestiona su intento de cerrar el sistema de asilo en la frontera sur con México y reafirma que hay protecciones legales que el gobierno no puede ignorar.
Una corte frena parcialmente la ofensiva de Trump contra los solicitantes de asilo
La decisión apunta contra una proclamación firmada por Trump en enero, poco después de regresar a la Casa Blanca. El presidente ordenó cerrar el sistema de asilo y autorizó expulsiones inmediatas de personas que ingresaran sin permiso. Justificó su medida alegando que Estados Unidos enfrentaba una “invasión”.
Sin embargo, el tribunal de apelaciones del Circuito de D.C. dejó sin efecto una pausa que suspendía un fallo anterior, que ya había invalidado esa política. Ese fallo, firmado por el juez federal Randolph Moss, consideró que el decreto violaba las leyes que protegen a migrantes en riesgo de persecución o tortura.
Qué se mantiene y qué queda limitado
Aunque la corte permitió que algunas partes de la medida sigan vigentes, restringió su alcance. Solo podrán negar el asilo a personas que no hayan ingresado aún al país. Aquellos que ya se encuentren en suelo estadounidense podrán solicitar otras formas de protección que la ley exige conceder.
Entre ellas se destacan:
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Suspensión de deportación ("withholding of removal")
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Protección bajo la Convención Contra la Tortura de la ONU
Estas figuras tienen requisitos legales más estrictos que el asilo, pero si se cumplen, deben otorgarse obligatoriamente. El tribunal indicó que el gobierno no puede bloquearlas mediante un decreto presidencial.
Cuáles son los próximos pasos del caso
El panel estuvo formado por Patricia Millett y Cornelia Pillard, nombradas por Barack Obama, y Gregory Katsas, designado por el propio Trump. Aunque no coincidieron en todos los puntos, los tres aceptaron que no se pueden anular las garantías legales para los migrantes en peligro.
Además, ordenaron que las partes presenten sus argumentos antes del 26 de septiembre, en un proceso acelerado para definir el futuro de la norma.
Desde el gobierno, defendieron la proclamación. “El presidente aseguró la frontera en tiempo récord usando todas las herramientas legales”, sostuvo Tricia McLaughlin, vocera del Departamento de Seguridad Nacional.
Según la administración Trump, la medida ayudó a reducir drásticamente los cruces ilegales. En julio, solo 4600 personas fueron detenidas en la frontera sur, la cifra más baja registrada por la Patrulla Fronteriza desde los años 60.
