La Universidad de Columbia se encuentra a punto de alcanzar un acuerdo con la Administración de Donald Trump para recuperar más de 400 millones de dólares en fondos federales, luego de varios meses de tensas negociaciones. Según información publicada por CNN, el entendimiento incluiría una serie de compromisos por parte de la institución; como el pago de una millonaria suma a víctimas de presuntas violaciones a los derechos civiles, y reformas significativas en sus políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI).
¿Cuál es el acuerdo entre la Universidad de Columbia y la Casa Blanca?
El trato, que todavía está en etapa preliminar, también contempla medidas concretas para mejorar la seguridad en el campus, especialmente para los estudiantes judíos, un tema que ganó centralidad tras el inicio de investigaciones federales por presunto antisemitismo. De concretarse, Columbia sería la primera universidad de alto perfil en ceder ante las presiones de la Casa Blanca, en medio de una ofensiva que involucró también a instituciones como Harvard.
La junta directiva de Columbia se reunió el 6 de julio para analizar los términos propuestos por el Gobierno estadounidense, en un clima de urgencia creciente. La Administración de Trump considera que este eventual pacto podría convertirse en modelo para futuras negociaciones con otras universidades. Aunque todavía se desconoce el monto exacto de la multa que pagaría Columbia, se sabe que varía según la institución y forma parte de una estrategia para obligar a las instituciones educativas a modificar políticas que, según el presidente, son "excesivamente ideológicas".
En paralelo, las conversaciones entre la Casa Blanca y Harvard mostraron signos de estancamiento, lo que abrió una ventana de oportunidad para Columbia. La universidad neoyorquina adoptó una estrategia más conciliadora, lo que habría facilitado un mayor entendimiento con los funcionarios federales.
Una universidad en riesgo de perder décadas de investigación
Claire Shipman, presidenta interina de Columbia, reconoció en una carta interna que las presiones económicas derivadas de este conflicto están alcanzando niveles críticos. “Los científicos más destacados de Columbia se enfrentan a la destrucción de décadas de investigación”, advirtió, en referencia al impacto que tuvo la suspensión del financiamiento federal sobre proyectos clave de la institución. Shipman subrayó la necesidad de restablecer el vínculo con las autoridades federales para garantizar la continuidad de sus labores científicas y académicas.
Sin embargo, también respondió a quienes cuestionan el acuerdo como una claudicación ideológica. “Nos hemos comprometido a cambiar, hemos avanzado, pero todavía nos queda mucho por hacer”, señaló, en alusión a los incidentes antisemitas que generaron preocupación dentro y fuera del campus. La mandataria universitaria dejó claro que cualquier acuerdo se basará en un equilibrio entre mantener la excelencia académica y responder a los nuevos requerimientos federales.
La Administración de Donald Trump busca un precedente para otras universidades
Desde la Casa Blanca, el interés por cerrar un trato con una universidad de prestigio es evidente. La estrategia apunta a lograr un “caso ejemplar” que abarque tanto las protestas y el antisemitismo como las políticas de diversidad intelectual y DEI.
El presidente Donald Trump, consultado por CNN, se mostró optimista: “Creo que probablemente llegaremos a un acuerdo con Harvard. Probablemente llegaremos a un acuerdo con Columbia. Tienen muchas ganas de llegar a un acuerdo. No hay prisa”. Aunque evitó confirmar cifras específicas, dijo que se trata de “mucho dinero”.