David Martin nunca imaginó que colocar botellas de agua fría frente a su casa terminaría por desatar una batalla legal con su asociación de vecinos en Estados Unidos. Desde hace cinco años, este residente de Canyon Trails, en Arizona, deja a diario una hielera portátil junto a su garaje con un cartel que invita a cualquiera a tomar una botella de agua gratis. “¡Incluso tú, HOA!”, escribió en un mensaje dirigido irónicamente a la junta que ahora lo sancionó con varias multas de 100 dólares.
Resistencia, multas y una petición de destitución en Arizona
El gesto, que comenzó como una forma de apoyar a la comunidad durante los días de calor extremo, pronto fue cuestionado por la Canyon Trails Home Owners Association (HOA). Según el reglamento, está prohibido “anunciar la distribución de agua” si el enfriador es visible desde otras propiedades. La empresa administradora, FirstService Residential, aseguró que no se oponen a regalar agua, pero sí a que se publicite esa entrega de manera visible.
Martin aclaró que no piensa ceder ante las sanciones. “Me mantengo firme en que no voy a pagar las multas. La hielera no se va a ningún lado y voy a luchar por ello”, afirmó. En lugar de rendirse, decidió tomar una medida más drástica: impulsó una petición para destituir a tres miembros de la junta directiva de la HOA, a quienes acusa de ignorar las verdaderas necesidades de los vecinos.
Según explicó, logró reunir las firmas necesarias de propietarios para activar el proceso. En una reunión especial en la que participaron dos miembros actuales de la junta y alrededor de dos docenas de residentes, se recibieron 210 votos. De ellos, 190 apoyaron la destitución. Uno de los actuales miembros de la HOA, Deryl Riley, confirmó que se alcanzó el quórum necesario y que los directivos señalados serían removidos de sus cargos.
Pero el conflicto no terminó ahí. Los tres miembros afectados rechazaron públicamente la legitimidad de la votación. Aunque no quieren hablar con la prensa, señalaron que Martin no había reunido suficientes firmas para llevar a cabo el proceso. Además, argumentaron que no se cumplió con el requisito de notificar a todos los propietarios con al menos 24 horas de anticipación.
En una reunión de emergencia, la junta decidió cancelar la votación y puso en duda que 210 votos sean los necesarios para lograr el quórum dentro de una comunidad que cuenta con más de 1.000 viviendas. De este modo, lo que para Martin fue una victoria vecinal, para la junta se trata de un proceso inválido.
Un debate que abre la puerta a otros conflictos dentro de la comunidad
A pesar de los cuestionamientos, Martin sostiene que su acción fue legítima y que cumplió con los requisitos establecidos por la ley estatal. Como respaldo, envió a los medios una notificación emitida por el administrador comunitario de FirstService Residential, en la que se detalla que la petición es válida y cumple con los criterios legales.
Más allá de los detalles técnicos, Martin considera que su lucha va más allá de una hielera con agua. “No se trata solo de agua, se trata de toda la comunidad”, expresó. La disputa reveló el descontento de muchos residentes con el funcionamiento de la HOA y despertó un debate más amplio sobre el poder que ejercen estas asociaciones sobre los vecinos.