Carlos Dileo
Publicada

Un nuevo revés sacude las políticas migratorias de la Administración de Donald Trump. El 11 de julio, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, firmó una orden ejecutiva que bloquea el avance de las redadas migratorias del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en la ciudad. Esta medida representa una respuesta directa a las operaciones federales que generaron temor entre las comunidades de inmigrantes en California.

Las redadas del ICE son bloqueadas en Los Ángeles

La decisión de Bass no solo busca frenar estas intervenciones, sino también proteger activamente a los inmigrantes indocumentados de las deportaciones masivas que se intensificaron desde que Trump asumió su segundo mandato en enero de 2025. La alcaldesa fue clara: usará todos los recursos municipales disponibles para asegurar que Los Ángeles se mantenga como un espacio de resguardo ante los operativos del gobierno federal.

La medida fue tomada luego de que Bass denunciara públicamente que los agentes del ICE no habían coordinado con las autoridades locales para llevar a cabo las redadas. Además, aseguró que estos operativos tuvieron un carácter "intimidatorio", afectando la seguridad y la confianza de los residentes. Entre el 6 y el 22 de junio, el ICE arrestó a 1.618 inmigrantes en la ciudad, generando una fuerte ola de preocupación entre las familias afectadas.

La alcaldesa también calificó las redadas como "ilegales y caóticas", revelando que se están utilizando armas y vehículos no oficiales para detener a personas en lugares públicos como estacionamientos y paradas de autobuses. Estas prácticas son vistas como una muestra de la creciente agresividad que se vive en Estados Unidos.

Los Ángeles, una ciudad en resistencia

Con esta nueva orden ejecutiva, Karen Bass demuestra que Los Ángeles no será parte de las políticas de deportación masiva que promueve Trump. Al limitar el uso de recursos municipales en acciones del ICE, se busca desvincular a las agencias locales de los operativos federales. Además, se planea ampliar el acceso a servicios para las familias inmigrantes que se vieron afectadas por las redadas.

La respuesta del gobierno local llega en un momento crítico, ya que la Ley One Big Beautiful Bill, firmada por Trump, reforzó las capacidades del ICE para intensificar los controles migratorios. Con esta legislación, se espera una ola de contrataciones para ampliar el número de agentes en todo el país, con foco especial en ciudades como Los Ángeles.

El enfrentamiento entre la alcaldía de Los Ángeles y el gobierno federal se está convirtiendo en uno de los puntos clave del debate migratorio en Estados Unidos. Mientras Trump apuesta por un endurecimiento sin precedentes en la política migratoria, Karen Bass representa una postura de protección a los derechos de los inmigrantes, especialmente en territorios con una fuerte presencia latina.

Para muchas familias inmigrantes, esta medida es una señal de esperanza. Aunque las redadas continúan en otras partes del país, en Los Ángeles, las autoridades locales trazaron una línea clara de defensa. La decisión de Bass podría marcar el camino para que otras ciudades adopten medidas similares frente al avance del ICE bajo el mandato de Trump.