Una nueva directriz firmada por el gobierno de Donald Trump ha modificado radicalmente la forma en que se gestionan los procesos migratorios en EE. UU. Y es que a partir de julio de 2025, la mayoría de personas inmigrantes sin estatus legal ya no podrán acceder a audiencias de fianza para permanecer en libertad mientras avanza su caso ante la corte de inmigración. La medida ha sido ampliamente criticada por grupos de derechos civiles y podría afectar a millones de personas.
¿Qué implica esta nueva reglamentación migratoria?
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) emitió una nueva política que prohíbe la liberación bajo fianza para inmigrantes que ingresaron de forma ilegal, incluso si no representan un riesgo para la seguridad pública.
Según el Washington Post, esta regla, impulsada por el director interino Todd Lyons a través de un memorando, se apoya en una ley de 1996 que permite la detención obligatoria de ciertos inmigrantes sin audiencia de fianza.
Esto significa que, una vez detenidos por ICE, estos inmigrantes deberán permanecer en custodia hasta que se resuelva todo su proceso, lo cual puede tardar meses o incluso años. El gobierno ha destinado más de 45 mil millones de dólares para ampliar la infraestructura y capacidad de detención en todo el país.
Fuertes críticas y preocupaciones legales
Organizaciones como la American Civil Liberties Union (ACLU) han condenado la medida, argumentando que elimina protecciones legales básicas como el derecho a una revisión judicial. Además, expertos legales citados por The Guardian advierten que esta política podría colapsar el sistema de detención migratoria y enfrentar múltiples desafíos en tribunales federales.
En entrevista para Associated Press, representantes de grupos proinmigrantes señalaron que muchas de las personas afectadas tienen años residiendo en Estados Unidos y enfrentan esta detención sin haber cometido delitos graves, lo que consideran una criminalización de la migración en sí misma.
Una política que refuerza la agenda de Trump
Esta acción se enmarca dentro de un enfoque más restrictivo impulsado por Donald Trump, quien ha hecho de la migración un tema central de su política. Con esta estrategia, la administración busca acelerar deportaciones, disminuir las liberaciones supervisadas y frenar el ingreso irregular en la frontera sur.