Las tensiones entre las políticas migratorias federales y las protecciones locales en ciudades santuario volvieron a escalar en julio. En Nueva York, una de las principales jurisdicciones santuario del país, las detenciones de inmigrantes por parte de agentes de ICE registraron un aumento significativo en lo que va del año. Según reportes oficiales, los arrestos crecieron un 11%, lo que ha encendido las alarmas entre defensores de derechos humanos y autoridades locales.
Aumentan las detenciones en zonas protegidas
De acuerdo con un análisis reciente de Bloomberg, los operativos de ICE en la ciudad de Nueva York, considerada un bastión de protección para personas migrantes, han ganado fuerza desde el inicio de 2025.
El informe indica que los arrestos realizados por la agencia federal han crecido en un 11% en comparación con el año anterior, desafiando directamente las políticas locales que buscan limitar la cooperación con autoridades migratorias.
El incremento se da en medio de un discurso federal más agresivo, acompañado por nuevas directrices que alientan a los agentes a actuar sin necesidad de colaboración con las autoridades locales. Reuters reporta que ICE ha intensificado sus rondas de arrestos en ciudades como Nueva York y Chicago, realizando detenciones diarias incluso en entornos donde anteriormente evitaban intervenir, como hospitales, estaciones de transporte y espacios comunitarios.
Este enfoque ha generado una creciente preocupación entre organizaciones de apoyo a migrantes, quienes denuncian que estas acciones siembran temor en comunidades que tradicionalmente han encontrado un grado de resguardo en ciudades santuario. La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) y otros grupos han comenzado a recopilar denuncias sobre detenciones arbitrarias y posibles abusos de autoridad.
Mientras tanto, las autoridades locales neoyorquinas han reafirmado su compromiso con la política santuario, aclarando que la ciudad no coopera voluntariamente con ICE y que se mantendrán los protocolos para proteger a residentes sin importar su estatus migratorio. Sin embargo, la falta de coordinación no ha impedido que los operativos continúen, aumentando la tensión entre niveles de gobierno.
¿Qué implicaciones tiene este aumento?
El incremento de arrestos representa más que un dato estadístico: es una señal clara de que la política migratoria federal actual está buscando desafiar abiertamente las barreras legales y éticas impuestas por jurisdicciones locales.
Como lo destaca Financial Times, muchas de estas acciones se están dirigiendo a personas sin antecedentes penales, lo que contradice el discurso oficial de priorizar deportaciones de individuos con historial criminal.