Tatiana Cuschnir
Publicada

Desde un centro de detención migratoria en el desierto de Mojave, Arpineh Masihi, una madre de familia de 39 años, defiende a Donald Trump a pesar de haber sido arrestada por agentes de inmigración. Asegura que el presidente de Estados Unidos “está haciendo lo correcto” y que seguirá apoyándolo hasta el último día de su vida.

La seguidora de Donald Trump que fue detenida por ICE

Arpineh vive en Diamond Bar, una ciudad del condado de Los Ángeles y desde hace años es seguidora de Donald Trump. Ahora, su esposo, Arthur Sahakyan, y sus cuatro hijos, todos ciudadanos estadounidenses, esperan con incertidumbre que ella regrese a casa.

Arpineh llegó a Estados Unidos con apenas 3 años. Aunque tuvo problemas legales en 2008 por robo y fue condenada a dos años de prisión, logró rehacer su vida. Un juez revocó su residencia permanente, pero le permitió quedarse en el país debido a que es cristiana, de origen armenio e iraní, lo que complicaría su retorno a Medio Oriente.

Desde entonces, Arpineh formó una familia, fundó un negocio y colabora con escuelas. “Todos cometemos errores”, afirma su esposo. “Ella ha demostrado quién es realmente durante estos 17 años”, agregó.

Fiel a Trump, incluso desde el encierro

Lo más llamativo es que, a pesar de haber sido arrestada por la política migratoria, Arpineh mantiene su apoyo total a Donald Trump. “Muchos no deberían estar aquí”, dijo desde el centro de detención en diálogo con BBC. “Pero yo no soy deportable a ningún país”, consideró.

Su esposo apunta contra la administración anterior: “Culpo a Biden. Él abrió las puertas. Trump sí quería deportar criminales, no familias como la nuestra”.

La detención que cambió la vida de la familia

El 30 de junio, mientras desayunaban, recibieron una llamada de ICE. Pensaron que era una broma, pero media hora después, agentes migratorios llegaron a la casa. Aunque sabían que podían negarse a abrir la puerta, la pareja decidió salir. Arpineh les mostró los papeles de su última cita migratoria, pero los agentes le dijeron que tenían una orden de arresto.

Antes de ser llevada, pudo despedirse de sus hijos. A pedido de Arthur, los oficiales la esposaron fuera de la vista de los niños. Fue llevada a un edificio federal en el centro de Los Ángeles, donde permaneció tres días junto a 28 mujeres, durmiendo en el suelo y con acceso limitado a comida y agua.

Luego la trasladaron al centro de detención de Adelanto, conocido por sus condiciones carcelarias. “Es duro, pero al menos aquí tengo cama y comida”, contó. A pesar de todo, Arpineh llama a su esposo todos los días para saber cómo está su familia.