Las hamburgueserías han sido, son y serán siempre, un pilar fundamental de la gastronomía estadounidense durante décadas, convirtiéndose en un icono cultural que va más allá de la comida rápida.
Desde pequeños locales familiares hasta grandes cadenas nacionales, las hamburguesas son un plato muy querido por millones de personas en todo el país. La versatilidad de este alimento, combinado con su accesibilidad y sabor, ha permitido que las hamburgueserías evolucionen y se adapten a los gustos y preferencias de diversas generaciones.
En Estados Unidos, no es raro ver a personas de todas las edades disfrutando de una hamburguesa, ya sea en un restaurante de lujo o en una parada rápida de carretera, lo que demuestra la omnipresencia y popularidad de este clásico culinario.
Red Robin
Sin embargo, para todos aquellos amantes de esta comida rápida, hay una mala noticia: algunas de las cadenas más populares de hamburgueserías están atravesando momentos difíciles y, en ciertos casos, enfrentan el cierre de varios de sus establecimientos.
Este es el caso de Red Robin, una de las marcas más queridas en el país, que ha anunciado el cierre de más de 70 de sus locales como parte de una reestructuración estratégica.
Esta decisión, que se dio a conocer durante una reciente llamada de ganancias, en la que G.J. Hart, el director ejecutivo de Red Robin, reveló una sorprendente estrategia que ha dejado a la industria restaurantera y a los consumidores en shock.
Según informó Nation’s Restaurant News, la empresa cerrará más de 70 de sus locales como parte de una reestructuración significativa.
Razones del cierre
La decisión de reducir su presencia física se debe a diversos factores que afectan el rendimiento de la compañía. En primer lugar, la creciente competencia en el sector de comida rápida y casual, combinada con los cambios en las preferencias de los consumidores, ha impactado el flujo de clientes a sus establecimientos.
Además, la pandemia de COVID-19 dejó una huella significativa en las operaciones de muchas cadenas de restaurantes, y Red Robin no fue la excepción.
Durante la llamada, G.J. Hart explicó que los cierres permitirían a la empresa centrarse en los restaurantes más rentables y con mayor demanda, mientras reducían los costos operativos innecesarios.
Esta reestructuración no solo busca mejorar la eficiencia, sino también fortalecer la marca, adaptándose mejor a los nuevos hábitos de consumo que incluyen pedidos en línea, entregas a domicilio y opciones de comida para llevar.
Aunque la compañía no ha proporcionado detalles adicionales sobre los planes de reubicación o compensación, es probable que los empleados sean reubicados en otros locales, en la medida de lo posible, o se les ofrezca alguna forma de indemnización por los cierres.
Por otro lado, los clientes habituales de estos locales tendrán que adaptarse a la nueva distribución de los restaurantes Red Robin. La compañía no ha especificado qué ubicaciones serán las afectadas, pero se espera que se haga un anuncio con mayor claridad en los próximos días.
Estrategia
No obstante, y para contrarrestar los efectos negativos de estos cierres, Red Robin ha intensificado sus esfuerzos en reforzar su presencia digital.
Hart mencionó que la empresa está invirtiendo en el crecimiento de su plataforma de pedidos en línea y delivery, áreas que han demostrado ser cruciales para el éxito de las cadenas de restaurantes en la era pospandemia.
Además, la marca busca un enfoque renovado en la experiencia del cliente, con el objetivo de fidelizar a los consumidores y recuperar terreno en el competitivo mercado.