El pueblo de Pontevedra donde el pulpo se sirve como en ningún otro sitio.

El pueblo de Pontevedra donde el pulpo se sirve como en ningún otro sitio.

Escapadas

El pueblo de Galicia donde el pulpo se sirve como en ningún otro sitio: un plan perfecto para el verano

Descubre el pueblo gallego donde el pulpo a feira se convierte en una experiencia única, con sabor auténtico, tradición y un ambiente ideal para disfrutar del verano.

Más información: Ni Melide ni la Lanzada, esta es la mejor playa de Pontevedra, según National Geographic: aguas azules y arenas blancas

Publicada

Cuando hablamos de gastronomía gallega, hay un plato que siempre aparece en primer plano: el pulpo a feira. Sencillo en su preparación, pero exigente en técnica y punto de cocción, este manjar del norte de España es mucho más que una tapa: es cultura, tradición y orgullo. En Galicia, el pulpo se sirve de mil formas y en mil rincones, pero hay un lugar donde alcanza otra dimensión: un pueblo de Galicia donde comer pulpo es casi un rito.

Lejos de las rutas turísticas más trilladas, este destino combina lo mejor del verano gallego: buena comida, naturaleza, ambiente relajado y una identidad local muy marcada. Aquí, el pulpo no llega a la mesa desde la cocina de un restaurante moderno, sino desde las manos expertas de quienes llevan décadas preparándolo al fuego, en grandes ollas de cobre, con la misma técnica de siempre. Cada bocado lleva el sabor del mar y de la tierra, y eso lo convierte en una experiencia inolvidable.

Además, este pueblo no es solo famoso por cómo cocina su pulpo, sino por cómo lo celebra. En verano, acoge una de las fiestas gastronómicas más importantes de Galicia, en la que locales y visitantes se reúnen para compartir mesa, conversación y tradición. Si buscas un plan distinto, sabroso y 100 % gallego para este verano, aquí tienes una opción que lo tiene todo.

Cuando pensamos en pulpo a feira, es fácil imaginarlo servido en una feria tradicional, sobre plato de madera, con aceite de oliva, sal gruesa y pimentón. Pero en Galicia, cada zona tiene su sello propio, y hay lugares donde este plato se convierte en una experiencia difícil de olvidar. Uno de esos lugares está en Pontevedra y es mucho más que un sitio donde comer bien: es un destino completo para disfrutar del verano. Hablamos de O Carballiño, el pueblo donde el pulpo no es solo una comida, sino una verdadera institución cultural.

Aunque este municipio es más conocido por formar parte de la provincia de Ourense, muchos visitantes que recorren las Rías Baixas hacen parada aquí por un solo motivo: degustar uno de los mejores pulpos de Galicia, preparados al estilo más auténtico y servidos por manos expertas, muchas veces en plena calle, bajo carpas o en fiestas populares.

El secreto del pulpo de O Carballiño, y lo que lo distingue de otros lugares, está en la forma en que se prepara y en la figura central de las pulpeiras, mujeres que han heredado la técnica de generación en generación. Cocer el pulpo en ollas de cobre, cortarlo con tijera y servirlo con precisión y mimo no es una tarea sencilla. Requiere conocimiento, experiencia y un respeto absoluto por el producto.

Aquí el pulpo se cuece justo en su punto, sin pasarse ni quedarse duro. El resultado es una textura perfecta, firme pero tierna, con ese sabor a mar que solo se logra cuando se trabaja con materia prima de calidad y se siguen los tiempos al pie de la letra. Y por supuesto, no faltan los cachelos (patatas cocidas), que en esta zona se sirven como acompañamiento obligado.

Además, a diferencia de restaurantes de zonas costeras más turísticas, en O Carballiño se mantiene el enfoque tradicional: pulpo, pan, vino de la tierra y nada más. Y eso, en un mundo de cocinas cada vez más sofisticadas, es parte de su encanto.

Cada verano, concretamente en el mes de agosto, O Carballiño acoge su evento más emblemático: la Festa do Pulpo, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional. Esta celebración reúne a miles de personas que acuden exclusivamente para rendir homenaje al cefalópodo más célebre de Galicia.

Durante ese fin de semana, el parque municipal y sus alrededores se llenan de casetas, puestos, mesas corridas y calderos humeantes. Todo gira en torno al pulpo: se cocina al instante, se sirve en platos de madera y se acompaña con vino tinto o blanco, música popular y un ambiente festivo y familiar difícil de igualar.

Aunque este evento es el momento de mayor afluencia, el pulpo en O Carballiño se disfruta todo el año, con pulperías tradicionales que lo sirven como mandan los cánones, sin necesidad de esperar a la fiesta.

Además de ser un paraíso para los amantes de la buena mesa, O Carballiño y su entorno ofrecen atractivos ideales para un plan de verano completo. La zona está rodeada de espacios verdes, senderos y áreas fluviales perfectas para pasear, refrescarse o hacer un picnic tras la comida.

Uno de los lugares más populares es el parque municipal del río Arenteiro, un espacio natural donde locales y visitantes se relajan bajo la sombra de los árboles, cruzan puentes de piedra y disfrutan del aire puro. También merece una visita el balneario de aguas termales, ideal para quienes buscan combinar gastronomía y bienestar.

Y si lo que se busca es hacer una ruta más completa, O Carballiño se encuentra a un paso de otros puntos de interés como Ribadavia, la capital del Ribeiro, o Castrelo de Miño, con su embalse y áreas de baño. Todo ello a menos de una hora de Pontevedra capital.

O Carballiño está perfectamente comunicado. Desde Pontevedra se tarda poco más de una hora en coche por la A-52. También se puede acceder fácilmente desde Ourense o Vigo, lo que lo convierte en un punto estratégico para una escapada de un día o un fin de semana.

Aunque la Festa do Pulpo es el gran atractivo del verano, cualquier mes es bueno para hacer una visita y disfrutar de su producto estrella. Eso sí, si vas en agosto, reserva con antelación: el pueblo se llena de comensales hambrientos que no quieren perderse esta experiencia única.