Capela de Santa Mariña do Seixo en el alto da Serra do Cando

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A pie por la Serra do Cando: una joya natural por explorar en la comarca de Pontevedra

Esta cordillera en el interior de las Rías Baixas alberga un enorme patrimonio histórico y paisajístico, repleto de rutas de senderismo y miradores que invitan a descubrir una de las caras menos conocidas de esta comarca gallega

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Entre los valles verdes que va dibujando el río Lérez y el Verdugo en su camino hacia el mar, A Serra do Cando despliega una naturaleza salvaje, senderos, miradores y algún que otro riachuelo en esta cordillera montañosa, situada a merced de la Serra do Candán por los montes de Costoia, extiende su orografía ondulante entre las localidades de Cerdedo-Cotobade, Forcarei, A Lama y Beariz. Adentrarse en sus paisajes supone todo y ofrecen una manera única de tocar el cielo abierto de las Rías Baixas.

El Lugar de Interés Comunitario de la Serra do Cando ocupa una superficie que ronda las 5.458 hectáreas de terreno por el corazón de las Terras de Pontevedra. La panorámica desde estas cumbres invita a la contemplación, repletas de excelentes balcones naturales que permiten vislumbrar la belleza inherente de este geodestino del sur de Galicia.

Además, al margen de su enorme riqueza natural, esta sierra constituye el escenario idóneo para la realización de , pues el grueso de la cordillera es atravesado por senderos que permiten conocer los secretos, historias y leyendas que oculta este enclave mágico del interior de las Rías Baixas.

Un reducto de paz y naturaleza

Serra do Cando

Serra do Cando Shutterstock Rías Baixas

En las tierras más altas de la Serra do Cando, cuyas corrientes de agua serpentean en su descenso creando parajes mágicos en las estribaciones de esta pequeña cordillera que forma parte de la Dorsal galega. Además, es por lo que explorar sus caminos y senderos implica descubrir la inmensa riqueza natural y paisajística que se oculta entre sus picos y laderas.

Este lienzo vivo y montañoso se dibuja entre vegetación agreste, con rincones repletos de xestas, toxos y otras variedades de matorrales, así como también otras plantaciones de pinos y eucaliptos que en su conjunto confieren a la sierra ese carácter indómito y salvaje. Ahora bien, el ecosistema más representativo e importante se enmarca en los picos más elevados de esta sierra gallega ―especialmente el caso de las turberas― y en los bosques de ribera y las carballeiras que cubren los meandros del río Verdugo y sus afluentes. Entre sus puntos más altos, hay auténticos balcones naturales que ofrecen unas increíbles vistas panorámicas de las Rías Baixas.

A pesar de todo, el verdadero lugar de referencia de la Serra do Cando está situado un par de metros por debajo de los citados picos, a unos 967 metros sobre el nivel del mar. Nos referimos al emblemático, o, en términos más sencillos, De acuerdo a la tradición popular, este curioso hito megalítico se erige como un límite simbólico entre el mundo de los vivos y los muertos. Al margen de las leyendas, el panorama desde este encantador rincón de la cordillera brinda y sus paisajes de contrastes entre el mar y la montaña.

Entre historia y patrimonio

Monte Seixo. Foto: Turismo Rías Baixas

Monte Seixo. Foto: Turismo Rías Baixas

El Alto da Cruz do Seixo es otra de las paradas imprescindibles en nuestra ruta por la Serra do Cando, ya sea a pie, en coche o en bicicleta. Este lugar, nos conecta con un legado histórico que parece extenderse más allá de los límites de esta tierra. Muy cerca de allí, a más de 900 metros de altitud, nos espera también

La capilla, de planta cuadrangular y fachada adintelada, se encuentra coronada por un campanario sencillo que en su conjunto transmite una serenidad única. Dos pequeños ventanales escoltan su puerta, frente a la cual se abre un íntimo y pequeño atrio. Sus orígenes están envueltos en el misterio: quienes habrían marcado aquí el límite de sus dominios, otras voces señalan a los monjes de Oseiro como los responsables de su construcción dada la cercanía al lugar de las Neveiras do Seixo, otro elemento del patrimonio firmado por estos religiosos. En cualquier caso, y sea cual sea su historia, este rincón invita al visitante a detenerse, respirar profundamente y contemplar el tiempo detenido entre sus piedras.