Así es el proyecto nacido en Fornelos de Montes (Pontevedra) para proteger y poner en valor la Serra do Suido

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Así es el proyecto nacido en Fornelos (Pontevedra) para proteger y poner en valor la Serra do Suído

Tras 25 años trabajando para una empresa telefónica, Javier Blanco decidió cambiar de vida y con dos socios han puesto en marcha Oitaven Life, una empresa de ocio y aventura que invita a descubrir el patrimonio rural que los rodea a través de rutas y actividades

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Frontera natural entre las provincias de Pontevedra y Ourense, la Serra do Suído es una de las grandes desconocidas de Galicia. Conocido como el techo de las Rías Baixas, es el lugar de nacimiento de los ríos Tea y Oitavén, forma parte de la Dorsal Central Gallega. "No tiene nada que envidiarle a otras más conocidas, como la Serra do Courel".

Esta afirmación es de Javier Blanco, nacido en Ventín, un pueblo de Fornelos de Montes, y que hoy ha convertido su pasión en su profesión. Tras 35 años trabajando, 25 de ellos en una empresa de telefonía, aprovechó un ERE para "cambiar de vida".

Para este cambio de hace aproximadamente un año, se acompañó de un amigo de toda la vida, Antonio Amoedo, Toño, propietario del restaurante Casa Nagarola, en Fornelos de Montes; apasionado de la naturaleza, hace años compró un Land Rover, lo restauró, y comenzó a ofrecer a sus clientes rutas por la zona.

Oitaven Life

Oitaven Life

"Llevaba tiempo diciéndole a Toño que me parecía un proyecto muy chulo, así que decidí unirme y consolidarlo", explica Javier a Treintayseis. En el proyecto se unió una tercera pata; Gonzalo Bargiela, el sacerdote de la zona, "un sacerdote nada convencional", muy integrado en la comunidad y al que "le apasiona esa parte de la religión de ayudar al prójimo, además de tener también esas inquietudes de proteger nuestro entorno".

Compraron dos todoterrenos más y oficializaron la empresa. "Más allá de lo de ganar dinero, lo que queremos es defender nuestro territorio y trabajar en proyectos de renovación del monte", dice Javier, que añade que tanto él como Toño son presidentes de las comunidades de montes de sus respectivas parroquias.

Oitavén, un nombre que une un proyecto

Para el nombre, no hubo mucho problema: Oitaven Life. El nombre de Oitavén es el del pueblo de Toño, el de uno de los ríos que nace en la Serra do Suído y el segundo apellido de Javier; más que una casualidad, parecía algo más cosa del destino.

Bajo este nombre, los tres socios han construido una empresa de ocio y aventura, pero sólo en la superficie. Es casi una excusa para, dando a conocer la zona, proteger y poner en valor el territorio que tanto les apasiona.

"Aquí todavía hay manadas de lobos, petroglifos en varios puntos, chozas, fervenzas muy chulas y miradores por la sierra, es una zona muy bonita", incide Javier, que lamenta el abandono de los montes, que tiene como causa incendios como los que se han experimentado en Galicia este mes de agosto. "También hacemos la labor de deseucaliptizar, sustituirlos por frondosas autóctonas, llevamos ganado al monte", enumera.

Y es que son muchas las tareas y proyectos, presentes y a medio y largo plazo, que ponen en marcha desde Oitaven Life. Buscar el equilibrio entre las energías renovables y la naturaleza, tratando de que los parques eólicos "no nos invadan"; cuidar la zona de Eiras, donde está el embalse que da agua a Vigo, donde también hacen actividades con piraguas y pedaletas, convirtiéndolo en una zona de esparcimiento.

Comparten, además, actividades con otros proyectos similares, como puede ser la Ecotaberna Suido, convertidos en vasos comunicantes de clientes, o los chiringuitos de las playas fluviales de la zona. "Tenemos una amplia red de colaboradores sin los que no sería posible realizar con éxito estas experiencias", destaca Javier, como Puza da Ran, un espacio gastronómico y de conciertos, y Rural Hackers, un proyecto para llevar la tecnología al rural.

Experiencias

En su página web se pueden ver cuatro experiencias de las que ofrecen:

  • Experiencia Suído – O Ribeiro: Una excursión en vehículos 4×4 por la Sierra do Suído, que consiste en un recorrido circular de 2 días y con parada en el punto más alto de la provincia de Pontevedra, el Faro de Avión.
  • Ruta do Lobo: Recorrido circular con una duración de medio día, unas 5 horas.
  • Ruta do Barragán: Recorrido de unas 6 horas por la Senda da Fraga do Barragán, atravesando frondosos bosques, antiguos molinos, puentes de piedra y el mágico entorno del río Barragán.
  • Ruta dos Ladróns: Recorrido por los caminos de los arrieros. Acompañando a Pepa Loba, recordando historias de asaltos y ladrones, y descubriendo escondites, cuevas y refugios.

A estas se suman otras "improvisadas", como visitar las pesqueiras de lamprea en Salvaterra, como la que tiene Gonzalo en el río Miño, con una ruta que "acaba en pesca de lamprea en vivo y en directo".

Mirando hacia el futuro

Javier reconoce que, tras la pandemia, ha aumentado tanto el interés por el rural y zonas como la de la Serra do Suido como la demanda para comprar terrenos y casas. "En Ventín, ahora hay una seis siete familias, casi todas de Vigo, e incluso alguna se ha venido a vivir aquí de forma permanente buscando calidad de vida".

De forma paralela, tienen otro proyecto para darle vida a una zona que, en invierno y en otoño, cae en el número de visitantes. En Casa Nagarola, el restaurante de Toño, organizan "Cultura na taberna", con charlas y actividades; por ejemplo, han pasado por ahí Alfonso Pato o Xosé Iglesias, o se han organizado jornadas micológicas, donde todo lo recogido se convierte en la cena de ese día.

En el horizonte, un paso más: construir unas cabañas de madera integradas en la naturaleza en el entorno del encoro de Eiras, dentro de una carballeira de la familia de Toño. "Es una manera de cerrar el círculo, para que también puedan pernoctar, algo que ofrecemos ahora gracias a las casas rurales maravillosas que hay por aquí con las que colaboramos, y darle ese plus a las actividades".