El hostelero de Vigo que echó de su local a unos israelís: "Quiero que pase todo y dejarlo atrás"
Ofrecido por:
El hostelero de Vigo que echó de su local a unos israelís: "Quiero que pase todo y dejarlo atrás"
Samir Slim, propietario del Mimassa y protagonista del vídeo viral, explica que le provocaron insultando a su país, Líbano, y a Palestina. A pesar de muchos apoyos, también ha recibido amenazas e insultos, por lo que quiere olvidar todo lo que ha pasado: "Temo por la seguridad de mi familia"
Información relacionada: Un hostelero de Vigo echa de su restaurante a turistas israelíes: "Sionistas, fuera de aquí"
El conflicto entre Israel y Palestina tiene estos días uno de sus muchos focos en Vigo. La razón, el vídeo viral de un hostelero de la ciudad echando de su local a unos turistas israelíes que ha generado todo tipo de reacciones.
Samir Slim es el protagonista del vídeo. Propietario del local en cuestión, Mimassa, en Arenal 28, y de otros dos restaurantes de comida libanesa, está sobrepasado por todo lo que se ha generado a su alrededor y por cómo puede afectarle, especialmente a su familia.
"Quiero que pase ya todo esto y dejarlo atrás", asegura en declaraciones a Treintayseis en el exterior del restaurante italiano donde todo ocurrió, que ya se prepara para una nueva jornada de trabajo. Samir explica que lo hizo porque le salió de dentro y, además, porque le provocaron.
"Se estaban portando fatal y pensé que eran turcos o árabes, y les pregunté de dónde eran para ver si así podíamos comunicarnos mejor", incide. La respuesta fue un "from Israel" a gritos, para después comenzar a insultar a Palestina y a Líbano, su país.
"En mi pueblo, al sur del Líbano, Israel ha matado a 40 personas, la casa de mi hermano está destruida", enumera para contextualizar su reacción. "No me puse violento, les pedí que se fuesen, siguieron sin hacer caso y como estaba solo en el local, lo grabé todo con la cámara por lo que pudiese pasar", añade.
A Samir se le nota el hastío y la presión a la que ha sido sometido durante estas horas; señala tres teléfonos móviles que lleva en la mano asegurando que tiene más de 6.000 llamadas. Ha recibido apoyos, como el de un transeúnte que pasa en ese momento y le da un pequeño toque en la espalda y hace el gesto de aplaudirle, pero también amenazas e insultos.
"Temo por la seguridad de mi familia", lamenta, sabiendo que en estos tiempos, es fácil identificar y localizar a cualquier persona.
Más allá de las reacciones, a favor y en contra, este libanés que lleva años viviendo en Vigo insiste en que nunca le había pasado esto, y que a pesar de la amplificación que ha tenido el vídeo, quiere seguir adelante y, en caso de se derive en cuestiones legales, "habrá que verlas". Pero sólo quiere poner fin y estar en paz.