Diez razones por las que Iago Aspas se merece una estatua en Vigo
Diez razones por las que Iago Aspas se merece una estatua en Vigo
El alcalde de la ciudad, Abel Caballero, anunció este miércoles que cumpliría la promesa que hizo cuando el Celta logró la clasificación europea, y en Treintayseis repasamos los méritos, sobrados, para que el delantero de Moaña quede inmortalizado
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Desde tiempos ancestrales, las estatuas han sido un elemento de homenaje, de exaltación y de recuerdo para determinadas figuras que, en su tiempo, tuvieron un significado para su pueblo. Se hacían a los faraones de Egipto, a los emperadores romanos, a los dioses, a los reyes y a los líderes y héroes de las batallas.
A nuestro tiempo, la estatua ha llegado sin perder el simbolismo de eternizar la figura de una personalidad en concreto. El fútbol, como reflejo de la sociedad, no ha escapado a esta costumbre; grandes jugadores han quedado inmortalizados en donde triunfaron, donde lograron el reconocimiento y donde supusieron motivo de orgullo.
En Vigo, concretamente, hubo un intento de darle esa categoría a Alexander Mostovoi, bandera de un Celta que hizo historia y que paseó el nombre de Vigo por Europa con orgullo. Aquella propuesta lanzada por la peña celtista La Gramola tras la final de Copa del Rey perdida en Sevilla contra el Zaragoza, quedó, finalmente, en agua de borrajas.
Ahora, otro ídolo celeste parece que sí que tendrá ese honor. Ayer mismo, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, anunciaba que Iago Aspas tendría su estatua; el propio futbolista decidirá el escultor y la ubicación, aunque el regidor abría este último tema a la opinión popular.
Las razones para hacerle una estatua al '10' del Celta en Vigo parecen claras pero, por si acaso, en Treintayseis enumeramos diez razones por las cuales el de Moaña tiene credenciales suficientes para quedar inmortalizado para la historia.
Identidad
Se podría resumir, a grandes rasgos, en que Iago Aspas es el Celta, y el Celta es Iago Aspas. Su figura ha sido idolatrada en las dos etapas en las que ha vestido la celeste, separadas por un breve paso por Liverpool y Sevilla. Iago es un chico nacido en Moaña y formado en el Celta. Famosa es la imagen de él siendo un niño diciendo que su sueño era jugar en el club vigués.
El Celta presume de Galicia, de raíces y de vínculos con la tierra, y uno de esos vínculos más aferrados es el propio Aspas, con su marcado acento, su gallego como lengua vernácula y su autenticidad. Es símbolo de una tierra con la que se identifica y también con unos colores que defiende como gustaría hacer a cualquier aficionado o aficionada que lo admira desde la grada.
Referente de cantera
👑 Unha 𝗛𝗢𝗠𝗘𝗡𝗔𝗫𝗘 á altura dunha 𝗟𝗘𝗡𝗗𝗔.
— Celta (@RCCelta) September 27, 2024
🙌 O celtismo desplegará este domingo en #AbancaBalaídos un tifo para conmemorar os 500 encontros do Rei das Bateas!#EuVinXogaraAspas ⋄ #YoViJugaraAspas
Con una marcada apuesta por la cantera, sobre todo desde la llegada al banquillo en 2009 de Eusebio Sacristán. Necesidad económica o apuesta real, lo cierto es que el pucelano ascendió a varios canteranos al primer equipo, incluido Iago Aspas, convertido desde ese momento en una de las grandes esperanzas celestes.
En un equipo ahora repleto de jóvenes que llegan desde las inferiores, el de Moaña es un referente, un espejo en el que mirarse; casi un acompañante y maestro en el camino para todos aquellos imberbes que llegan a Primera División para defender sus colores como él lo ha hecho.
Salvador (primera parte)
Aunque su debut oficial fue el 8 de junio de 2008 en Salamanca, el estreno recordado es el que ocurrió en Balaídos casi un año después, el 6 de junio de 2009. A tres jornadas para el final, el Celta de Eusebio se jugaba la vida ante el Alavés. En el minuto 60 y con 0-0 en el marcador, Iago Aspas, con el 28 a la espalda, saltaba al campo.
Anotó el 1-0 en el minuto 80; el Alavés empató en el 88; y el moañés volvió a anotar en el minuto casi 94 el tanto de la victoria que aseguraba la permanencia en Segunda División para un club que, de haber caído a la Segunda B, no se sabe qué hubiese sido de él.
Salvador (segunda parte)
Igual que salvó al Celta de descender a Segunda B, lo hizo de descender a Segunda División. Las actuaciones de Aspas fueron básicas durante las temporadas más complicadas del equipo, especialmente tras la salida de Unzúe, cuando comenzó un baile de entrenadores propio del Atlético de Madrid de Jesús Gil de la década de los 90.
Todo lo que supuso sobre el campo, más allá de los goles, lo elevó a la categoría de figura y jugador imprescindible para todos aquellos que pasaron por el banquillo; cualquier lesión del delantero era un drama absoluto para un once que se quedaba sin faro que les guiase.
Como ejemplo, está el partido ante el Villarreal en 2019, cuando nació aquella Reconquista. Al tiempo que la ciudad celebraba este momento histórico en el Casco Vello, en Balaídos los de amarillo se ponían 0-2. Iago, tras 3 meses fuera de los terrenos de juego, acortó distancias de falta. Maxi Gómez puso el empate y, de nuevo, el Príncipe de las Bateas selló la victoria de penalti. La imagen de Aspas en el banquillo llorando tras la remontada dieron la vuelta al mundo del fútbol.
Zarra
Iago Aspas y Óscar Mingueza celebran el gol frente al Atlético de Madrid
A las sensaciones, en el caso de Aspas, se unen los números. En un club como el Celta, con años luchando por mantener la categoría, ha logrado ser el máximo goleador nacional en 4 ocasiones. Sólo hay otro jugador que haya logrado el llamado Trofeo Zarra en tantas ocasiones como el gallego: David Villa.
Tres seguidos, en las temporadas 2016-2017, 2017-2018 y 2018-2019, con 19, 22 y 20 goles; y una cuarta, en la 2021-2022, con 17 tantos y empatado con Raúl de Tomás.
Máximo goleador del Celta
Lo de los goles, también lo tiene bien sujeto Aspas en el Celta. Ha logrado un total de 216 tantos con la celeste en todas las competiciones, lo que le convierten en el máximo artillero de la historia del club; también es, claro está, el máximo goleador en Primera División con 164.
Más partidos
Manolo y Aspas.
Más números para hacer méritos: ante el Atlético de Madrid, igualó los 533 partidos vestido de celeste, récord que tenía en su haber el "Gran Capitán" Manolo, y que seguramente superará este jueves. También es el jugador con más partidos en Primera División, con 378, y con más partidos ligueros, 481.
Símbolo intergeneracional
Con 38 años, Aspas se ha convertido en un símbolo para varias generaciones. Un paseo por los aledaños de Balaídos en día de partido sirve de muestra poblacional: la camiseta con el '10' la portan ancianos, adultos, adolescentes y niños y niñas por igual. Si para muchos jóvenes, jugadores como Mostovoi,. Karpin, Revivo, Mazinho o Gustavo López quedan muy lejos, Iago es el encargado de aunar a los más veteranos y a los recién llegados como figura a la que seguir.
Europa
Iago Aspas celebra el gol ante el Getafe.
A falta de lo que sería una guinda al pastel de una carrera como la suya, en forma de título con el Celta, Aspas puede presumir de haber vestido la camiseta celeste en Europa. En la recordada participación en la Europa League de la temporada 2016-2017, que se frustró en semifinales en Old Trafford, Iago fue uno de los referentes del equipo que dirigía Berizzo.
Ahora, con otro rol diferente, el '10' se vuelve a pasear por la competición continental como estandarte de un equipo repleto de jóvenes y escudado por otros veteranos de lujo, como Borja Iglesias o Marcos Alonso.
Lo cierto es que el Celta está jugando la Europa League gracias a Aspas, que en un penúltimo acto de servicio a la causa fue el autor del gol en Getafe que les daba el billete europeo a los vigueses. Una suerte de justicia divina para un Last Dance europeo.
Reconocimiento
La figura de Iago Aspas traspasa los bordes del estadio de Balaídos y los límites de Vigo y su comarca. Ha sido internacional con España, con quien disputó el Mundial de Rusia de 2018. Su nombre ha sonado varias veces vinculado a los grandes, como él mismo ha reconocido, en el caso del Real Madrid; también ha sonado cuando, siendo máximo goleador español durante años, no le han convocado para la selección.
Estas son diez de las muchas razones que se podrían esgrimir para que Aspas quede inmortalizado en la ciudad donde ha sido ídolo.