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Así es el restaurante con el centro de ocio infantil más grande de Galicia

Un restaurante, el mayor tobogán bajo techo de la región, hinchables, pista de coches y una biblioteca entre otros espacios se reparten por los más de 2.000 metros cuadrados que conforma el proyecto de Mountain House
Vista del restaurante y centro de ocio.
Mountain House
Vista del restaurante y centro de ocio.
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De un tiempo a estar parte, el mundo de la gastronomía se encuentra inmerso en una búsqueda constantemente por ofrecer al comensal una experiencia que va más allá del plato. Es por ello que, en la actualidad y cada vez más, son muchos los espacios dentro y fuera de Galicia que presentan una oferta culinaria vinculada a otros interesantes elementos de ocio e incluso cultura. Y es que además de sorprender al paladar, los restaurantes tratan de despertar también otros sentidos para que las personas puedan disfrutar de un ritual del todo hedonista. Un ritual en el que también están incluidos los más pequeños de la casa y que en lugares como Vilaboa han sabido sacar el máximo partido, pues es precisamente en este municipio de las Rías Baixas donde se encuentra Mountain House, el restaurante con el mayor centro de ocio infantil de Galicia

Este interesante proyecto a medio camino entre Vigo y Pontevedra fusiona el arte culinario de un restaurante-cafetería con un concepto de ocio infantil único en el territorio. Hablamos de más de 2.000 metros cuadrados dedicados al pleno disfrute de las familias que dan forma a un moderno espacio cuyo semblante recuerda al de un refugio alpino de estética vintage. Un lugar repleto de encanto que también se presenta al mundo como un "entorno perfecto ―dicen― para tus eventos y celebraciones", ya que el local en cuestión también abre sus puertas a la organización de todo tipo de acontecimientos especiales como cumpleaños, bautizos, comuniones e incluso aniversarios.

En el interior de Mountain House

Cruzar el umbral de Mountain House es adentrarse en un universo único y retro clásico que fusiona todo tipo de elementos del ayer y hoy. De hecho, el espacio podría catalogarse como un auténtico museo de piezas antiguas que han sido restauradas y que ahora forman parte de la decoración del local, entre ellas alguna que otra joya histórica en forma de juguete clásico. Pero más allá de su estilo y carácter propio, lo más interesante de este establecimiento de dos plantas es sin lugar a dudas su área de ocio infantil. Toboganes gigantes (cuentan con el mayor de Galicia bajo techo), hinchables, una pequeña biblioteca, campo de fútbol y pista de coches americanos e incluso varias zonas de lego o dibujo constituyen el corazón de este paraíso dirigido a las familias. 

Por otro lado, es importante señalar que todas estas áreas de juego para los más niños se encuentran delimitadas y conectadas con el restaurante a través de amplias cristaleras que permiten a los padres y familiares echar un ojo a los menores mientras estos desayunan, comen, cenan o simplemente toman algo con total tranquilidad. Cabe destacar asimismo que los más pequeños de la casa también tienen un rincón habilitado para ellos con casitas de juegos y todo tipo de juguetes que se encuentra justo al lado de varias de las mesas del restaurante.  

Un vistazo a la oferta culinaria

Rincón del restaurante. Foto: Mountain House

Como no podía ser de otra manera, la oferta culinaria de Mountain House se centra en una amplia variedad de recetas para que todos y cada uno de los miembros de la familia, desde los niños a los abuelos, puedan encontrar en la carta su plato estrella ideal. Para empezar a abrir boca, en el recetario del restaurante podemos encontrar platos ligeros y entrantes para compartir como ensaladas, tostas, tapas a la gallega (pulpo á feira, chipirones y calamares fritos, tablas de quesos e ibéricos…) e incluso algún que otro plato de corte internacional como los nachos con guacamole casero. También destaca un apartado culinario donde los huevos son los grandes protagonistas, con recetas como los revueltos cremosos, huevos con gulas y gambas o la fusión tradicional con chorizo del país. 

Al margen de los primeros platos, entre los principales llaman la atención elaboraciones tan variadas como la croca de vacuno mayor a la plancha con patatas, el lomo de bacalao en cama de patata mountain con cebolla frita y aceitunas o los gambones al ajillo entre otros. También existen opciones pensadas para los más chiquitines de la casa que incluyen paltos como los nuggets caseros, la pasta boloñesa con queso o los fish fingers entre otros. Entre las secciones más curiosas de la carta se encuentran Raclette y Antipastini, con dos opciones en cada apartado pensadas para un mínimo de dos personas. 

Por último, en Mountain House también hay espacio para la cocina más urbana gracias a sus pizzas de especialidad y hamburguesas gourmet acompañadas siempre de una guarnición de patatas fritas. En el primero de los casos, los comensales suelen destacar combinaciones como la Pizza Nórdica (crema de queso, tomate, mozzarella y salmón), la Gallega (con tomate, mozzarella, pulpo y pimentón de la Vera) o la Mountain (con base de tomate y mozzarella acompañada de jamón ibérico y rúcula). En cuanto a las burguers, la clientela podrá disfrutar de hasta cuatro variedades diferentes: la hamburguesa de Angus, de Cerdo Ibérico, Miña Terra Galega y Mountain House.

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