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A Coruña

Niegan la entrada en un avión de Air Europa a un enfermo de ELA en el aeropuerto de A Coruña

Este hombre relata que no le dejaron subir porque su silla superaba el límite de peso permitido, aunque días antes había avisado a la compañía sin que esta le señalara que no podría subir
José Bañón, enfermo de ELA al que le negaron la entrada en el avión.
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José Bañón, enfermo de ELA al que le negaron la entrada en el avión.
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José Bañón es un enfermo de ELA que viajó a A Coruña para celebrar un encuentro entre ferroviarios que se llevó a cabo en la ciudad herculina este fin de semana. Tras un viaje de ida sin ningún incidente con la compañía Volotea, su sorpresa llegó cuando se disponía a volver a su ciudad, Valencia, y la compañía Air Europa le negó la entrada al avión porque su silla superaba en 10 kilos el peso máximo.

Este hombre relata a este medio que había avisado previamente del peso de la silla a la compañía y que en ningún momento fue informado de que superaba el máximo permitido: "Les dije que la silla pesaba 160 kilos y cuando me disponía a facturar me dijeron que el límite era 150. Yo había avisado previamente por teléfono y en el aeropuerto me dijeron que no podía subir. El avión ni siquiera iba lleno y por 10 kilos más no se iba a hundir".

La solución que le ofreció la compañía fue pasar la noche en A Coruña, quitarle piezas a su silla y volar al día siguiente cumpliendo el peso adecuado: "Me sentí humillado, medio mucha impotencia y espero que después de esto se pongan las pilas para tratar con las personas dependientes. Además me dijeron que por la tarde había un avión más grande y que podría viajar en él, pero finalmente me dijeron que tampoco sería posible".

José lleva toda la vida vinculado al mundo del transporte y sabe lo que es tratar con personas dependientes: "Yo he sido maquinista de tren y sé lo que es saltarse las normas por una persona con problemas de movilidad. A los viajeros no los puedes tratar así, si yo tuviera dos piernas me buscaría la vida pero no me es posible".

Por si fuera poco, tuvo que esperar cuatro horas en el aeropuerto, una problemática que agrava los dolores de una persona enferma de ELA. Por suerte, pudo conseguir un billete para un vuelo de Iberia a Madrid. Un amigo consiguió reservarle una plaza en el AVE a Valencia y finalmente pudo llegar a su casa en la noche del domingo tras experimentar ese mal trago con el vuelo que había reservado.

Tras lo ocurrido, este hombre ha recopilado todas las pruebas de lo sucedido para enviárselas a la compañía aérea. Por el momento, Air Europa no le ha dado una respuesta, aunque a través de redes sociales ha lamentado lo ocurrido y ha solicitado revisar el caso.

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