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El skate ya no es solo cosa de chicos en Galicia

El avance socioeducativo en la infancia y el mayor protagonismo de los niños en la sociedad han motivado una mayor libertad a la hora de elegir sus intereses. Entre las consecuencias: el monopatín también es para ellas.
Valentina es una de las alumnas de la escuela Northside, en A Coruña.
Valentina es una de las alumnas de la escuela Northside, en A Coruña.
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Hace tan solo una generación el monopatín no era cosa de chicas. Algo que, cabe pensar, no tiene nada que ver con la destreza del sexo femenino en este deporte sino con una regla no escrita que hacía que se considerase un juego de chicos. La niñas iban en bicicleta o en patines.

Esto ha cambiado y aunque parezca algo anecdótico se trata de un cambio mucho más profundo de lo que a simple vista pueda parecer: un cambio de mentalidad y socioeducativo. "Lo que ha ocurrido en los últimos años en relación con esta cuestión es que a día de hoy se pone el foco de atención en cuestiones como lo que le gusta al niño y a la niña, lo que le identifica o lo que le aporta como persona. La infancia ha ganado terreno social año tras año en nuestra realidad como sociedad", explica la pedagoga del Centro Lingotera Sandra Fernández Prado.

Uno de los motivos es al papel protagonista que se le otorga a los menores en la sociedad, en el núcleo de las familias y en los entornos de crianza. Según cuenta esta pedagoga "ahora se les pide opinión, se les deja elegir, que vayan marcando su propio criterio, se les pregunta y nos preocupamos por sus sentimientos, sensaciones e intereses, aspectos que antes no se tenían en cuenta en el desarrollo".

"En 40 años ha cambiado mucho la consideración de la infancia en nuestro país", asegura Fernández Prado. De hecho, la Ley Orgánica de Protección Jurídica del Menor es de 1996 en España.

¿Y los beneficios? "A través de la elección libre del juego ya estamos permitiendo cierto ejercicio de democracia, respeto y empatía.  Esta experiencia infantil, trasladada al desarrollo de las personas, nos beneficia a todos y a todas como sociedad diversa, democrática, respetuosa y empática que anhelamos ser", añade.

Las escuelas, un claro ejemplo

Desde el punto de vista del deporte, en las escuelas gallegas de skate aseguran que se ha producido un gran cambio en este sentido. El skater Meji López, profesor en la escuela coruñesa Northside, apunta que "cada vez hay más niñas que lo practican, cuando yo empecé a patinar -allá por el 85- estaba considerado como un juguete, hay que tener en cuenta que el mundo del skate era muy diferente, en cuanto a materiales, instalaciones, información, etc. Por esa época los "juguetes" eran más de género que en la actualidad; monopatín para niños, patines para niñas".

Aunque quizás todavía es un deporte practicado mayoritariamente por varones, la realidad es que el sexo femenino va ocupando cada vez una mayor posición, mostrando cada vez más interés por su aprendizaje. "En nuestra escuela sí que se nota el incremento de niñas que quieren patinar, cada vez son más, aunque la proporción  con los niños todavía es notable, a mí me encanta que  las niñas patinen, me parece que aportan mucho al mundo del skateboarding", señala el patinador y monitor Meji López.

Foto de grupo antes de la pandemia en la escuela coruñesa Northside.

Superación personal

Muchos pensarán que es un deporte peligroso, en el que el equilibrio es fundamental y las caídas están a la orden del día. Sin embargo, la mayoría de los que lo practican desde hace años coinciden en que se trata de muchos más que un juego o un deporte "sin más". Los valores y la superación personal forman parte de esta comunidad que traspasa las fronteras de lo deportivo para convertirse en un movimiento cultural en el que se da cabida al arte o a la música.

"Lo más importante para la práctica del skateboarding es que te guste, es un claro ejemplo de superación personal, te caes y te vuelves a levantar, como la vida misma, también se forma una comunidad donde todos se apoyan unos a otros, da igual tu nivel, seas niño o niña, joven o viejo", subraya López.

Entre los principales valores de la escuela gallega destacan el compañerismo, la amistad o el respeto. Además, "consideramos que no solo es hacer trucos o conseguir cierta estabilidad, forma parte de un aprendizaje vital que se puede extrapolar a una forma sana de estilo de vida", concluye el profesor de Northside.

La gallega de 16 años Julia Benedetti, destino Tokio

Esta joven de 16 años, campeona de España de skateboarding y clasificada para los Juegos Olímpicos de Tokio, es un claro ejemplo de que ahora, también hay sitio para las chicas en este deporte.

La patinadora herculina cuenta, además, con una medalla de bronce que logró en los pasados Juegos Mundiales Doha, prueba en la que solamente fue superada por dos representantes de Japón.

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