La Policía señala que el móvil de Déborah no permite obtener datos sobre llamadas o contactos
La Policía Nacional ha emitido un informe pericial al Juzgado de Instrucción Número Dos de Tui (Pontevedra), en el que se ha ratificado que, el terminal de la joven -desaparecido durante casi 20 años y localizado, de forma casual y sin tarjeta SIM, en septiembre de 2022 durante la realización de unas obras en instalaciones policiales de Madrid- no permite obtener información sobre contactos, llamadas o mensajes.
Tal y como recogió Europa Press, la empresa Lazarus Tecnologies advirtió en su momento de las dificultades de obtener alguna información válida sin la tarjeta y teniendo en cuenta las características del teléfono.
El informe de los peritos policiales fue rubricado con fecha de septiembre de 2023, sin embargo, no fue remitido al juzgado de instrucción hasta hace un par de semanas. Lo anterior, así como el hecho de que el citado informe conste solo de nueve líneas, motivó la "indignación" en la familia de Déborah. Precisamente, los abogados de la familia recordaron que las comprobaciones se realizaron sin permitir la presencia de los peritos de las partes.
El ADN del acusado, otro de los procedimientos pendientes
Otro de los procedimientos pendientes es la toma de nuevas muestras de ADN al único investigado en la causa, el exnovio de Déborah, aunque, una vez más, el trámite se realizará sin permitir la presencia de los letrados de la familia, tal y como ellos mismos aseguraron.
Con respecto a lo anterior, la prueba fue solicitada por la familia, ya que la obtención realizada en 2002 "era de todo punto irregular, pues no había dato fehaciente alguno de que fuera a él" a quien se le había tomado la muestra. Además, en 2010 se tomó otra muestra que, "o bien no se remitió al Instituto Nacional de Toxicología, o bien el resultado no se unió a las actuaciones, pues no consta", han indicado los letrados.
La familia, no obstante, pidió renunciar a esa diligencia -aunque el juzgado no accedió- pues sostiene que no habrá coincidencia con el ADN encontrado en el semen que Déborah tenía en su cuerpo, colocado post mortem y en el pañuelo hallado junto al cadáver. "A nuestro juicio, se puso ese semen para despistar, como prueba de descargo", incidieron los abogados.
Recientemente se ha decretado la prórroga de la instrucción otros seis meses y para llevar a cabo las citadas diligencias. Sin embargo, la familia volvió a pedir que se archive la causa "tras décadas de maltrato" del sistema de justicia.
