El empresario taurino Antonio García Jiménez, conocido en el sector como Toño Matilla, ha abandonado la junta directiva de Anoet, la asociación de empresarios que preside Simón Casas, según ha podido saber EL ESPAÑOL.

Matilla ha confirmado la información desvelada por una fuente anónima a la que ha tenido acceso este diario con un escueto “sí”.

La misma fuente especulaba con la posibilidad de que las diferencias con Simón Casas a causa del sorteo de la próxima Feria de San Isidro hayan precipitado su salida de la junta directiva de la patronal.

Para la última reunión de la junta de Anoet, el empresario francés se habría marcado como objetivo obtener el apoyo del resto de empresarios a su proyecto de sortear con bombo la Feria de San Isidro, tal y como explicó el pasado mes de septiembre.  

Pretende así dar un golpe de mano a la forma que tiene de gestionarse el sector, menoscabando el poder que actualmente poseen las figuras del toreo para devolvérselo a los empresarios, que empezarían por rebajar los cachés y hacer los carteles “más sostenibles” económicamente, objetivo principal de Casas, por encima de "abrir los carteles" o "renovar la fiesta".

"Un empresario no debe rifar los carteles"

Al sorteo de la Feria de San Isidro se oponen las figuras del toreo, siempre según la citada fuente, que conoce bien el sector y prefiere mantener el anonimato. En una entrevista al semanario Aplausos, Juli dijo que el empresario “no debe rifar los carteles”. Por eso, Simón Casas busca el respaldo de los empresarios ya que algunos de ellos apoderan a los principales matadores.

Matilla apodera, entre otros toreros, a Manzanares y Morante de la Puebla, dos activos importantes a la hora de confeccionar cualquier feria, sobre todo Madrid. La decisión de abandonar Anoet se ve, por lo tanto, como una forma de defender los intereses de los toreros, dejando al francés sin el sostén más importante.

El socio de Simón Casas en Plaza 1, la empresa de viajes Nautalia representada por Rafael García Garrido, tampoco vería con buenos ojos la posibilidad de sortear la Feria de San Isidro si eso provoca una desbandada de las figuras, comenta la misma fuente.

Esta situación añadiría más presión al conjunto de fuerzas que componen Plaza 1. Nautalia no puede explotar por razones de seguridad la plaza de las Ventas con espectáculos extrataurinos, tal y como permitía el pliego, poniendo en peligro la financiación de la aventura de Simón Casas en Madrid. El bombo de San Isidro podría terminar de dinamitar la UTE, dejando en bandeja la plaza a Bailleres.

El objetivo de Nautalia al inicio de la gestión de la plaza de toros era convertir Las Ventas “en el hipódromo del centro de Madrid”. Quedan muy lejos aquellas declaraciones y las promesas vertidas días después. Hay que recordar que Curro Vázquez, piedra angular del proyecto millonario que desbancó al empresario mexicano, ya abandonó la empresa.  

Sin embargo, el propio Matilla desmiente que la razón de su salida de la junta directiva de Anoet sea el famoso sorteo. “No, por nada de eso es”, ha respondido a través de un mensaje a este diario. ¿Entonces, cuál es la razón? “Mi tiempo”, ha aclarado.

Matilla, el empresario con más poder

Matilla es el principal actor de la industria taurina por su capacidad de influencia. Además de apoderar a toreros, realiza labores de ganadero y empresario, su actividad principal.  

No sólo está al frente de plazas de toros como San Sebastián de los Reyes, León, Castellón, Valladolid, Jerez o Segovia, su red de colaboradores se extiende desde las capitales de provincia hasta los pueblos. Prácticamente, según ha publicado El Mundo, todo lo que sucede en el toreo pasa por sus manos. En ese reportaje se le comparaba con “Maquiavelo”, una suerte de empresario por encima del bien y del mal al que se le culpaba de la retirada de Talavante.

La salida de alguien tan importante de Anoet y con peso en las decisiones de la patronal es un golpe bajo a la dirección de Simón Casas. El empresario francés aseguró al finalizar la temporada de Las Ventas en Toros, el canal de televisión especializado, que el sorteo de San Isidro se llevaría a cabo “100%”.

La última Feria de Otoño fue la primera de la historia sorteada con bombo, a través del clásico modelo Fifa, con los nombres de los 11 toreros y las cuatro ganaderías separados. Contó con el apoyo de Talavante como única figura. El extremeño se anunció dos tardes, una con la corrida de Adolfo Martín, para darle la vuelta a su temporada pero salió mal parado. Aquel resultado echa para atrás al resto.

Sí fue un éxito de público. Una solución extravagante y de emergencia para cortar la hemorragia de abonados provocada por las expectativas no cumplidas. Simón Casas lo vendió como un hallazgo –se ha comentado siempre entre los aficionados– y ahora podría debilitar su futuro al frente de Madrid, la plaza de sus “sueños”, y como presidente de Anoet.