La Federación de Entidades Taurinas de Cataluña se reúne este domingo en Barcelona para almorzar en un acto anual que sirve como escaparate de parte de la afición que resiste. No hay catacumbas. “Nos vamos a juntar 180 personas”, dice Paco March, presidente de la Federación. “A 45 euros el menú, está muy bien”.

La principal razón es la entrega del segundo premio Luis Maria Gibert, que recuerda al anterior responsable de la Federación, fallecido en 2014, impulsor de la ILP que desembocó en la ley de Patrimonio Cultural Inmaterial 18/2013 de 12 de noviembre que blinda las corridas en toda España. El elegido es el periodista Federico Arnás porque “ha sido constante el seguimiento de la actualidad catalana en Tendido Cero y a nivel personal le debíamos una: su mujer fue la que más firmas aportó a la ILP”. También se reconoce Díaz Yanes, “es hijo del cuerpo, su padre toreó mucho en Barcelona y aporta una mirada de izquierdas”, y a Curro Díaz, “porque ha sido un torero muy querido en la Monumental”.

En Cataluña quedan “14 entidades”, explica March, que evita la palabra peña. “No hay en Lleida pero sí en Gerona y Tarragona, que se entrega un premio anual. Este año va para Ginés Marín. Quedan dos o tres peñas muy activas en Olot, algo en El Prat del Llobregat y Hospitalet montan varias actividades culturales a lo largo del año. La Casa de Madrid en Barcelona todo lo que ha hecho se ha dirigido a Manolete y como Federación montamos un ciclo en enero”.

"Balañá tiene miedo"

El año pasado fueron 300 a la convocatoria. ¿Qué ha pasado? “El fallo del Constitucional que derogaba la prohibición hizo que se apuntara más gente, estuvimos arropados por los profesionales”. Ahora, cuenta Paco March, no hay que celebrar mucho. “Balañá [propietario de la plaza de toros de Barcelona] ha dicho que no, que él no va a hacer nada”, señala al culpable del enfriamiento. "Tiene miedo". “Queremos dejar constancia de que aquí seguimos”, se resigna. “A los profesionales no se les ha convocado oficialmente”. Sí estará Diego Urdiales y Salvador Boix. La presencia de José Tomás se intuye –“Dios no se anuncia, aparece”- pero no habrá sorpresa. “No está en España”.

La desaparición de la Fiesta en Cataluña recuerda a aquellas regiones de Italia donde el Estado no llega. El sector se ha retirado de la región y sólo queda la estructura de alguna plaza. “En la arcadia feliz de Cataluña, que se ha descubierto que es una ciénaga, no hay toros. La prohibición taurina fue el tubo de ensayo del proceso. Está claro que el curso político no está marcado por la estrategia antitaurina, pero hay personajes que fueron muy beligerantes y ahora son protagonistas. Romeva era el encargado de montar todos los saraos antis en Bruselas. El primer uso de la manipulación y la mentira de forma sistematizada ocurrió con el asunto taurino”, advierte.

El vacío se ha aprovechado bien. Hubo un momento en el que se difuminaron los bandos. “El sector llamó de todo a Gisbert por promover la ILP. ¡Hubo editoriales de Villasuso en contra! Otros lo ignoraron. En el colmo del cinismo se preguntaban que a dónde íbamos. Nosotros respondíamos que era para blindar los toros en España. ‘Si no han sabido defenderlo en su casa como van a ahora…’ llegamos a escuchar”.

La sensación de abandono es real. “Lo sentimos antes de la prohibición y ahora, que parece todo de boquilla. Hay gente que sí ha respondido pero cuando se ha hablado de hacer algo nos mandan callar. Esto no se arregla diciendo los catalanes sois gilipollas, os habéis dejado abducir”, se queja.

"La Fundación lleva tiempo trabajando a nivel jurídico"

Los festejos que se repartían por toda Cataluña se fueron reduciendo paulatinamente hasta dejar a Barcelona arrinconada. “Una ley de Pujol en los 80 prohibió las plazas portátiles”. La Monumental fue la capital del toreo. “No podemos remitirnos constantemente a lo histórico. Lo que fue Barcelona sirve de impulso pero no puede ser la esencia de lo que venga”, explica. Es curioso: los correbous (los toros en la calle) se promueven. “Esto desmonta la explicación de la prohibición desde el punto de vista del bienestar animal”.

También aquí se han agotado algunas promesas. “Matilla [empresario que explota la plaza de toros], con el que tuve línea directa mucho tiempo, se fue de mi vida. Desapareció”.

¿Hay alguna solución? “Son importantes las elecciones del 21-D. Si cambia la situación política, se abre una pequeña ventana”. ¿Y estrategia? “A mí lo que me llega del sector es que se está preparando algo por si hay ese cambio. No me llega lo que escribió Paco Mora sobre una coalición de grandes empresarios. ¿Algún plan? “La Fundación lleva tiempo trabajando a nivel de abogados. La ley de Patrimonio otorga una posibilidad, depende de la interpretación: se podría montar una portátil a pesar de aquella ley de los 80”, dice ilusionado. ¿Qué? “Hay que buscar un sitio que sea amigo. ‘Hay un señor que ha montado una portátil, se siente’”. En cualquier lugar de Cataluña hay un solar esperando una plaza portátil”.

Madrid languidece como plaza de temporada. La situación recuerda a aquellos veranos extinguidos de la Monumental. “Es difícil de sostener. Hubo una nefasta actuación durante muchísimos años. Hay que pensar otras cosas. Ese concepto es difícil. Al aficionado no se le puede exigir que vaya a los toros de mayo a octubre”. A lo mejor José Tomás vuelve a hacer el paseíllo en una plaza portátil, quién sabe: la fuerza se mantiene. “Algo late todavía en Barcelona. En Cataluña quedan aficionados. Contra los toros se recogieron 160.000 firmas y a favor 150.000. Estamos ahí. Hay que ser optimista”.